Peak Oil: la combinación de mecánicas en los últimos días del petróleo

Peak Oil

El petróleo llega a su fin y, ante esta situación, empiezan a peligrar las enormes fortunas de las grandes empresas. ¿La solución? Explotar al máximo esas ya escasas reservas para obtener los millones necesarios como para invertir en nuevas tecnologías.

Si sobra tiempo, siempre se puede limpiar la mala imagen de la compañía o convencer a ese poderoso consultor… Reseñamos Peak Oil, juego de tablero que combina la colocación de trabajadores y el sistema de mayorías con elementos propios de un ‘set collection’ y de un ‘push your luck’.

 

¿HAY VIDA MÁS ALLÁ DEL PETRÓLEO?

Tras una exitosa campaña de búsqueda de financiación en Kickstarter, Peak Oil ya es una realidad. Se trata de un juego de mesa de 2 a 5 jugadores, con partidas de 45 a 60 minutos de duración. Está recomendado para mayores de 10 años.

Creado por Tobias Gohrbandt y Heiko Günther e ilustrado por el segundo, lleva el sello de 2Tomatoes. La editorial ofrece una edición en castellano e inglés, con reglas y cartas en ambos idiomas y con un tablero en inglés. Dentro de la caja se incluyen marcadores en castellano, para colocarlos sobre algunas zonas del tablero.

Su acción se sitúa en los últimos días del petróleo. En la piel de líderes de grandes compañías petroleras, se hace necesario extraer las últimas reservas de oro negro. Sólo así se podrá obtener el dinero suficiente como para invertir en nuevas tecnologías, sustitutas del petróleo.

Peak Oil
La base, lugar desde el que planear la estrategia.

Dado que la competencia se convierte en el primer obstáculo (el mundo está lleno de buitres), es clave escoger las mejores opciones. Entre ellas, se encuentran las cuidadas campañas de marketing, no exentas de manipulación. El objetivo es ser el participante que mejor haya invertido su capital cuando se agote todo el petróleo.

 

PEAK OIL: UNA PARTIDA

El primer paso es preparar el escenario, colocando los marcadores de peligro y demanda sobre el tablero (al azar), así como los primeros barriles de petróleo en las regiones marcadas en las cartas de pozo petrolífero. Se organizan los mazos, mostrándose tres cartas de éste y otras tres de Start-Up.

Mientras que las cartas de crisis se organizan por tipos, se disponen de tantas de agente como equivalgan al número de jugadores. Lo mismo ocurre con la bolsa, donde se introducen tantos barriles rojos, amarillos y negros como se indiquen para el número de participantes.

Cada uno recibe su carta de portfolio, a mantener en secreto ante los demás, su carta de base, un barril (a modo de dinero) y dos agentes. El resto de agentes y los marcadores de influencia conforman la reserva. Comienza la partida.

El jugador lleva a cabo su turno, compuesto por tres fases. Esta misma mecánica se repite hasta que se produzca el pico petrolero, es decir, hasta que el último barril negro se extraiga de la bolsa.

 

1. Realización de una acción o reasignación de un agente. 

Se escoge una opción. Con la primera, puede llevar a cabo la acción o acciones donde tenga mayoría de agentes o esté empatado a mayoría. La primera, le permitirá realizar las dos que se indiquen, a no ser que se encuentre en una región. Con la segunda efectuará una de las dos acciones propuestas, pero antes tendrá que extraer un barril de la bolsa.

Peak Oil
Las crisis y los consultores, polos opuestos.

Si es negro, pasa a cualquier espacio vacío del mercado negro. Si es rojo o amarillo, recibe una carta de crisis o gira una que ya tuviera, con sus correspondientes puntos y efectos negativos. Si es la primera vez en el turno, pierde la mitad de sus barriles.

Tiene opción a robar un nuevo barril más, siguiendo las mismas reglas (envío al mercado, en caso del primer negro, u obtención o giro de una carta de crisis). Los rojos se devuelven a la bolsa, así como los negros sobrantes. Los amarillos se retiran. Tras realizar la acción u acciones, devuelve sus agentes a su base.

¿Qué acciones existen?

– El espacio de expansión permite obtener un nuevo agente o mover a todos los presentes a otro espacio, para la realización de su acción siempre que sea posible (siguiendo con las reglas de mayorías).

– En la casilla de perforar se puede tomar una de las tres cartas de pozo petrolífero (con su posible marcador de influencia) y extraer tantos barriles de la bolsa como se indican, para colocarlos en esa región. Se siguen las mismas reglas de extracción, con sus cartas de crisis. La opción de donar permite descartar una carta de crisis boca arriba, pagando su coste.

