Análisis: Overcooked

«Yo me encargo del pescado con patatas y tú de las sopas». «Ahora, prepara tú las pizzas y yo me quedo con las hamburguesas». En ocasiones, la coordinación a la hora de cocinar en equipo no supone una tarea complicada. El problema llega cuando se cocina en un barco o el restaurante se parte por la mitad, al estar situado sobre dos camiones, o cuando el helado suelo comienza a resquebrajarse.

Los dilemas pasan a ser quién busca los ingredientes y los corta y quién los fríe y los emplata. Eso sin contar con la tarea de lavar los platos o de quedarse con el extintor, para apagar el fuego en caso de que la cocina salga ardiendo.

Cuando ésta empieza a moverse o en el momento en que todas las luces se han apagado, el problema es serio. Las comandas son cada vez más complicadas y los clientes no pueden irse decepcionados. Pensado para los amantes del estrés de Diner Dash o de los clásicos juegos de restaurantes online, Ghost Town Games y Team17 ponen a la venta Overcooked, el juego de cocina por excelencia.

 

UNA LARGA CARRERA COMO COCINEROS

Reino de la Cebolla. Un enorme monstruo se ha colado en la ciudad. ¿Qué hacer para acabar con la amenaza? ¿Helicópteros? ¿Disparos? Dado que busca zamparse todo lo que pille, la mejor idea es saciar su hambre con toneladas de comida, a través de platos elaborados y bien cocinados.

Overcooked

Unos aspirantes a chefs empiezan con la misión, pero todo es demasiado caótico. Hay que cortar la lechuga y el tomate, ¿pero dónde está cada cosa? Un par de ensaladas parecen no ser suficientes para la criatura, por lo que su ira aumenta, a la par que crece el nerviosismo de los cocineros. Suerte que es posible viajar en el tiempo y convertirse en un experto.

Estamos en la década de los noventa y no hay mejor manera de aprender que viajar por todo el mundo. Un simpático profesor nos guiará por diferentes mundos hasta que estemos preparados para saciar el apetito del monstruo. Cocinaremos en entornos movedizos, escurridizos, terroríficos o ardiendo. Y, a la vez que mejoramos la habilidad, aprendemos todo tipo de recetas que pasan de una sencilla sopa a un completo burrito de pollo…

 

YA DISPONIBLE EN STEAM, PS4 Y XBOX ONE

Overcooked se define como un reto cooperativo local, de dos a cuatro jugadores, que también puede disfrutarse de forma individual. Desarrollado por Ghost Town Games, con Team17 como editores, ya se encuentra a la venta en Steam, PS4 y Xbox One.

En exclusiva en formato digital y con el castellano como idioma disponible, puede adquirirse a un precio de 15,99 euros. Una vez iniciado el juego, encontraremos dos modalidades: campaña y cara a cara. La primera representa la historia en sí, en la que un jugador o varios tratan de salvar el Reino de la Cebolla de esa gran criatura. Es en la segunda donde compiten varios, para demostrar quién ha aprendido mejor las tareas prácticas.

Estamos ante una apuesta en la que unos niveles desbloquean otros. Así, en ese modo competitivo, cocinamos en los mismos escenarios que en el modo campaña para obtener una mayor puntuación que el rival. Podemos hacerlo dos jugadores, con la ventaja de manejar a dos personajes al mismo tiempo, o por equipos.

overcooked

En la campaña, es posible completarla con tres estrellas, obteniendo la máxima puntuación en cada nivel, o simplemente superarlo para acceder al siguiente. Sin embargo, será en los niveles más avanzados donde se necesite un número determinado de estrellas, por lo que no quedará otro remedio que retroceder y obtenerlas en esos escenarios iniciales, ya muy sencillos para jugadores avanzados.

Cada universo, a recorrer con una caravana, ofrece una temática diferente. En los primeros niveles, encontramos cocinas más o menos tradicionales, aunque con peatones que se cruzan de una a otra. Después, darán paso a las heladas, con suelo resbaladizo, a las ardientes, con sus respectivas bolas de fuego, e incluso a las terroríficas, en las que no vendrían mal un par de luces.

Cocinar en el espacio, con plataformas que podemos mover a nuestro antojo se conforma como uno de los escenarios más divertidos, a la par que caóticos. Es a lo largo de todos ellos donde aprendemos a cocinar sopas, hamburguesas, pizzas, burritos o pescado con patatas.

 

ESTRÉS, GRITOS Y SUDOR, LA FÓRMULA DEL ÉXITO

Si por algo destaca esta novedad es por sorprender a los jugadores en cada nivel. Sin excepciones. Cuando no tenemos cintas transportadoras, con las que pasar y recibir alimentos crudos, cocinados o platos a los compañeros, tenemos terremotos que nos impiden acceder a una determinada parte de la cocina.

No faltan los ratones ladrones, que se llevan hasta los ingredientes ya cortados, ni los botones que nos permiten conducir utensilios hasta la zona del otro jugador. Uno de sus puntos a favor radica en que estos elementos sorprendentes y novedosos no llegan al cambiar de temática entre un mundo y otro, sino en los niveles de un mismo universo.

