Ganges: las sorpresas en uno de los juegos más esperados del año

Ganges

Para que un juego sea capaz de pasar a la historia, es preciso que cuente con una seña de identidad sólida. En Ganges, aparece mediante una original forma de puntuación, donde es preciso que el marcador de rupias se acabe cruzando con el de gloria. ¿Pero es suficiente para marcar la diferencia? Reseñamos esta novedad, con motivo del estreno de su edición en castellano.

 

LOS GOBERNANTES EN LA INDIA DEL SIGLO XVI

Ganges (Rajas of the Ganges) es un juego de mesa de 2 a 4 jugadores, con partidas de 45 a 75 minutos de duración. Recomendado a partir de los 12 años, es obra de Inka Brand y Markus Brand. Ambos autores son responsables de la serie de juegos Exit, La Villa La Torre Encantada, entre otros.

Con ilustraciones de Dennis Lohausen, es una publicación original de Huch! Su edición en castellano y portugués corre a cargo de Devir, convirtiéndose en uno de sus juegos más esperados. Ya está llegando a las tiendas, a un precio que ronda los 40 euros.

Ganges
Preparación de la partida.

En esta novedad, los participantes se trasladan a la India del siglo XVI, dominada por el Imperio de los Grandes Mogoles. Aprovecharán esta situación para convertirse en gobernantes legendarios, tarea complicada dada la enorme competencia que existe. Sólo uno podrá lograr su objetivo y será aquél que haya conseguido la mayor de las riquezas y la más gratificante gloria.

Construirán ricas provincias mientras tratan de beneficiarse del apoyo del Imperio y de las ventajas del puerto. La ayuda del karma y la presencia activa en el mercado harán el resto. Su mecánica combina la colocación de trabajadores con la gestión de los dados.

 

GANGES: UNA PARTIDA

El primer paso es crear el escenario, atendiendo al número de participantes. Sobre el tablero central se situarán los marcadores, las fichas de producción y bonificación, los barcos y los lacayos que podrán reclutarse a lo largo de la partida, así como los indicadores de gloria y de rupias.

Se dejan a un lado los dados y las losetas de provincia, ordenadas por tipos. Cada jugador recibe su tablero individual, su busto de Kali (con sus cuatro dados iniciales) y tres de sus lacayos. Comienza la partida.

Ganges cuenta con un número de rondas indeterminado. En cada una de ellas, respetando el orden de turno, cada participante colocará uno de sus lacayos en un espacio del tablero. Pagará su precio, en rupias o en dados, y llevará a cabo su acción.

El siguiente hace lo propio con otro de sus lacayos. Cuando nadie pueda colocar más, se recogen para iniciarse una nueva ronda. El marcador de jugador inicial pasa al jugador de la izquierda o a quien haya visitado al Gran Mogol. Ahora bien, ¿qué zonas del tablero existen?

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La construcción de losetas, el eje del juego.

1. Cantera. 

Tras colocar al lacayo en una de sus casillas, y pagar su coste en rupias, el jugador selecciona una de las losetas de provincia visibles. Debe pagar su coste, en dados, antes de incorporarla a su provincia.

Al hacerlo, sus caminos deberán llegar siempre hasta la residencia, situada en la parte superior del tablero individual. Si sus carreteras conectan con las producciones especiales, se obtiene la bonificación señalada. Las losetas colocadas aportan, en el momento de la construcción, las rupias mostradas en los tenderetes o puntos de gloria.

Estos últimos provienen de los edificios mostrados y del nivel que tenga el jugador en cada uno de ellos. A lo largo de la competición, podrá mejorarlos para recibir una mayor bonificación a la hora de construir.

2. Mercado.

Al colocar a un lacayo en una de las casillas de surtido variado, el jugador recibe tantas rupias como equivalgan a uno de los tenderetes de su provincia de cada tipo (los de mayor valor). Al situarlo sobre una casilla de mercancía de un solo tipo, paga un dado. Recibe las rupias correspondientes a tantos edificios, de un mismo tipo, como se señalen en el dado pagado.

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El mercado como forma de obtener rupias.

3. Palacio.

Existen casillas sin costes, donde obtener un dado de un determinado color o dos rupias, con la posibilidad de volver a lanzar los que ya se tengan. Cada vez que un jugador reciba un dado, ya sea en el palacio o con cualquier bonificación, lo lanza antes de colocarlo en un espacio de su Kali. Ése será su valor.

