Análisis: RimWorld

¿Qué ha ocurrido? Pierna derecha rota, fractura de cráneo y aplastamiento de pie izquierdo. ¿Un asalto? No. Más bien ha sido una pelea provocada por los insultos. Operamos ese pie, implantamos una pata de palo y un chip en la sesera. Así podría resumirse RimWorld desde la perspectiva de un colono.

Este título convierte a sus jugadores en encargados de organizar a unos colonos espaciales que, en algunas ocasiones, rozan la locura. Pueden propinarse palizas tan fuertes como para fracturarse la columna. O pueden ser amigos e incluso amantes que acaban contrayendo matrimonio.

Además de preocuparse por ello, tienen que sacar adelante a la colonia con la creación de espacios habitables, mediante el cultivo, con la fabricación de piedras, cortando madera o produciendo comida para no acabar con desnutrición. Las tareas se combinan con atender a los gustos de los colonos majaras, a los que les molesta la suciedad y buscan vivir en habitaciones impolutas con algo con lo que divertirse.

 

UN INICIO FORZADO

Un mundo nuevo al que adaptarse después de un naufragio espacial aparece ante nuestros ojos. En un viaje galáctico, los colonos aterrizan en un planeta y se ven forzados a construir una base para sobrevivir. Los nuevos habitantes no son profesionales, pero están especializados en algo a lo que se dedicaban cuando tenían una vida en su planeta de origen.

Es por eso que resulta muy importante repartir las diferentes tareas que el juego nos ofrece. Estos habitantes del azar tienen sus preferencias entre las distintas tareas de la colonia. Pueden ser médicos, pero su sueño pasaría por cuidar animales o manufacturar piezas variadas.

Nada más llegar a este nuevo territorio, nuestros colonos saben que no están solos. No hay tiempo que perder para preparar una buena defensa. Miembros de otras facciones nos intentarán asaltar y conforme vayamos desarrollando nuestra tecnología y adquiriendo más armas, bien sea por construcción o por robo, el peligro irá creciendo.

 

FASE DE DESARROLLO

RimWorld ya se encuentra disponible a través de Steam, en sus versiones de Windows, Mac y Linux, mediante acceso anticipado. Ludeon Studios, creadores del juego, ofrecen la versión Alpha 16, lo que se traduce en un juego muy completo, aunque aún lejos de estar terminado.

Sin fecha para esa versión final, podemos decir que RimWorld es jugable totalmente. Con ello, se define como un juego de creación de bases y de historias de personajes, de estrategia y, sobre todo, de gestión.

A los contenidos con los que ya cuenta, sus desarrolladores buscan añadirles los biomas, las plantas y los nuevos animales. La arqueología, una mayor importancia de los combates cuerpo a cuerpo y la interacción entre personajes se sumarán al reto próximamente, junto a la expansión de las razas vistas hasta ahora, como los elfos.

RimWorld irá creciendo con los jugadores como referencia, escuchando sus opiniones y haciendo evolucionar el juego en torno a ellos. Además, los jugadores ya se encargan de añadir algunos aspectos que podrían mejorar la experiencia del juego mediante mods, ya que cuenta con esta maravillosa posibilidad.

 

GESTIÓN Y ESTRATEGIA

RimWorld deja en la gestión el mayor peso de entre todas sus características, pues ofrece la posibilidad de crear y cuidar la colonia de una forma completa. Existen tres escenarios diferentes con los que empezar una partida. El primero es el básico, imprescindible para aprender a jugar. Comenzamos con tres colonos y recursos equilibrados.

En el segundo tan sólo tendremos un colono, pero a cambio, es muy rico. Su dinero y sus extensas reservas de materiales nos podrían compensar. En el tercero manejamos a cinco colonos, con recursos muy pobres.

El estado de ánimo, las necesidades, la cura de heridas y el trato a los pacientes en una buena cama hospitalaria es vital para la supervivencia. Es posible crear todo tipo de materiales como armas, ropa en la mesa de sastrería, comida en la cocina eléctrica o leña, si deseamos no depender de la luz, y comerciar con ellos.

