«Sencillo de aprender, pero difícil de dominar». Así definen sus creadores a Onami, un juego de cartas que busca apoyo en Kickstarter. Wyvren Gaming, responsables de Cthulhu: A Deck Building Game, son los encargados de dar vida a esta idea, basada en la estrategia para dos jugadores.
NORTE, SUR, ESTE Y OESTE
Onami es un juego de cartas para dos jugadores, con partidas de 15 a 30 minutos de duración. En estos momentos, se encuentra en plena campaña de búsqueda de financiación en Kickstarter. A 22 días para que finalice, lleva recaudado un 74% de su objetivo inicial.
Las formas de hacerse con él pasan por la versión Print and Play (5 dólares) o la edición en formato físico (20 dólares). También está disponible una edición en madera, por 75 dólares. La versión digital se incluye también con las otras aportaciones y será enviada durante el próximo mes de mayo.
El juego impreso está previsto para septiembre. En cuanto a sus posibles extras, en caso de superar su objetivo podrían incluirse componentes adicionales para partidas de hasta cuatro jugadores, un tablero mejorado en el que insertar las cartas o un código para la descarga del juego para móviles (iOS y Android).
Aunque sus instrucciones están en inglés, no hay texto en sus componentes por lo que es independiente del idioma. Compuesto por un tablero, 49 cartas a modo de losetas y 25 fichas a doble cara (blanco y negro) su mecánica de juego es sencilla e intuitiva.
Tras colocar el tablero en el centro de la mesa, dividido en casillas, se reparten cinco cartas a cada jugador. El resto formará parte del mazo central. Cada carta representa un símbolo de la cultura japonesa. Así, aparecen personajes y lugares propios de la leyenda. Sin embargo, a la hora de jugar sólo importan sus números.
Una carta tiene cuatro números, uno en cada lado haciendo alusión al Norte, al Sur, al Este y al Oeste. En su turno, cada jugador colocará una de ellas en una casilla vacía del tablero en la dirección que prefiera. Tras esto, pondrá un marcador de su color justo en el centro. El siguiente jugador repite la misma mecánica y así sucesivamente.
En el momento en que uno de los lados de la nueva carta colocada esté adyacente a otra del rival, se compararán los valores de los dos lados. El que tenga el número más alto, colocará uno de sus marcadores encima de la carta conseguida, eliminando así el del contrario. Veamos un ejemplo.
En la imagen de arriba vemos como el jugador acaba de colocar una carta a la derecha. Como es suya, coloca su marcador negro sobre ella. En el lado que pega con la carta del jugador blanco aparece un 3, frente al 1 del rival. Así, deberá colocar un marcador negro sobre ella, quitando el blanco.
Uno de sus principales atractivos recae en la combinación de jugadas. Así, a la hora de quitar el marcador del contrario, se tendrá en cuenta la diferencia entre ambos números. Ésta determinará las jugadas extra que puede llevar a cabo el ganador en ese mismo turno, para seguir ampliando el número de cartas controladas.
Siguiendo con el ejemplo anterior, el jugador negro podrá capturar dos losetas (se incluye la primera). La diferencia entre ambos números era de dos y, además, le es posible llevarlo a cabo.
La partida finaliza cuando no quedan huecos libres en el tablero. El ganador será el que tenga más marcadores de su color sobre las losetas.
Onami recurre a la estrategia para dos jugadores, propia de clásicos como el ajedrez o las damas. No descuidar la parte defensiva resulta tan importante como la apuesta por los ataques constantes en un duelo que admite múltiples planes de conquista.