También aparecen casillas que exigen el pago de un dado, a cambio de dos de otro color, o los seis aposentos. Para colocar a un lacayo en uno de ellos, y beneficiarse del favor de su personaje, es preciso pagar un dado del valor indicado.

Sirven para obtener el marcador de jugador inicial, nuevos dados, fichas de producción, puntos de karma o para avanzar de forma más rápida por el río, entre otros efectos. Respecto a los puntos de karma, se utilizan a la hora de utilizar un dado para voltearlo, aprovechando su nuevo valor.

4. Puerto.

Tras colocar al lacayo y pagar su posible coste en rupias, se entrega un dado con valor uno (para avanzar el barco una casilla por el río), dos (para moverlo una o dos casillas) o tres (con su desplazamiento de hasta tres casillas). Se realiza la acción sobre la que se detiene el barco, a modo de ventaja. Al llegar al puente, se obtiene un nuevo lacayo.

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¡La de ventajas que tiene avanzar por el puerto!

A medida que los jugadores avancen su marcador de rupias y de gloria por el tablero, obtienen ventajas en forma de nuevos lacayos (se podrá tener un máximo de cinco), avance por el río, dados, puntos de karma o mejoras de edificios.

En el momento en que el indicador de gloria de un jugador se cruce con el de rupias, se desencadena el final de la partida. Al ejecutar todos los mismos turnos se comparan posiciones. El ganador será aquél cuyos marcadores hayan coincidido. Si varios lo han hecho, el vencedor será quien tenga más puntos de diferencia entre ambos marcadores.

 

GANGES: CONCLUSIONES

¡Qué dura tarea la de ser lacayo! Que si una visita al puerto, otra al mercado ¡y hasta un encuentro con el Gran Mogol! Sin descansos que valgan, nuestra misión es clara: dar forma a las mejores provincias, siempre conectadas a la residencia de nuestros rajás.

Al menos, la diosa Kali parece concedernos los mejores deseos. Aunque sólo sea de vez en cuando. Con los dados que guarda en sus brazos, podemos contentar a nuestros nobles con mejores construcciones y hasta con más visitas a las personalidades más influyentes. Suerte que él se encarga de la gestión de las rupias y de la gloria…

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La diosa Kali, presente en cada momento de la partida.

Ganges, la edición en castellano de Devir, era uno de los juegos más esperados para muchos jugadores. Esto genera un problema: las altas expectativas creadas en torno a él. Tras numerosas partidas podemos decir que no sólo no decepciona, sino que nos sorprende mediante numerosas mecánicas.

En una combinación entre gestión de dados y colocación de trabajadores, estamos ante un juego estratégico con una enorme libertad de acciones. Como suele ocurrir en estos casos, esa libertad se ve truncada con el escaso número de trabajadores. Esta «rabia» por querer hacer tanto con tan poco nos obliga a tratar de tomar las mejores decisiones y a mirar en perspectiva.

Acabamos amándola, puesto que nos permite sacar las mejores ideas y, sobre todo, ver como se desesperan los demás. Una decisión incorrecta puede suponer un importante retraso frente a los demás, y viceversa.

El elemento más original del juego es su misma puntuación, al tratar de cruzar el marcador de rupias con el de gloria. Como novedad, no hay nada que puntuar al final de la partida, ya que todo quedará registrado durante la competición.

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Los favores de las distintas personalidades permiten crear distintos combos.

Aunque ambos marcadores pueden coincidir en cualquier punto, lo más habitual es que ocurra en un espacio más o menos intermedio entre ambos, obligándonos a tratar de reunir la máxima gloria, sin descuidar el dinero. ¿Pero cómo lo hacemos cuando para ganar gloria se exige el pago de rupias?

Aunque no hay una estrategia clara para la victoria, las visitas a la cantera sí que son más necesarias que las otras zonas. Así, podríamos decir que para ganar es preciso construir losetas, complementándolas con las bonificiaciones de los otros espacios.

Un turno habrá sido provechoso al terminarlo con más rupias de las gastadas, ya sea construyendo los mejores edificios, aprovechando las producciones especiales o buscando el mejor momento para avanzar en el río. Puesto que las casillas donde se encuentran los demás se saltan, el avance de los demás deberá ser tenido en cuenta para obtener las mejores recompensas en el agua.

Otro detalle a valorar, y a aprovechar, son los combos creados. Un avance por el río podría llevarnos a obtener el favor de la bailarina, con sus dos dados y su ficha de producción. Podría darnos tres rupias y, al avanzar el marcador, encontrarnos con la preciada bonificación de otro avance por el río, con la obtención de tantos dados azules como correspondan al número de puntos de karma.

