El metano está a punto de darme la victoria si consigo sintetizarlo. En mi mano, tengo ya el carbono y dos hidrógenos. Estoy a otros dos hidrógenos de lograr el objetivo, con el Premio Nobel asomando en el horizonte. Llega mi turno.
La fase de negociación, en la que esperaba lograr al menos uno, ha sido un fracaso. El resto de jugadores ha sospechado que la victoria estaba a sólo dos cartas y se han negado a intercambiar nada. Aún ofreciendo un cloro y dos sodios, tan difíciles de conseguir, a cambio de un simple hidrógeno.
Tendré que probar con la renovación, en la que opto por descartarme cuatro cartas y robar dos. Ni rastro de hidrógeno. No puedo sintetizar y, para colmo, esta vez Ernest Rutherford no puede ayudarme.
¿Para qué recurriría a Marie Curie antes de tiempo? Sin nada más que poder hacer por ahora, intuyo que el jugador de mi derecha ya tiene una sonrisa demasiado grande… Así es Synthesis, un nuevo juego de cartas.
SYNTHESIS, LA NOVEDAD DE BLACKCATGAMES
Synthesis es un juego de cartas de 2 a 6 jugadores, con partidas de 20 a 30 minutos de duración. Creado por Jordi Gomis, Jordi Morató y Ramon Pujol, ha sido editado y distribuido por BlackCatGames. La editorial catalana lo pone a la venta, tras un largo proceso de desarrollo y testeo.
La versión final es la unión de 161 cartas de elemento y especiales, con 60 fichas de compuesto. Con partidas que permiten elegir la dificultad o la duración, Synthesis puede definirse como un juego sencillo y estructurado, que combina el azar con la estrategia.
El objetivo es sintetizar todos los compuestos, por orden, atendiendo a su nivel. Tras terminar los estudios en la Facultad de Química, llegan las horas de trabajo en el laboratorio aunque, por suerte, acompañados de los grandes nombres de la Química.
El jugador que logre sintetizar ese último compuesto será el ganador de la partida, consiguiendo además la fama del mismo Premio Nobel. Cuenta con instrucciones en castellano, catalán e inglés.
UNA PARTIDA A SYNTHESIS
La primera tarea es elegir el nivel de dificultad o la misma duración. En las partidas más sencillas, cada jugador recibirá cuatro fichas de compuesto de bajo nivel, al azar. En las más avanzadas, para jugadores expertos, se repartirán ocho compuestos, entre los que se incluirá uno de nivel cuatro (el más complicado).
Estas fichas deben repartirse boca abajo y permanecerán así hasta que se logre sintetizarlas. La creación de los compuestos debe efectuarse por orden, es decir, deben sintetizarse todos los compuestos de nivel uno (girarse) antes de pasar a los del siguiente nivel, y así sucesivamente.
Quien logre darle la vuelta a su último compuesto, se proclamará ganador de la partida. Además de las fichas, cada jugador recibe siete cartas de elemento y una carta especial, que compondrán su mano. Se preparan las cartas atendiendo a esos dos tipos y comienza la partida.
El turno de un jugador estará formado por cuatro fases. No es obligatorio que recurra a todas ellas.
1. Fase de Negociación. Se utiliza para intercambiar cartas con otros jugadores (sólo las de elemento). Se permite total libertad para ofrecer elementos a cambio de otros y es útil tener en cuenta cuántos hay de cada uno a la hora de negociar. Por ejemplo, hay 32 cartas de oxígeno, pero sólo siete sodios o cloros.
2. Fase de Renovación. El jugador podrá descartar cartas para robar, del mazo de elementos, la mitad redondeando hacia abajo. Así, el descarte de cinco cartas permitiría robar dos.
3. Fase de Síntesis. Se descartará de las cartas necesarias que componen su compuesto actual. Las fichas de nivel uno pueden estar formadas por dos o tres elementos, muy comunes de encontrar, mientras que las de fases avanzadas pueden necesitar de hasta siete elementos.
Una vez sintetizado, girará esa ficha. Obtendrá, además, una carta especial con una habilidad a utilizar en cualquier momento. Podrá sintetizar todos los compuestos que quiera o pueda en un mismo turno, pero siempre siguiendo el orden de niveles.
4. Fase de Final de Turno. El jugador deberá tener siete cartas de elemento en la mano, robando o descartando las necesarias.
Synthesis incluye cartas de comodín, que hacen la función de cualquier elemento. Las cartas especiales, por su parte, permiten robar cartas a otros jugadores, del mazo de descartes o del mazo de elementos. También se utilizan para sintetizar un compuesto (a excepción del último), eliminar uno creado por otro jugador o intercambiarlos.
