Año 1336. El emperador apenas tiene autoridad, por lo que un grupo de daimios aprovecha la ocasión para reclamar el poder. Controlar Japón no es una tarea sencilla. Requiere de la lealtad de otros señores y del dominio de los cultivos de arroz, entre otros elementos.
Samurái se define como «un juego de colocación de fichas». Creado por Reiner Knizia, contará con una edición en castellano el próximo mes de marzo, distribuida por Edge. La editorial resume los principales aspectos de esta novedad.
SAMURÁI Y SUS MINIATURAS
Samurái es un juego de mesa de 2 a 4 participantes, con partidas de 30 a 60 minutos de duración. Su edición original se puso a la venta en 1998 y es ahora cuando Edge edita su versión en castellano, respetando el diseño de la reedición de Fantasy Flight. Llegará a las tiendas el próximo mes de marzo, a un precio de 49,95 euros.
Se trata de una apuesta de Reiner Knizia, con ilustraciones de Franz Vohwinkel. Su acción se desarrolla en el Japón feudal, época aprovechada por los daimios para hacerse con el dominio de la tierra y sus recursos y, en definitiva, de todo el territorio. Comienza, así, una etapa protagonizada por clanes enfrentados.
Los jugadores, en la piel de esos poderosos señores, se harán con la victoria si consiguen ganarse el favor de los nobles guerreros de élite, conocidos como samuráis, y unificar toda la nación. Lo harán haciendo uso de una herramienta principal: la sabiduría.
Como juego de colocación de fichas, tendrán que recurrir a la estrategia para establecer su influencia sobre otros señores y apostar por una eficaz producción de arroz. El intercambio de favores con los líderes religiosos también debe ser una acción a tener en cuenta.
Con el objetivo de crear partidas diferentes unas a otras, Samurái cuenta con un tablero modular, en representación de las cuatro islas principales de Japón. Se dividen en hexágonos de tierra, población y mar y, conforme aumente el número de jugadores, lo hará también el tamaño del tablero.
Se complementa con las miniaturas de budas, castillos y arroz, dispuestas a hacer las delicias de todos los jugadores. Mientras que las primeras representan a la religión, las segundas hacen alusión al poder militar. Es el arroz el responsable de marcar el comercio.
Esas miniaturas se sitúan en las distintas poblaciones del tablero al principio de la partida. Los jugadores lucharán por conseguir la mayor cantidad de ellas para hacerse con la victoria. Más concretamente, quien tenga más de un determinado tipo será el líder de esa casta. El que domine más castas será el vencedor absoluto.
A través de unas reglas sencillas, pero con una estrategia difícil de dominar, cada participante podrá colocar, en su turno, una ficha de su mano en un hexágono libre. Con ellas, se podrán reclamar los recursos de las poblaciones adyacentes.
Así, mientras que una ficha de buda sirve para reclamar una miniatura de religión, una de castillo lo hará para obtener una militar. Como ya hemos visto antes, una ficha de arroz serviría para tratar de conseguir miniaturas de comercio.
Con el fin de crear trampas para los rivales, Samurái también cuenta con fichas de barco, ronin y samurái, consideradas fichas comodín. Éstas pueden situarse en hexágonos de mar, u ofrecer la posibilidad de colocar más de una ficha en el turno.
COMPONENTES DE JUEGO
- 80 Fichas
- 3 Fichas de Líder
- 13 Miniaturas de Castillo
- 13 Miniaturas de Buda
- 13 Miniaturas de Arroz
- 4 Pantallas
- Tablero
- Instrucciones