Overcooked analisis

Lo más habitual es que no consigamos dos ni tres estrellas en los primeros intentos de los niveles avanzados, sobre todo si optamos por jugarlo dos personas (necesitaremos menos puntuación, pero será más complicado coordinarse). Es por ello que, en ocasiones, es recomendable invertir un intento en tener localizados los instrumentos en cada cocina: las cajas de alimentos, las tablas de cortado, las ollas, las sartenes, los hornos, las freidoras, los platos limpios y el fregadero, sin olvidar el extintor.

Con este último nos enfrentaremos a un dilema importante. Lo agarraremos una y otra vez cuando lo que queramos sea coger un filete de ternera, pero no lo tendremos a mano nunca cuando haya fuego de verdad. Un verdadero estorbo, que nunca está en el lugar adecuado (no es mala idea dejarlo en un rincón antes de empezar, sin molestar, pero bien localizado).

Volviendo al cocinado, no sólo tendremos que servir los pedidos a tiempo, que serán los que nos aporten o resten puntos, sino que hay que hacerlo de una forma correcta. Esto llevará a que se quemen las sopas una y otra vez, con su correspondiente fuego, o ese pollo que tenía tan buena pinta. Y claro, con un panorama así, no faltan el sudor ni los gritos.

Siempre habrá un jugador que le haya cogido el truco a partir ingredientes antes que los demás. También tendremos al que memoriza las comandas como nadie y pide en voz alta los ingredientes que vaya necesitando. Por supuesto, también estará el que fríe y guisa más rápido. Y el imprescindible: el fregaplatos. Si no hay organización, todo será un desastre y será más que recomendable seleccionar la opción de reintentar.

Overcooked Steam

En medio de la locura, viendo como el tiempo se agota, los nervios están a flor de piel. Nos gritamos unos a otros qué necesitamos, olvidando que no somos los únicos que estamos cocinando. Siempre llegará el momento en que no tengamos platos. El instante en el que sea inaccesible llegar a determinados espacios. Aquel segundo en el que la olla cae al agua, justo cuando ya estaba lista…

Entre tanto momento estresante, en el que hasta las pruebas por equipos de Master Chef nos parezcan un simple juego para niños, también habrá momentos buenos. Y no sólo aquéllos en los que las cocinas están separadas. Disfrutaremos de niveles en los que no podíamos habernos organizado mejor. Reiremos recordando como los peatones eran, hace tres horas, la mayor de nuestras preocupaciones o las anécdotas del último nivel, el cual pensábamos que nunca completaríamos.

 

OVERCOOKED: CONCLUSIONES

Overcooked es uno de los títulos más caóticos que han visto la luz en lo que va de año. En relación a su precio y contenido, podemos decir que merece la pena. Eso sí, sólo a aquéllos jugadores que piensan jugarlo con, al menos, un amigo y que disfrutan del estrés propio de este tipo de juegos. Es fácil que, en una tarde, podamos completarlo casi en su totalidad, ya que es tremendamente adictivo.

Sin embargo, requiere de un descanso, ya que la concentración y la habilidad, elementos clave, podrían empezar a fallar a partir de las tres horas intensivas. Por ello, resulta más habitual que nos lleve dos días llegar hasta ese último nivel.

Una vez vencido el peligro, siempre nos queda completar todos los niveles con tres estrellas y disfrutar de ese cara a cara, con rejugabilidad infinita, Aunque eso sí, ya avisamos que echaremos de menos al compañero como nunca lo habíamos hecho. ¿Quién va a acercarme ahora los champiñones? ¿Y quién me va a partir la carne en trocitos?

Lo mejor que tiene Overcooked es su sencillo manejo. El jugador se moverá con el stick y tomará los alimentos, platos y herramientas con un único botón. Dejándolos en el utensilio correcto y en el lugar adecuado, se irán cociendo o friendo. Sólo necesitaremos de un segundo botón, con el que pelar la materia prima y de un tercero, si queremos correr un poco más. Estos controles facilitan que toda la atención recaiga en las tareas y en la coordinación.

Además de las sorpresas que encontraremos en cada nivel, destaca el desbloqueo de personajes. Ninguno de ellos pierde la sonrisa, ni en el peor de los momentos y ya en los últimos niveles estará disponible un amplio elenco de cocineros, animales y orcos incluidos. Para que la rutina nunca sea un problema.

Los retos ideales tienen lugar entre dos y tres jugadores (con uno todo es muy complicado y con cuatro prima el estorbo absoluto). Con ello, Overcooked es, con diferencia, el mejor juego que podemos encontrar de entre todos aquéllos que tienen como objetivo servir a los clientes de un restaurante. A su trabajada jugabilidad, se le une una estética colorida y una encantadora melodía, acorde para la ocasión.

Pero no todo podía ser bueno. La falta de un modo online o la inclusión de nuevos mundos son algunos aspectos que se echan en falta. Eso sí, nada comparado con el hambre que causa jugarlo. Y, a no ser que tengamos una pizza cerca, será un auténtico suplicio seguir avanzando en cada nivel.

 

Análisis realizado con la versión de PlayStation 4.