Demon Worker: recursos y trabajadores en una sorprendente novedad

Demon Worker

La gestión de recursos y la colocación de trabajadores vuelven a ser pareja. Conforman la base de Demon Worker, juego de mesa competitivo que se unirá al catálogo de GDM Games durante las próximas semanas. A la espera de que llegue a las tiendas, reseñamos esta original propuesta.

 

EL TERRITORIO DE LOS SALARIOS JUSTOS

Demon Worker es un juego de mesa de 3 a 4 jugadores, con partidas de 45 minutos. Recomendado a partir de los 10 años, es una creación de Shogo Kuroda, con ilustraciones de Chupami y Shu Nagata.

Publicado por Cosaic, Group SNE y Japanime Games, GDM Games es la responsable de su distribución en España. Será en el próximo mes de mayo cuando se ponga a la venta, tal y como se desveló en la previsión de sus lanzamientos para 2018.

Demon Worker
Preparación del escenario.

En esta novedad, los participantes se transportan al infierno para reclamar el trono del Rey Demonio. Para hacerse con él, tendrán que contratar a los mejores demonios, fabricar las armas más potentes y buscar los recursos más valiosos. Será la forma de ejecutar malvados planes, de demostrar su habilidad para gobernar y, en definitiva, de obtener puntos de maldad.

A través de turnos estructurados, invocarán demonios y los mandarán a las distintas zonas de trabajo para obtener beneficios. Siguiendo una mecánica propia de la gestión de recursos y de la colocación de trabajadores, será imprescindible pagar sus salarios. La esclavitud y la explotación laboral no forman parte de este universo de fantasía.

 

DEMON WORKER: UNA PARTIDA

Tras preparar el escenario con el tablero de puntuación, las cartas de área de trabajo y los contadores en el centro de la mesa, se mezclan las cartas por tipos. Se reparten dos trabajadores humano a cada jugador, a situar boca arriba en su lado de la mesa. Al obtener los contadores de colores, se sitúan dos sobre ellos.

A continuación, reciben dos cartas de plan, seis de trabajadores demonio, dos contadores de sacrificio, dos de arma y uno de piedra mágica. Se reparten los indicadores de orden de turno.

Demon Worker
Entrevista a los demonios.

La partida comienza con la entrevista a los demonios. Siguiendo una mecánica de ‘draft’, cada jugador se quedará con uno de los demonios de su mano, situándolo a su lado boca abajo. Pasa los sobrantes al de la izquierda y recibe los del participante de la derecha, para seleccionar otro, y así sucesivamente.

Al tener seis demonios, van a la mano y se queda con una carta de plan, descartando la otra. Se inicia la primera de las cinco rondas que componen el juego. Cada una se divide en tres fases.

1. Fase de Suministro.

Se reciben los beneficios mostrados en el indicador de orden de turno, ya sean en forma de contadores de recurso o de puntos de maldad.

2. Fase de Asignación.

Por orden de turno, cada jugador asigna a un trabajador a un área de trabajo. Debe pagar los gastos de envío indicados en la carta y los posibles costes adicionales. Es decir, por cada trabajador que hubiera en la zona escogida, tiene que pagar dos contadores de comida.

Tras esto, se resuelven las habilidades del trabajador y los efectos del área de trabajo. De esta forma, se consiguen contadores de comida, de arma, se sacrificio o de piedra, puntos de maldad o cartas de plan adicionales. También permiten invocar nuevos trabajadores o realizar intercambios de recursos. Como último paso, se pagan los posibles costes de la zona.

Demon Worker
La asignación de trabajadores, la parte más importante del juego.

Al invocar a un trabajador, debe pagarse el coste mostrado en la carta. Puesto que no tendrá un contador sobre él, no podrá utilizarse en esa ronda. Cuando alguien pase, ya no podrá realizar nada más en esta fase. Al asignar a todos los que se quiera o se pueda, se pasa a la fase de mantenimiento.

3. Fase de Mantenimiento. 

Se recogen los contadores de las áreas de trabajo y se coloca uno en cada trabajador que esté sobre la mesa. Así, ya podrán utilizarse en la siguiente ronda. Se pasa el indicador de orden de turno al de la izquierda y se avanza el contador de ronda.

Esta mecánica se repite hasta finalizar la quinta ronda. En ese momento, se procede al recuento de puntos. A los obtenidos en el tablero a lo largo de toda la partida, deben sumarse cinco o diez puntos, en caso de haber invocado a cinco o a seis trabajadores demonio, repectivamente.

Se muestran las cartas de plan, hasta ahora ocultas, para intentar pagar los requisitos que en ellas aparecen. Al hacerlo, se suman sus puntos de maldad. Cada trabajador del que pueda pagarse el coste de envío una última vez, reporta puntos adicionales. El ganador será quien tenga la mayor puntuación total.

 

DEMON WORKER: CONCLUSIONES

El primer paso para tratar de obtener la victoria es organizar mis ideas. Tal vez quiera ahorrar recursos para cumplir con los planes, para invocar trabajadores o para pagar sus costes en el recuento final. O todo a la vez.

Demon Worker
La invocación de demonios dará más posibilidades a la ronda.

Dado que el caos es una de las señas de identidad de Demon Worker, complicando la existencia, es preciso elaborar el mejor de los planes desde los primeros momentos de la partida. El tiempo pasa más rápido de lo que parece a simple vista, con sus oportunidades perdidas.

