Desde hace unos días ya se encuentra a la venta Sandwich, el nuevo juego de cartas que permitirá a los jugadores conocer sus gustos culinarios. A pesar de sus simples reglas y de su libertad a la hora de jugar, es ideal para pasar el rato, sin grandes complicaciones o para jugarlo entre partida y partida de los grandes juegos de mesa y así echar unas risas.

CÓMO JUGAR A SANDWICH

Sandwich es un juego de 3 a 10 jugadores, valorado en unos 15 euros, que ofrece rápidas partidas de 10 minutos de duración. En el interior de la práctica caja metálica, encontraremos cartas con forma redonda que muestran distintos tipos de ingredientes.

Al comienzo de la partida, se reparten nueve cartas a cada uno de los jugadores. A continuación, todos ellos le dan la vuelta a la primera. De esta manera, cada jugador cogerá rápidamente el ingrediente que le sea de más utilidad (excluyéndose el suyo propio a no ser que ningún jugador la coja) para después poder construir sándwiches que gusten al resto de jugadores. Esta carta la dejará boca a bajo al lado de su mazo.

Esta acción se repetirá hasta que cada jugador consiga nueve cartas. Después, con los nueve ingredientes, deberá crear tres sándwiches, a repartir entre el resto de jugadores. Cada uno de ellos comenzará a valorar qué sandwich le ha gustado más, otorgándole tres puntos al mejor sándwich, dos al que le haya gustado después y cero al que menos. El que obtenga la mayor puntuación, habrá ganado el juego, aunque es recomendable jugar varias rondas.

Aunque es un juego que abrirá el apetito de más de uno, no es un juego de estrategia. Además, si se juega siempre con los mismos jugadores puede volverse repetitivo, puesto que ya sabremos sus gustos. Sin embargo, dado que todos los ingredientes son diferentes y que no todos son muy apropiados para echar en un sándwich como naranja, sandía, mejillones o incluso insectos, la diversión en las combinaciones de sándwiches está asegurada por unas cuantas partidas.

Por su parte, dado que son los jugadores y no las reglas quienes otorgan la puntuación, puede causar problemas si uno de los jugadores empata con otro, puesto que puede darle así una baja puntuación a su rival aunque el sándwich le guste.

Así, Sandwich puede recordar a Mamma Mia! por las cartas de ingredientes, pero en cuanto a su forma de jugar no tiene ninguna semejanza con el famoso juego de realizar pizzas.