Es el ácido acetilsalicílico el que cancela cualquier efecto. Una de estas cartas especiales también puede obtenerse con el descarte de dos cartas de hidrógeno y una de oxígeno (agua). El número máximo de estas cartas en la mano es de tres.
¡MALDITO BICARBONATO DE SODIO!
Una caja acolchada, sin espacios libres ni innecesarios. Pequeña, pero con más de medio kilo de cartas y fichas. En su interior, nos esperan unos componentes de calidad: una fichas duras por destroquelar y unas cartas resistentes, de puntas redondeadas.
Leer y comprender sus instrucciones apenas llevará unos cuantos minutos. Éstas son claras y concisas, y explican cualquier duda que pudiera surgir. Al igual que la hoja de ayuda, que evita los textos en las cartas. Unas reglas así ya son una señal de que estamos ante un juego con turnos muy organizados, más que probado, y sin fallos en su ejecución.
Lo lógico sería decir que estamos ante un juego instructivo. Conoceremos qué elementos se necesitan para formar determinados compuestos y, a base de maldecir algunos, habremos acabado memorizándolos. El hecho de que otro jugador recurra constantemente a Louis Pasteur o a Dmitri Mendeleyev, invita a que queramos echar mano de «la Wiki» para saber qué hicieron realmente.
Por desgracia, este término no suele hacer justicia a un juego, no sólo de mesa. Una actividad que nos enseña conocimientos no suele presentarse como atractiva por los jugadores. Pero el hecho de que Synthesis haga reír y ponga de los nervios a personas que ven en la química el menor de sus intereses, es la prueba de que, en este caso, la función didáctica y la diversión van de la mano.
Synthesis es un juego emocionante, puesto que nunca sabemos qué turno va a ser decisivo. Para bien o para mal. Recurre a la tensión a la hora de obtener nuevas cartas, a la sorpresa con la utilización de las cartas especiales. La interacción entre turnos, con la negociación, es utilizada para evitar las pesadas esperas entre uno y otro.
El azar, a la hora de obtener nuevas cartas, está muy presente, pero también la estrategia y los planes, que pueden cambiar en cada turno. Mi primer compuesto por sintetizar es el ozono, para lo que necesito tres cartas de oxígeno. No va a ser difícil conseguirlas, pero, mientras tanto, puedo optar por varias opciones.
La primera de ellas es mirar sólo el presente. Cambio lo que tenga que cambiar y descarto lo que no necesite hasta tener esas tres cartas de oxígeno. La segunda, es pensar en el futuro. Uno de mis compuestos del nivel dos necesita sodio y cloro para poder sintetizarse y ya tengo esas cartas en la mano. Sé que aún no voy a poder girar esa ficha, pero conozco su escasez y opto por guardarme ambas cartas como un tesoro.
El límite de cartas en la mano me hará necesitar más tiempo para conseguir esos tres oxígenos, pero ya tengo un futuro compuesto casi seguro. Otra opción es centrarse en fastidiar a los rivales, con cartas especiales o con atractivos chantajes que, a la larga, podrían hundirles. En buena parte de los juegos tenemos a ese jugador competitivo que prefiere ganar tiempo acabando con el resto. Y Synthesis no es la excepción.
Con o sin ese jugador, y en mayor o menor medida, en Synthesis prima la competición. Con ella, aumentan los nervios en cuestión de segundos, la rabia y las maldiciones, no sólo hacia el resto, sino hacia el bicarbonato de sodio. ¡Con lo sencillo que parecía crear el compuesto azida de sodio! ¿Por qué le ha tenido que tocar a él?
Efectivamente. Synthesis forma parte de esos juegos en los que tan fácil nos parecen las tareas de los demás y tan imposibles las nuestras. En definitiva, una apuesta que esconde más de lo que puede parecer a simple vista, recomendada para jugones y principiantes (además de estudiantes).
Adictiva, que deja con ganas de más. Con un diseño sencillo, que relega todo su protagonismo a la jugabilidad, y con una amplia variedad de componentes distintos, que potencian la rejugabilidad. Una magnífica propuesta de BlackCatGames a la industria.
COMPONENTES DE SYNTHESIS
- 108 Cartas de Elementos Químicos
- 53 Cartas Especiales
- 60 Fichas de Compuesto (4 Niveles)
- Guía Rápida
- Instrucciones en castellano, catalán e inglés