Existe una gran variedad de juegos de mesa en los cuales el objetivo se convierte en llegar antes que el resto a la meta. Sin ir más lejos, la Oca o el Parchís nos sumergen en una especie de carrera por llegar a la casilla final o a casa sanos y salvos. Sin embargo, la tirada del dado determina la velocidad a la que avanzamos. Y la ausencia de ese dado es capaz de dar como resultado una apuesta completamente diferente, emocionante y original, como es La liebre y la tortuga.
ASÍ ES LA LIEBRE Y LA TORTUGA
La liebre y la tortuga es la novedad de Devir y nos sumerge en partidas de 2 a 6 jugadores, de 45 minutos de duración. Se trata de un juego de tablero, en el que un grupo de liebres compiten por llegar a la meta en la carrera más importante de sus vidas.
Con una figurita de liebre en la casilla de salida, con una reserva de tres lechugas y con un buen puñado de zanahorias, da comienzo una carrera en la cual la estrategia está más presente que el azar. Y es que la ausencia de dados nos permite avanzar tantas casillas como queramos a cada momento y, dado que necesitaremos zanahorias para avanzar, tendremos que administrarlas como queramos (o podamos).
Esta apuesta de Devir se convierte así en una nueva reedición de este juego, cuya primera edición salió a la venta de la mano de David Parlett en el año 1974. Cuatro años más tarde, ganaría la primera edición de los premios Spiel des Jahres (Mejor Juego del Año) y las futuras ediciones no se harían esperar. Aunque han pasado 40 años desde su primer lanzamiento, Devir ha sabido devolver toda la emoción del juego, junto con una estética muy fiel a su estilo.
UNA PARTIDA A LA LIEBRE Y LA TORTUGA
Antes de comenzar la partida, se colocan sobre el tablero las cartas de zanahoria, a modo de banca, mientras que las cartas con el dibujo de la liebre irán a un lado. Además, cada jugador recibirá una ficha de liebre del color que prefiera, tres cartas de lechuga, cartas de zanahoria por un valor de 65 y una tarjeta de referencia.
El objetivo es llegar en primer lugar a la meta, con una serie de condiciones. Hay que aterrizar en la casilla con un número exacto, debemos habernos comido las tres lechugas por el camino y no podremos tener excedente de zanahorias (más de 10 en caso de quedarnos los primeros, más de 20 si somos los segundos y más de 30 si quedamos los terceros).
Las zanahorias sirven para avanzar por el tablero, bajo una dinámica muy sencilla: cuanto más rápido avancemos más zanahorias gastaremos y, sin ellas, nos veremos obligados a retroceder. La liebre y la tortuga incluye tarjetas de referencia, que nos indicarán cuantas zanahorias necesitamos para avanzar un determinado número de casillas. Así, si queremos avanzar una, pagaremos una zanahoria, tres zanahorias para dos casillas, seis zanahorias para tres casillas, diez zanahorias para cuatro casillas y así sucesivamente (aunque parezca complicado la tabla de las hojas de referencia nos lo pondrá muy sencillo). Y bueno, siempre podemos ahorrar 2.080 zanahorias para avanzar 64 casillas de una vez.
Por su parte, las lechugas sirven, principalmente, para ralentizarnos, haciendo que perdamos turnos. Y es que, comer una lechuga implica parar en su casilla correspondiente por un tiempo. El tablero está dividido en casillas normales, en las que se indica el número que nos quedan para llegar a la meta, pero una gran mayoría son casillas especiales, que añadirán más emoción a la partida.
Así, encontramos casillas de posición, que nos permiten ganar zanahorias si al principio del siguiente turno estamos en la posición que indica la casilla respecto a los otros jugadores. Por ejemplo, si al principio de nuestro siguiente turno nos encontramos en una casilla con un 3 y hay dos jugadores por delante, conseguiremos 30 zanahorias (el número de nuestra posición multiplicado por 10). Por su parte, las casillas de zanahoria también nos harán ganar zanahorias. Si decidimos quedarnos en ellas durante un turno, sin movernos, conseguiremos diez zanahorias, aunque también podremos elegir descartarnos diez (algo que viene muy bien para llegar a la meta sin excedente de zanahorias).
Las casillas de liebre nos permiten coger una carta con el dibujo de la liebre. Estas cartas nos darán nuevas zanahorias, nos harán descartarlas o nos harán barajar el mazo. Por otro lado, las casillas de lechuga, como ya hemos explicado, nos permiten comernos una lechuga, pero a cambio perderemos un turno y obtendremos tantas zanahorias como indique nuestra posición multiplicadas por 10. Por último, las casillas de tortuga nos otorgan más zanahorias y son ideales para cuando hemos agotado nuestra reserva. Por cada casilla que retrocedamos, obtendremos 10 zanahorias, pero sólo podremos retroceder hasta la casilla de tortuga más cercana, siempre que no esté ocupada.
Con todo ello, queda claro que las zanahorias son imprescindibles, ya que sin ellas no podremos avanzar. Y es que, si tenemos que pagar zanahorias y no tenemos suficientes, tendremos que volver a la casilla de salida, comenzando de nuevo con 65 zanahorias. ¡Pobre del que tenga que volver estando cerca de la meta por no haberlas administrado bien!
Así, la partida transcurrirá por turnos. El primer jugador moverá su ficha de liebre tantas casillas como quiera o pueda, pagando su coste en zanahorias y realizándose la acción que se indica en la casilla, si la hubiese. A continuación, pasa el turno al siguiente jugador, que moverá a una casilla vacía y así sucesivamente, hasta que uno llegue a la meta cumpliéndose todas las condiciones. Sin embargo, la llegada del primero no significa que haya acabado la partida, ya que el resto de jugadores también tendrá que ocupar su lugar en la meta.
La liebre y la tortuga es, por ello, una apuesta muy sencilla de entender para todo tipo de jugadores y que nos obligará, no sólo a llegar a la meta antes que el resto, sino a intentar fastidiar a los demás para que no consigan zanahorias. Además, destaca su modalidad de dos jugadores, en la que, a diferencia de otros juegos, la emoción se mantiene en todo momento, dado que cada uno manejamos a dos liebres. ¡Pero cuidado! Si decidimos jugarlo es posible que no podamos desprendernos de él durante un tiempo, ya que una carrera llevará a otra, y a otra…
COMPONENTES LA LIEBRE Y LA TORTUGA
- Tablero
- 6 Figuras de Liebre
- 6 Tarjetas de Referencia
- 111 Cartas de Zanahoria
- 18 Cartas de Lechuga
- 15 Cartas de Liebre
- Instrucciones
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