Podemos cultivar arroz, maíz, patatas o fresas para comer, lúpulo con el que elaborar cerveza o plantas con las que crear drogas. Como anécdota, es de vitar importancia tener cuidado con ellas. Si las dejamos en el almacén durante mucho tiempo, podríamos inducir a nuestros colonos a ser dependientes de ellas.

Esa misma gestión de RimWorld nos lleva a pensar detenidamente qué hacer con las caravanas y las naves de comercio que pasan por nuestro territorio, qué materiales comprarles y cuáles no.

Podremos hacer de nuestra colonia una pequeña granja, amaestrando animales, o especializarnos en la decoración de la base. Ésta también forma parte del juego, mediante la compra de muebles o elementos decorativos. Una buena idea es adquirir alfombras a los mercaderes o, simplemente, crearlas aprovechando los recursos de los que disponemos.

Aunque gestión y estrategia tienden a ir de la mano, la segunda no es tan frecuente como la primera. Aparece mediante los asaltos en el transcurso de la partida. Las diferentes facciones enemigas nos irán hostigando, por lo que para vencerlas, necesitaremos una estrategia premeditada o conseguir prisioneros (si es que no acabamos con ellos).

Con éstos, podrán surgir verdaderas amistades. En algunos casos, es posible reclutarlos. En otros, podremos elegir entre liberarlos o ejecutarlos. Con la liberación, mejoraremos las relaciones con la facción a la que pertenezcan. Con la segunda, se potenciará lo contrario. Eso sí, debe tenerse en cuenta que cuando hagamos prisionero a un colono o lo rescatemos de una facción enemiga, será una boca más para alimentar.

Llegados a este punto, ¿cuál es el objetivo final del juego? Éste pasa por construir una nave espacial para volar de la colonia y que cada uno pueda regresar a su lugar de origen. La tarea requerirá de echar mano del árbol de investigaciones, con el que ser expertos en fabricación de partes de una nave. Una misión muy difícil y duradera.

 

RIMWORLD: CONCLUSIONES

RimWorld ofrece mundos completamente aleatorios cada vez que empecemos una partida, con eventos diferentes. Es decir, el «narrador» encargado de los eventos puede ser una inteligencia artificial especializada en las locuras, otra que nos obligue a enfrentarnos a demasiados retos o la normal, con la que aprender qué nos hará crecer.

Todo amante de la gestión de recursos encontrará en RimWorld un completo juego, ya que incluye casi todos los elementos que caracterizan al género. Bien es cierto que se pueden añadir más, pero en su fase Alpha 16 ya puede considerarse que va por muy bien camino.

Uno de sus principales atractivos son los estatus de los colonos. Si uno de ellos es científico, nos vendrá genial a la hora de investigar bien y rápido. Sin embargo, no podremos relacionarlo con tribus vecinas. Como consejo final, informamos de que las colonias concentradas resultan un blanco fácil para fuegos y explosiones, pero a cambio, son más fáciles de defender. Una colonia numerosa no tiene por qué ser mejor, puesto que la escasez de comida se convierte en uno de los grandes peligros.

Los textos resultan fundamentales en un juego así, y cabe destacar que éste se encuentra traducido a varios idiomas, entre ellos el español. En cuanto a gráficos, es muy parecido a Prison Architect, pero sus posibilidades son casi infinitas en comparación con éste.

Como es lógico, RimWorld también cuenta con aspectos negativos en cuando a jugabilidad. Aunque resulta muy completa, puede ser algo monótona. Tras varias horas de juego, podemos levantar la cabeza y darnos cuenta de que no ha cambiado mucho desde que hemos iniciado la partida.

Si pensamos adquirirlo, tenemos que tener claro que no es una versión final y que no gustará a jugadores que buscan gráficos espectaculares. RimWorld tampoco cuenta con multijugador, ni con interacción entre participantes reales, algo a tener en cuenta antes de pasar por caja.