Análisis Q.U.B.E: Director’s Cut

Hay aventuras que no requieren de una increíble estética para impresionar, ni de una enorme duración para considerarse completas. Q.U.B.E: Director’s Cut, que nace como una versión de Q.U.B.E. para consolas, se acaba de poner a la venta hace unos días. Con ella, llega una historia de trasfondo y nuevos puzles de máxima dificultad.

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NUEVA EDICIÓN PARA PS3, PS4, XBOX ONE Y WII U

Q.U.B.E: Director’s Cut acaba de sumarse al catálogo de PS3, PS4 y Xbox One (y en unos días hará lo propio en Wii U). Esta apuesta nace como una nueva versión de Q.U.B.E., ya disponible en su versión de PC. ¿La diferencia? Ahora incluye una historia pensada para dar respuesta al porqué de tantos puzles.

Así, el jugador se convierte en un astronauta confundido, que acaba de despertar en mitad de una nave de paredes blancas. La voz del narrador será quien le guíe hacia la misión de evitar que la nave choque contra la Tierra, con un sorprendente final. Las voces son la principal novedad, aunque solo están disponibles en inglés y sin posibilidad de subtítulos.

Aquellos que no dominen el inglés se encontrarán ante una versión casi idéntica de la aparecida hace unos años en PC, puesto que sin la historia no existen demasiadas novedades más. Volviendo al astronauta, este se levanta del suelo. Tras descubrir asombrado que tiene manos (y además con guantes tecnológicos), comienza la tarea de avanzar hasta el exterior de la nave.

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CUBOS DE COLORES CON DISTINTAS PROPIEDADES

En Q.U.B.E: Director’s Cut el protagonista avanza por escenarios de paredes blancas, que parecen sacadas de un manicomio. Compuestas por bloques, irán dando paso a caminos subterráneos, a puertas y a salidas por la parte superior, lo que implica la posibilidad de mareo y de desorientación por parte del jugador.

Rápidamente, comienzan a hacer su aparición bloques de colores y, con ellos, los primeros puzles. Para manejarlos y aprovecharse de sus usos, al astronauta cuenta con sus guantes tecnológicos, que adquieren el color del cubo a mover o a colocar.

Existen cubos diferentes. Los azules, por ejemplo, se utilizan a modo de trampolín para saltar hacia las alturas o para hacer saltar a otro cubo; los rojos se usan para crear escaleras; los morados para girar una fila de la habitación. Los amarillos, los verdes y los transparentes se unen a ellos, así como las bolas de un determinado color que hay que trasladar hacia una plataforma.

Poder seguir avanzando es una tarea que puede llevar desde un par de minutos hasta casi una hora, en función de la capacidad del jugador para resolver puzles. Estos irán aumentando su dificultad a medida que pase el tiempo, puesto que son varios los colores de los cubos que deben combinarse para alcanzar los lugares más elevados. Y, en general, su dificultad es bastante alta. Por suerte, algunos puzles ofrecen la opción de volver a colocar los cubos tal y como estaban en un principio.

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MODO CAMPAÑA Y MODO CONTRARRELOJ

A aquellos que ya jugaron a Q.U.B.E. o que dominan como nadie el mundo de los puzles, tan solo les llevará un par de horas completar su modo campaña y descubrir ese ansiado final. Por su parte, cuenta con una modalidad más: contrarreloj.

Compuesta por un total de diez nuevos desafíos, el objetivo es completarlos en el menor tiempo posible. De esta forma, su modo principal tiene un nuevo complemento para quienes se hayan quedado con ganas de más. Y es que Q.U.B.E: Director’s Cut es un juego muy corto, pero intenso. Su precio en consolas es de 10 euros, acorde con su duración, su calidad y su jugabilidad.

Desarrollado por Toxic Games, este juego indie esconde numerosos secretos, incluidos puzles a oscuras. A simple vista puede parecer que no ha costado mucho tiempo crearlo por la falta de escenarios más allá de los cubos blancos y multicolor, pero ello no quita que la jugabilidad, máxima protagonista de la aventura, sea así original y reconfortante.

CONCLUSIONES DE Q.U.B.E: DIRECTOR’S CUT

Q.U.B.E: Director’s Cut no sorprenderá a quienes ya jugaron al original, pero sí a quienes pretenden probarlo (sabiendo por adelantando que es un juego corto, en inglés y con controles y estética sencilla). Es muy probable que aquellos que lo jueguen se queden con ganas de probar la secuela del título, que se pondrá a la venta próximamente.

Esta aventura en primera persona, que pone a prueba la ley de la gravedad y la lógica, se conforma así como un original juego de puzles que gustará a los amantes del género y a los principiantes. Sin embargo, esta edición bien podría haber incluido alguna novedad, más allá de la narración y del modo contrarreloj.

Así, estamos ante un traslado del juego a consolas, más con la intención de enganchar a nuevos jugadores que de recuperar a quienes ya lo jugasen hace tiempo. La sensación que crea de angustia, agobio y desorientación se mantiene intacta, así como la importancia de mirar en perspectiva antes de mover los bloques y de aplicar el razonamiento cuando parezca que todo está perdido.