Saber buscar esas oportunidades marcará la diferencia. No sólo dependerán de nuestras decisiones y ganancias, sino de la forma de actuar de los demás. Como es lógico, es de vital importancia tener siempre el mayor número posible de dados (sin despreciar los valores más bajos), no quedarse nunca sin rupias, aprovechar el mejor momento para gastar el karma y conseguir, lo antes posible, los cinco lacayos.

Ganges
La mejora de los edificios, clave para la obtención de gloria.

Con todo ello, ¿es un título rejugable? Respuesta afirmativa. Ese lanzamiento de dados cada vez que obtenemos uno, nos lleva a optar por unas estrategias o por otras. Porque no es lo mismo contar con un doce, muy útil para la construcción, que con un dos, a utilizarlo con la bailarina, en el puerto o para cambiarlo por otros dados.

Sin embargo, al haber siempre un eje central (la construcción de losetas), la dificultad a la hora de tomar una decisión no será tan grande como en Lorenzo il Magnifico o Marco Polo, juegos con los que son inevitables las comparaciones. A cambio, el análisis parálisis será menor.

Aunque la dificultad la seguirá marcando el nivel de los rivales, de ahí que se proponga una variante a aplicar con novatos, está orientado a un público más familiar que sus competidores. No es algo negativo, sino un hecho a tener en cuenta en función de nuestros intereses.

En relación a esa rejugabilidad, incorpora otras dos modalidades. En Navaratna, personalizaremos el tablero individual con las fichas de producción de colores. Tendremos una capacidad de sólo ocho dados y una ventaja para quienes vayan más atrasados. En El Río Sagrado, se cambian las casillas del río por otras nuevas para que cada partida sea aún más distinta.

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Objetivo: hacer coincidir el marcador de rupias con el de gloria.

Respecto al número de jugadores, sus creadores han sabido como sacarle el máximo provecho a la competición, independientemente de cuantos participen. El reverso de su tablero está completamente adaptado a dos jugadores, de tal forma que esa lucha por las mejores casillas siga estando presente.

Esta jugabilidad propia de un ‘euro’ de nivel medio se combina con el mayor de los coloridos, ya no sólo por su tablero, sino por sus dados. Observar el escenario es una auténtica delicia en cualquier punto de la partida. Siempre y cuando el proceso de destroquelado se haya realizado con éxito.

Por desgracia, las líneas para destroquelar sus componentes no están demasiado marcadas. El elefante para el jugador inicial no destaca por su estabilidad y los números de los dados no tardan en ir eliminándose. ¿La solución? Tener el máximo cuidado a la hora de montarlo todo y aprovechar su atractivo y funcional inserto.

Esta nueva creación de Inka Brand y Markus Brand, dos de los autores de referencia del sector, bien podría ser uno de sus mejores juegos, junto con el imprescindible La Villa. Sin ir más lejos, Ganges cuenta con algunas semejanzas con él, como son ese máximo aprovechamiento de cada opción (por los recursos limitados), la necesidad de realizar mejoras constantes o ese avance por el puerto.

Ganges
Componentes de juego, con el útil inserto.

Ganges no decepcionará a quienes lo prueben, sobre todo a quienes buscan tenerlo todo controlado, siendo recomendable disputar más de una partida antes de juzgar. Ese original sistema de puntuación marcará un antes y un después, combinado con los combos mediante las sorpresas en el avance y la toma de decisiones constante.

Todos ellos crean un juego muy adictivo, capaz de enganchar a los expertos en el género. Sus reglas intuitivas y lógicas dan forma a una propuesta cuidada, que también podrá disfrutarse sin problemas entre principiantes. Se deberá tener en cuenta que, aunque comprendan sus instrucciones, precisarán de bastantes partidas para dominar ese arte de la estrategia.

 

COMPONENTES DE JUEGO

  • 64 Losetas de Provincia
  • 48 Dados
  • 24 Lacayos
  • 20 Cubos
  • 4 Barcos
  • 4 Indicadores de Riqueza
  • 4 Indicadores de Gloria
  • 30 Fichas de Producción
  • 8 Fichas de Río
  • 4 Fichas de Bonificación
  • 2 Fichas de Exclusión
  • Elefante de Jugador Inicial
  • 4 Bustos de Kali
  • 4 Tableros de Provincia
  • Tablero Central
  • Instrucciones (castellano y portugués)

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