Análisis: Old Man’s Journey

Old Man's Journey

Existen juegos de una gran duración, cuya vida se limita a su historia. Por contra, hay otros muy breves, pero tan profundos que pueden quedarse en la memoria una eternidad. Old Man’s Journey es uno de ellos.

Analizamos esta colorida propuesta de Broken Rules, con motivo de su llegada a Nintendo Switch. En menos de dos horas, conocemos el pasado, el presente y el futuro de su protagonista, capaz de cruzar mares y montañas con tal de llegar a su destino. Tiene que hacerlo, puesto que el tiempo juega en su contra.

 

OLD MAN’S JOURNEY EN PC, MÓVILES Y SWITCH

Ya disponible en Windows, Mac y dispositivos iOS y Android, Old Man’s Journey llega mañana, 20 de febrero, a Nintendo Switch. Lo hace en territorio europeo, a un precio de 9,99 euros.

Broken Rules, sus responsables, nos hacen partícipes de un colorido viaje en tercera persona, movido por los sentimientos y las emociones. Su sencilla jugabilidad deja todo el protagonismo a su historia, narrada sin textos y sin diálogos.

Old Man's Journey

Todo comienza con un anciano leyendo una carta. No se especifica su contenido, pero la expresión de su rostro nos hace presagiar que no son buenas noticias. Prepara su equipaje y su bastón e inicia el camino que le llevará hasta su misterioso destino.

Las montañas darán paso a las cascadas, a los viajes en tren y en globo y a los chapuzones en el mar. Sus descansos, más que merecidos, son los que nos otorgan información acerca de su triste pasado. De las decisiones que marcaron su presente y su futuro.

 

LA INTERACCIÓN CON LA NATURALEZA

Aunque estamos ante una aventura narrativa, en forma de cuento, sigue respetando la esencia de un videojuego. Lo hace mediante el género puzles, llevándonos a resolver distintos rompecabezas relacionados con la naturaleza.

En todos ellos, el objetivo se presenta claro: ayudar al protagonista a seguir con su camino. Para ello, siguiendo la lógica y las líneas de la pantalla, podremos mover las montañas para crear un camino válido. El anciano se mueve hacia la dirección que le indiquemos mediante señales colocadas en el terreno. Sin embargo, no podrá hacerlo si el camino está roto.

Old Man's Journey

Los primeros retos serán muy sencillos y, sin llegar a complicarse demasiado, sí que veremos cierta progresión en su dificultad. Tendremos que desplazarle hacia delante y hacia atrás varias veces, puesto que un elemento no podrá modificarse si él está sobre él. Por su parte, cada uno podrá moverse desde distintos ángulos.

Las montañas, siempre presentes, darán paso a los viajes en tren o en camioneta, con sus vías y carreteras cortadas. Le siguen más travesías en globo y a pie, con las ovejas como estorbo, o incluso experiencias submarinas.

Las rocas, que deben rodar para destrozar murallas, también son una realidad. Puesto que no existen presiones, el jugador podrá invertir todo el tiempo que desee para pensar las opciones y poner a prueba la técnica de ensayo y error. El avance se lleva a cabo tanto horizontal como vertical.

 

LAS VIDAS DE SUS PERSONAJES

Old Man’s Journey nos deja claro que no existen personas sin un presente, determinado por las acciones de su pasado. Aunque el anciano protagonista tiene un objetivo marcado, no dudará en interactuar con los personajes que encuentre.

Old Man's Journey

Esta propuesta está repleta de detalles y, aunque no influyen en la historia, sí que es recomendable encontrarlos e interactuar con ellos. Dos trabajadores y una grúa pueden necesitar una pequeña ayuda, así como dos jugadores de cartas, que parecen no decidirse nunca por ninguna.

En una combinación entre escenas cinemáticas y jugabilidad, nos olvidaremos de la parte mala de las personas. Una niña jugando en el tren o un conductor solidario son algunos ejemplos que demuestran esta idea.

 

OLD MAN’S JOURNEY: CONCLUSIONES

Como exponíamos al principio del análisis, esta aventura resulta difícil de olvidar. Sus paisajes dibujados a mano y sus animaciones fotograma a fotograma son el reflejo de un trabajo muy cuidado por parte de Broken Rules.

Las expresiones del anciano y sus movimientos particulares forman parte de sus señas de identidad. Muestran la tristeza, la soledad y los sueños rotos, pero nunca desde una perspectiva agobiante ni desesperante. Parece haber aceptado su realidad tal y como es, a pesar de que podría haber sido muy distinta.

Esa unión entre presente y pasado, sin palabras, es uno de sus principales atractivos. Conocer el motivo del viaje, en una combinación entre lágrimas y sonrisas, también.

Respecto a su mecánica, sus sencillos controles lo convierten en la propuesta perfecta para todo tipo de jugadores. Los no habituales a los videojuegos no tendrán problemas en adentrarse en este mágico cuento. Los asiduos lo disfrutarán, siempre y cuando tengan presente que la historia se queda por encima de la jugabilidad.

Esta narración le sienta de maravilla a Nintendo Switch, convirtiéndose en un título para reflexionar y soñar, acompañado de una intensa melodía en forma de entrañable banda sonora. ¿Y los elementos negativos? Su breve duración no juega a su favor. Puede completarse en menos de dos horas, algo que debe tenerse en cuenta antes de adquirirlo.

Por su parte, se podrían haber añadido nuevos puzles, más allá de mover montañas y ovejas. Haber recurrido al ‘joystick’ o a la cruceta para mover al anciano, también le habría dotado de una mayor comodidad.

 

Análisis realizado en la versión de Nintendo Switch. 

Old Man's Journey