Dragons: competición y estrategia marcadas por objetivos secretos

En un tiempo máximo de veinte minutos, cuatro dragones levantarán el vuelo. O, mejor dicho, lo harán si se han dispuesto en una línea atendiendo a un determinado color o a una forma específica. Dragons puede definirse como un juego competitivo y estratégico, en el que sus participantes tratan de crear una formación de vuelo atendiendo a sus objetivos secretos.

 

UNA NUEVA CAJA DE PEQUEÑO TAMAÑO

Dragons es un juego de cartas que ofrece partidas para dos o cuatro jugadores, de veinte minutos de duración. La primera posibilidad crea retos individuales, mientras que con la segunda se desarrollan competiciones en dos equipos. Su autor es Oriol Comas y sus ilustraciones corren a cargo de Amelia Sales.

Ya se encuentra disponible dentro del catálogo de la editorial española GDM Games. Vuelve a presentarse en una caja de pequeño tamaño, como ya lo hicieran SCAPE, Shinobi y ¡Abordaje! Es en ella donde se guardan sus cartas de dragón y de objetivo y las fichas de red y arpón.

Ejemplo de partida.
Ejemplo de partida.

La misión de los participantes es alinear cuatro dragones antes que el resto, de manera que coincidan con una de sus cartas de objetivo. En su turno, podrán situar nuevos dragones en el espacio de juego, mover a los ya colocados o capturarlos con su red o arpón, con distintas consecuencias. Todos tratan de alcanzar su objetivo a la vez, por lo que no promete ser una tarea sencilla.

 

DRAGONS: UNA PARTIDA

Cada jugador recibe una carta de objetivo secreto de color y otra de forma. Ambas deberán permanecer ocultas antes los demás. En partidas para dos jugadores, se desvela una de cada tipo. Se reparten ocho o doce cartas de dragón a cada uno, en función del número de jugadores, así como una ficha de red/arpón. Comienza el juego.

En su turno, deberá realizar una única acción entre tres posibilidades. La partida finalizará en el momento en que se alineen cuatro dragones en una disposición horizontal, vertical o diagonal, que cumpla con, al menos, uno de objetivos ocultos de un jugador. Si tras comprobarlo es correcto, el jugador o la pareja habrá ganado la competición (se recomienda que el vencedor final se decida en dos partidas).

El jugador con el objetivo azul ha ganado la partida.
El jugador con el objetivo azul ha ganado la partida.

1. Bajar una carta de dragón a la mesa. Excepto en el primer turno, la carta deberá situarse adyacente a otra ya colocada.

2. Mover una carta de dragón. Con esta acción, hay que tener en cuenta tres requisitos. Una carta sólo podrá moverse si tiene, al menos, uno de sus lados libres y si al hacerlo no divide el espacio de juego en dos. No podrá moverse un dragón colocado o movido por el jugador anterior. Por último, esta acción sólo se podrá llevar a cabo dos veces seguidas, a menos que el jugador ya no tenga cartas en la mano.

3. Colocar la ficha red/arpón. El jugador podrá colocar su única ficha sobre uno de los dragones. Si lo hace con su lado de red, esa carta quedará inmovilizada. Con el lado del arpón, no sólo no podrá moverse, sino que no contará a la hora de crear la línea de dragones. No podrá situarse sobre dragones recién colocado o movidos y, una vez utilizada, ya no podrá cambiarse de sitio.

 

DE MARIPOSAS A DRAGONES

Dos dragones con la boca abierta y dos con la boca cerrada. Los primeros se diferencian por su único y enorme cuerno y por su cuello adornado. Los segundos tienen una doble cornamenta y un ojo abierto que parece reflejar su carácter, respectivamente. Encontrar las diferencias entre unos y otros es el primer paso en Dragons. De no tenerlo claro, el rival podría crear su formación antes de tiempo.

Este juego de cartas se caracteriza por su sencillez en cuanto a reglas, con turnos muy sencillos de recordar. Encontrar la estrategia para la victoria ya no lo es tanto. En los primeros enfrentamientos caeremos en el error de colocar o mover aquellos dragones favorables a nuestro objetivo y a guardar o descolocar los que creemos que pertenecen a la misión del otro.

Da miedo bajar a la mesa uno que podría estar acercando la gloria al rival, pero si nuestros planes quedan desvelados estamos perdidos. El resto se encargará de bloquear nuestros dragones como si no hubiese un mañana. En partidas contra jugadores acostumbrados a las altas competiciones estratégicas, la clave recae en una combinación por la atención hacia nuestro objetivo y el del rival, con el arte del disimulo.

Si nuestro objetivo pasa por crear una línea con cuatro dragones de un único cuerno o de color azul y el rival cree que tenemos el color verde, todo irá bien. Podremos centrarnos en bloquear a sus criaturas (ya sea con otras o con la ficha) y en ir situando las nuestras poco a poco. Cuanto más despistado esté respecto a nuestro objetivo, más ventaja tomaremos. Tanto, que dejarle con la boca abierta en una jugada inesperada es uno de sus principales atractivos.

Componentes de juego.
Componentes de juego.

Dragons funciona igual de bien en partidas de dos o de cuatro jugadores en cuanto a su mecánica. Sin embargo, se disfruta más en enfrentamientos entre dos. Cuando se hace en pareja, las esperas entre turnos pueden llegar a ser más largas, tendemos a entorpecernos y hasta el hecho de que nuestro compañero consiga el objetivo puede llegar a causar rabia. Los dos hemos ganado, ¡pero estaba tan cerca de alinear los dragones azules!

La sencillez de la que hablábamos antes también se refleja en sus componentes, pequeños y fáciles de transportar. Su calidad no es excepcional, pero sus dibujos sí merecen una mención. Los ilustradores ya sabrán que crear dragones no es una tarea sencilla. Cuentan con numerosos detalles y conferirles una expresión no es algo que se haga de la noche a la mañana. Dragons cuenta con criaturas trabajadas, repletas de esos detalles. Su misma portada ya es un ejemplo de ello.

Sus reglas recuerdan a juegos de mesa clásicos y, aunque no aportan elementos revolucionarios, entretienen durante una buena temporada. No es el mejor juego de GDM Games ni tampoco de Oriol Comas (quizás se echen en falta más modos de juego), pero sí un título al que recurrir si se buscan retos sencillos y rápidos para dos jugadores en los que aplicar la estrategia.

Su precio, situado en torno a los 9 euros, sí que crea una correcta relación valor-diversión, con los objetivos secretos como principales atractivos. Como curiosidad, Dragons es una nueva versión de Papillons, de su mismo autor. En ésta, las protagonistas eran mariposas que también buscaban alinearse con sus semejantes para emprender el vuelo…

 

COMPONENTES DE DRAGONS

  • 32 Cartas de Dragón
  • 4 Cartas de Objetivo Secreto de Color
  • 4 Cartas de Objetivo Secreto de Forma
  • 4 Fichas Red/Arpón
  • Instrucciones (castellano, inglés, francés y alemán)