– En el centro de inversión, es posible comprar una Start-Up visible, pagando su coste. Tanto su valor en puntos como su precio estarán indicados en el árbol de tecnologías. La segunda opción es colocar un barril de la base en cualquier casilla de ese árbol de tecnologías.

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El sistema de mayorías influye en la realización de acciones.

– El espacio de operaciones grises sólo se puede utilizar colocando un barril de la base en un espacio vacío del mercado negro. Sus opciones pasan por mover todos los barriles del mercado negro al árbol de tecnologías (salvo en este caso, cuando se llena pasan a las regiones) y por tomar una carta de consultor.

Sólo se puede tener una de cada nivel, por orden ascendente, y sirven a modo de ventaja y para obtener puntos al final de la partida.

– Las regiones también funcionan como casillas, para efectuar envíos. Tras escoger una ruta, se envían barriles a una refinería. Deben resolverse los peligros del camino, extrayendo barriles de la bolsa, mientras que los piratas podrán mandar barriles transportados al mercado negro.

El jugador se quedará los restantes, a utilizar a modo de dinero. Una vez transportados, se giran los marcadores implicados. Debe tenerse en cuenta que los marcadores de influencia, obtenidos con las cartas de pozo petrolífero, pueden utilizarse en cualquier momento para intercambiar marcadores o girarlos.

Si no se quiere o no se puede realizar ninguna acción, el jugador puede reasignar uno de sus agentes. Mandará un peón de su base a una casilla (respetando el máximo de cinco por espacio) o moverá uno de ellos de una a otra o hacia la base.

 

2. Reasignación de un agente.

El jugador está obligado a reasignar un agente a una casilla, añadiéndolo o intercambiando su posición.

 

3. Reasignar un agente a cambio de dos barriles.

Esta acción es opcional y permite descartarse de dos barriles para reasignar a otro agente.

 

El pico petrolero

Cuando un jugador extrae el último barril negro de la bolsa (se pueden mirar en cualquier momento), se desencadena el final de la partida. Finaliza su turno y todos reasignan un agente. A continuación, se resuelven las acciones, de izquierda a derecha, con posibilidad de realizarse para cualquiera que tenga un agente en su correspondiente casilla.

Peak Oil
Los envíos a las refinerías se transforman en dinero.

Se procede al recuento de puntos. Cada jugador descubre sus cartas de Start-Up para sumar el valor que tiene cada una, anotándose un punto por cada barril que haya en su casilla del árbol de tecnología.

A su valor en el árbol, le sumará un punto por cada carta de pozo petrolífero con ese barril. Veamos un ejemplo. Si la empresa de color rosa tiene un valor de dos, significa que cada carta de Start-Up rosa en mi poder me conferirá dos puntos.

Al tener dos cartas de pozo petrolífero con su mismo icono, su valor sube dos puntos. Por tanto, cada uno me dará cuatro puntos. Se suman los otorgados por los consultores y se restan los mostrados en las cartas de crisis boca arriba. El ganador será quien posea la mayor cantidad.

 

PEAK OIL: CONCLUSIONES

En abril de 2016, pudimos probar el prototipo de Peak Oil. Disfrutamos de sus turnos estructurados y de la libertad ofrecida a la hora de actuar. Más de un año y medio después, tenemos en las manos la versión final. Y el resultado no podía ser más positivo.

Su perfecta combinación de géneros hará las delicias de los amantes de la estrategia y de la máxima interacción entre participantes. La colocación de trabajadores y las pinceladas de un ‘set collection’ (y de elementos que recuerdan al mismo Risk) son el resultado de distintos planes, con un objetivo común.

Aunque es recomendable aumentar la plantilla de agentes y adquirir la mayor cantidad de Start-Ups en los primeros turnos, aprovechando su reducido coste, muchos otros planes son válidos. Hay quienes tratan de obtener a sus tres consultores desde el principio, para sacarles el máximo provecho a sus efectos.

Peak Oil
Los pozos petrolíferos y las Start-Ups, fuente de puntos.

También aparecen aquéllos que empiezan centrados en los pozos petrolíferos para comenzar a ganar dinero con pocos riesgos. Al fin y al cabo, sin una buena cantidad de barriles, convertidos en moneda de pago, poco o nada se podrá hacer en un futuro, cuando los tigres empiecen a enseñar sus dientes.

No falta el jugador que busca fastidiar a los demás, como forma de luchar por su propio beneficio. Y esto nos lleva a la máxima interacción. Se quiera o no, resulta inevitable que los jugadores coincidan en distintas casillas.

