Análisis: Drop Alive

¡Atención amantes de los juegos de plataformas! Drop Alive, una clara representación el género, ya se encuentra disponible en Steam. La buena noticia es que es completamente gratuito. La mala es que su duración y su nivel de dificultad no juegan a su favor. Descubre en qué consiste esta novedad en nuestro análisis.

 

¿POR QUÉ UN JUEGO GRATUITO?

Drop Alive ya forma parte del catálogo de Steam como juego gratuito, en su versión para Windows. La desarrolladora Invi Games y la editora Ipsilon son las responsables de esta apuesta, que se engloba como un juego de plataformas con una enorme interacción con el entorno.

Tal y como explican ellas mismas, se trata de un auténtico Free to Play, puesto que no cuenta con un sistema de micropagos ni con publicidad. Su objetivo, con esta decisión, es que «pueda ser jugado por la mayor cantidad de personas posible». Ahora bien, también está disponible una edición de lujo, con la banda sonora, un libro de arte, fondos y una apariencia para su protagonista.

Esta segunda versión se considera una ampliación para los jugadores que hayan disfrutado del juego, a través de contenidos para recordar cómo ha sido la aventura y que no influyen en el éxito o en el fracaso en ella. De esta forma, se evita que existan jugadores de pago, con más ventajas a la hora de completar la historia.

 

LA LIBERACIÓN DE UNA GOTA DE AGUA

La historia que rodea a Drop Alive es necesaria para comprender por qué hacemos lo que hacemos. El jugador se pone en la piel de una pequeña y redonda gota de agua, con el objetivo de transportarla a su hogar: un río cercano. Para ello, recorrerá las diferentes dependencias de una casa, así como los alrededores a su destino.

Conducirla hasta el río no es una tarea complicada. Si optamos por su manejo con el teclado, sólo necesitaremos dos teclas: una para hacerla avanzar y otra para saltar. En caso de utilizar un mando, son necesarios dos botones. Como ya habíamos adelantado, no cuenta con una dificultad excesiva, pero tampoco tendremos que limitarnos únicamente a avanzar y saltar.

Si trasladásemos esta historia a la vida real, descubriríamos que la pequeña gota de agua iría reduciendo su tamaño conforme avanzase. Además, el calor o el frío influirían en ella. Esto es lo que ocurre en Drop Alive, conformándose como el principal atractivo del juego.

Éste se divide en 14 niveles, en los que es preciso llegar a la meta. Una vez completado uno, accedemos al siguiente, y así sucesivamente. El tiempo para pasar de uno a otro lo determina la misma interacción con el entorno y si la gota desaparece no quedará más remedio que volver a empezar el escenario (aunque nos encontremos al final de éste).

 

UNA SIMPÁTICA NUBE O UN BLOQUE DE HIELO

Además de gestionar cada movimiento, con el fin de mantener con vida a la gota, es preciso saber cómo interactuar con el entorno. Ya sea en la cocina, en el interior de un circuito eléctrico o en los tejados, encontraremos salvavidas en forma de chorros de agua, que devuelven a la gota a su tamaño original o incluso superior.

El éxito de una partida recae en saber cómo llegar al siguiente punto. Aunque eso sí, por el camino existirán diferentes elementos, a aprovechar o no, para alcanzar el siguiente. Sin desvelar demasiado, diremos que existen tuberías ardiendo, entre otros elementos, que transforman a su protagonista en una simpática nube. Ésta continuará reduciendo tu tamaño, pero podrá ascender sin necesidad de escalar por las paredes.

Por su parte, podrá convertirse en un bloque de hielo fuerte y, sobre todo, rápido. De ahí que sea el elemento favorito de buena parte de sus jugadores. En determinados escenarios será imprescindible cambiar la forma para completarlo, mientras que en otros el jugador será quien decida cómo hacerlo.

Estos cambios, considerados puzles, no sólo serán determinantes a la hora de llegar a las partes más altas, sino para vencer obstáculos en forma de corrientes eléctricas o fuego. Como es habitual en el género, su personaje no morirá únicamente a manos de los «enemigos», sino al caer donde no debe (con lo reconfortante que parece un baño en salsa de pollo).

 

DROP ALIVE: CONCLUSIONES

Drop Alive sirve para amenizar una tarde y para disfrutar de sus bonitos gráficos, con dibujos pintados a mano. Tiene tres elementos que harán las delicias de muchos jugadores: ser gratuito, el cambio de forma de su protagonista como puzles y el hecho de engancharse en un determinado nivel.

Esta última característica es la responsable de que el juego pueda parecer algo más largo de lo que es. No siempre será fácil saber por qué nuestra nube no llega a un determinado lugar o acceder a la ruta correcta que nos permita llegar a tiempo a un chorro de agua, provocando muertes constantes. Algunos escenarios tendrán varios caminos válidos hasta la meta, pero con condiciones distintas para avanzar por ellos.

Por contra, cuenta con otros elementos que podrían alejar a otros muchos jugadores: su temática infantil, su corta duración y su falta de diferentes niveles de dificultad. Como complemento al juego encontramos la posibilidad de personalizar a su protagonista.

La gota de agua puede colocarse un gorro y unas gafas de natación o unos bigotes y orejas de ratón. Aunque llega a parecerse más a una Poké Ball que a una gota, es reconfortante desbloquear las doce apariencias, más como forma de completar el juego que como cambio en sí.

Con todo ello, Drop Alive no será ni de cerca el mejor juego de puzles y plataformas de Steam (tampoco para jugadores principales), pero bien podría ser el inicio de una aventura más larga, completa y original. Por lo pronto, entretiene y refleja un enorme trabajo detrás, sobre todo en cuanto a su diseño, y tiene el mérito de haber pensado en el bolsillo de los jugadores, algo de agradecer en los tiempos que corren.