Hacer trabajar a los demonios requerirá, principalmente, de comida. Combinar las áreas de trabajo que otorgan esos recursos con los trabajadores adecuados puede ahorrarnos algunos disgustos. Nos restará ocasiones de obtener otros bienes más valiosos, pero no nos obligará a pasar en los momentos más inoportunos.

Obtener unos recursos u otros, aprovechando las habilidades de las criaturas, ya dependerá de los requisitos de las cartas de plan y de los costes de invocación. Las piedras tan valiosas de una partida acaban por no ser de utilidad en otra, potenciándose la rejugabilidad máxima.

Aunque el azar llega en un primer reparto de cartas, la estrategia dominará la totalidad de la competición. Empezará a estar presente en ese ‘draft’ de trabajadores, donde quedarse con los mejores. O, más bien, evitando que los demás lo hagan.

A lo largo de las cinco rondas, es preciso tomar decisiones. Al igual que ocurre en La Villa o en Caylus, existen amplias opciones para un tiempo limitado. Al elegir una de ellas, tendremos que renunciar a otras cuantas muy útiles, a las que ya no podríamos recurrir hasta la siguiente ronda. 

Demon Worker
Las cartas de plan funcionan como objetivos secretos.

¿La solución? Conseguir los recursos para invocar demonios lo antes posible, no sólo para aprovecharse de sus habilidades y recibir la bonificación final, sino para disfrutar de turnos más largos. Y, ya puestos, mandar a cada trabajador al lugar en el que es especialista.

En algunos casos, encontraremos demonios que obtienen materiales o puntos extra en algunos lugares. Por ejemplo, el golem de acero otorga un arma adicional al acudir a la fábrica de armas o el orco permite coger tres comidas más en la granja de limos.

Los espacios son limitados, por lo que es muy común encontrarse con otros trabajadores. Tener que pagar dos comidas por cada trabajador con el que coincidamos, nos hará valorar si realmente necesitamos trasladarnos a esa zona. Ocupar los mejores sitios, sólo por obligar a los demás a pagar, es un plan más que aceptable.

Esa toma de decisiones se mantiene incluso en el recuento final. Al terminar la partida, hay que valorar dónde invertir cada recurso restante, puesto que ahí ganaremos más puntos que en todas las rondas juntas.

A través de una colorida y preciosa estética y con unas cartas y fichas de calidad, altamente resistentes, se presenta un juego con las características propias de la gestión de recursos y de la colocación de trabajadores. Poco o nada tiene que envidiar a sus compañeros de género.

Demon Worker
El ganador será quien sume más puntos.

Los recursos son la base de todo. Sirven para invocar trabajadores, para enviarlos a las áreas de trabajo, para enfrentarse a costes adicionales, para completar planes y para obtener puntos. Es a través de una correcta colocación de trabajadores como nos haremos con ellos.

La interacción entre participantes está muy presente, limitando las acciones de los demás en base a los recursos que posean. De esa colocación depende la obtención de recursos, con todo lo que eso conlleva.

Sin incorporar mecánicas revolucionarias, toma lo mejor de ambos géneros para combinarlo con pinceladas de ‘draft’, de un ‘set collection’ y de los objetivos ocultos. Será algo que valoren los amantes de la gestión y de la estrategia, que buscan tenerlo todo controlado.

Aunque parezca incluir muchos elementos, sus reglas sencillas y estructuradas facilitan su explicación y su puesta en escena. No tardaremos ni una partida en encontrarle el sentido a los símbolos intuitivos de las cartas, por lo que las hojas de ayuda no nos harán demasiada falta.

La parte negativa se la lleva la limitación de jugadores (únicamente puede jugarse entre tres y cuatro). Sin embargo, no es difícil aplicarle alguna que otra regla casera para disfrutarlo entre dos. No habrá tanta interacción, pero seguirá siendo emocionante.

Estamos ante uno de esos títulos altamente adictivos, capaces de dejar muy buen sabor de boca. Engancha y sorprende desde la primera competición, escondiendo todo un mundo de posibilidades en su caja.

Demon Worker
Componentes de juego.

En ocasiones, pedimos demasiado de un juego. Queremos mecánicas nunca vistas que se combinen de la forma más perfecta. Podemos encontrarlo y creer disfrutar de él, hasta que comprendemos que la mejor de las gestiones no siempre implica diversión.

Esta característica, que debería ser el punto central de cada juego, puede caer en el olvido más fácil de lo que pensamos. Demon Worker nos recuerda lo importante que debe seguir siendo, uniendo las risas con el nerviosismo y la tensión.

No entretiene, sino que sorprende hasta abstraernos completamente de la realidad. Nos da, por tanto, la máxima diversión. En definitiva, es lo mejor que podemos seguir pidiendo siempre de un juego de mesa.

 

COMPONENTES DE JUEGO

  • 40 Cartas de Trabajadores Demonios
  • 8 Cartas de Trabajadores Humanos
  • 20 Cartas de Plan
  • 11 Cartas de Área de Trabajo
  • 39 Fichas de Jugador
  • 4 Indicadores de Orden de Turno
  • 40 Contadores de Comida
  • 30 Contadores de Sacrificio
  • 20 Contadores de Arma
  • 10 Contadores de Piedra Mágica
  • 6 Contadores de x5
  • 4 Contadores de 50 Puntos
  • Contador de Ronda
  • Tablero de Puntuación
  • Instrucciones

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