A diferencia de otros títulos, el sistema de mayorías no se aplica en la puntuación, sino en su misma jugabilidad. Esto hace que no todos puedan beneficiarse de las dos acciones de un espacio en el momento oportuno. De forma frecuente, coincidirán en mayoría, por lo que habrá que tomar la dura decisión de realizar la acción o esperar.

Como ya hemos visto, en el primer caso es obligatorio extraer barriles de la bolsa. Será cada participante quien decida si tentar a la suerte o no, con sus consecuencias positivas o negativas, a través de mecánicas similares a un ‘push your luck’. Éstas también aparecen con la obtención de cartas de pozo petrolífero.

Con ello, comprobamos como en Peak Oil cada decisión trae consigo unas consecuencias. El análisis parálisis puede aparecer en algunos momentos, pero nos servirá para pensar en nuestro turno (la ventaja es que las decisiones tomadas en un turno influirán en el siguiente).

Si opto por obtener algo de dinero, esa maravillosa carta de consultor podría volar. Por su parte, si quiero adquirir la carta de pozo petrolífero que tan bien me viene para la puntuación final, otro jugador podría beneficiarse de la extracción que, con tanto riesgo, he realizado.

Peak Oil
El árbol de tecnologías, con su valor y su puntuación.

Al adquirir una Start-Up estoy gastando los fondos limitados, y renunciando a obtener un nuevo y necesario agente o a interferir en el mercado negro. En definitiva, una elección supondrá la renuncia de muchas otras.

El tiempo es más limitado de lo que parece a simple vista, por lo que, o pensamos bien las acciones o nos habremos quedado a medias tras agotarse el petróleo. Y no hay nada peor que haberse centrado en una intensa campaña de marketing, sin apenas tener participaciones, o ver como tenemos muchas, pero su valor es de cero. En ese momento, el dinero ya no servirá.

El equilibrio entre todas las opciones es una de las claves para la victoria, pero no es infalible. La forma de jugar de los rivales determinará nuestro éxito o fracaso, potenciándose así la rejugabilidad. Ésta aparece también con su variante, recomendada a los más estratégicos.

Con ella, se introduce el contador de crisis, con el que los agentes se retienen durante un tiempo. El número de acciones se limita, mientras que no hay donaciones para solventar errores, sólo para recuperar a esos queridos trabajadores. Estos pequeños cambios en las reglas reducen las posibilidades, aumentándose así la dificultad.

Tras disputar un buen número de partidas, podemos afirmar que Peak Oil no es un juego complicado de entender, pero tiene muchas reglas a recordar. Lo bueno es que sus instrucciones están explicadas a la perfección, con todo tipo de ejemplos, y que la misma lógica, ayudada de los colores, hará que en un par de competiciones ya esté todo más que claro.

Para evitar las esperas, como mejor funciona es a tres jugadores. A más participantes, el tiempo se incrementa con la necesidad de pensar. A cambio, la interacción es mucho mejor (y, con ella, el fastidio a los demás). A dos, todo es más rápido. La interacción es menor, aunque se reducen algunos espacios.

Peak Oil
El ganador será quien sume más puntos.

Aunque no estamos ante el juego más bonito del mundo, cuenta con un diseño funcional. El máximo protagonismo recae en su jugabilidad, por lo que se prescinde de todo adorno o distracción. Se opta por una repetición de ilustraciones como forma de facilitar la localización de elementos.

Mientras que el tablero, los marcadores y los peones son de calidad, las cartas son un poco finas, por lo que es recomendable enfundarlas (caben a la perfección en la caja). Destacan sus barriles en miniatura que, sin renunciar a la sencillez, serán el centro de atención para todos los jugadores.

En definitiva, estamos ante un juego muy cuidado en todos sus aspectos, cuya temática continúa con la línea de Lord of the P.I.G.S., primer juego de la editorial. Su acertada combinación de mecánicas y esa toma de decisiones constante encantarán a los jugadores más estratégicos y a quienes buscan tenerlo todo controlado.

No revoluciona ningún género, pero su capacidad para enganchar día tras día, su amplia interacción y la libertad de actuación lo convierten en una de las sorpresas del año, al que le espera una larga vida por delante. Al contrario que a esos queridos barriles negros de la bolsa.

 

COMPONENTES DE JUEGO

  • 25 Cartas de Start-Up
  • 25 Cartas de Pozo Petrolífero
  • 15 Cartas de Consultor
  • 18 Cartas de Crisis de RP
  • 7 Cartas de Portfolio
  • 5 Cartas de Base
  • 50 Barriles de Madera
  • 20 Peones de Agente
  • 11 Marcadores de Peligro
  • 5 Marcadores de Influencia
  • 3 Marcadores de Demanda
  • Bolsa
  • Tablero
  • Instrucciones (español e inglés)

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