Los nervios están al rojo vivo. Soy el encargado de una pequeña base militar, que ya cuenta con lo básico. Es mi deber hacerla crecer militarmente. Casi con toda seguridad, ya hay enemigos hostiles alrededor. Empecemos expandiendo el lugar. Un habitáculo por allí, otro por aquí. Tampoco está de más un cañón.
¿Qué me conviene más, un mortero incendiario o un francotirador para ir desgastando al enemigo poco a poco? Forts nos pone en la piel del responsable de una base militar, a expandir para ocupar más terreno, sin descuidar ni un segundo el arsenal. El enemigo siempre se encuentra al acecho y cualquier fallo puede pagarse con la derrota. Descúbrelo en nuestro análisis.
FORTS, YA A LA VENTA EN STEAM
Forts es un juego de estrategia en tiempo real, que supondrá todo un desafío para las personas que estén acostumbradas a la estrategia por turnos. Esta novedad ya se encuentra disponible en Steam, en su versión para Windows, por 14,99 euros. Su edición especial, valorada en 21,98 euros, incluye el juego y la banda sonora. Cuenta con interfaz y subtítulos en castellano.
Desarrollado por EarthWork Games, recurre a la dificultad como una de sus principales características. La física resulta vital en esta apuesta, ya que tenemos que diseñar y personalizar nuestras bases sobre la marcha, mientras los enemigos (inteligencia artificial o jugadores reales) hacen lo propio.
La cosa no se queda ahí, ya que diseñar la base sin puntos débiles es algo vital, que requiere de la máxima concentración. Al menos en las diez primeras partidas. Si se pone toda atención en la construcción de la base, sin pensar en las armas, o no se añaden las más potentes, el rival nos hará papilla hasta en la mínima dificultad.
EL RETO DE LA PRIMERA PARTIDA
Podemos decir, casi con total seguridad, que resulta más que difícil hacerse con la victoria durante la primera partida. Supone todo un reto construir la base y las armas de forma simultánea. Se crea, con ello, una situación estresante, aunque también satisfactoria. De esta forma, se potencian su rejugabilidad y su carácter adictivo.
No hay dos partidas iguales. Éstas pueden ser rápidas, para bien o para mal, o largas, como resultado de un constante desgaste en el que todo se viene abajo por un pequeño error. Sin embargo, hasta que no tengamos una idea de cómo avanzar en los distintos escenarios que nos plantea el juego, no podremos alcanzar la victoria.
Las estrategias son casi ilimitadas, ya que cada uno puede optar por hacer lo que le plazca. Pero, sin duda, el equilibrio entre la construcción y la defensa con la ejecución de ataques es clave para el éxito.
Debe tenerse en cuenta que en Forts contamos con dos tipos de recursos: la energía y el metal. El primero es el recurso a potenciar cuando el juego ya está avanzado. El segundo resulta vital para crear estructuras, ya sean edificios, ampliaciones de la base y armas.
A medida que consigamos una base más amplia, podremos ir colocando edificios que nos desbloquearán armas más fuertes, como son los morteros, los misiles, los cañones y los imparables ataques con plasma. Todos ellos hacen uso de energía.
Ésta se consume en grandes cantidades por las armas, sobre todo por las más potentes. Es por ello que tendremos a nuestra disposición baterías, con las que aumentar el límite de almacenamiento. La energía se producirá, en mayor cuantía, si colocamos una central eólica en un lugar que pueda recibir el golpe del aire en sus aspas. Estarán expuestas al enemigo, pero si las cubrimos, se reducirá su eficacia.
Por su parte, el metal también puede ampliar sus límites con los almacenes. Las minas son las estructuras que incrementarán la producción de metal, para ser colocadas en los cimientos.
ARMAS PARA EL ATAQUE Y DEFENSAS
Forts cuenta con distintos tipos de armas, ideales para atacar. Las metralletas sirven para contener los misiles y los morteros enemigos, o incluso para debilitar algo las estructuras de madera del enemigo. El francotirador tiene la función de acabar con objetivos concretos y fijar, mediante láser, el lugar donde deben caer los misiles.
Por otro lado, los misiles tan solo se pueden construir en cimientos como las minas. Es por eso que, en ocasiones, tendremos que elegir entre uno u otro. Tienen una potencia de fuego más que considerable. Mientras tanto, los morteros incendiarios son capaces de hacer arder las estructuras de madera y acabar con todo hombre que se acerque al incendio.
Respecto a las armas más poderosas, encontramos el cañón. Gasta una gran cantidad de energía y se carga muy lento, pero su potencia de fuego rompe casi cualquier defensa. Por último, el cañón de plasma invierte más energía y se carga más lento que el tradicional, pero a cambio, su láser es el elemento más destructivo que existe en Forts.
En cuanto a las defensas, podemos construir nuestra base con diferentes materiales. La madera, como base de toda estructura, es barata, pero débil ante los ataques enemigos. El blindaje se coloca en zonas que queremos proteger. Los disparos de las armas básicas rebotan y son capaces de aguantar golpes de misiles. Eso sí, quedando casi inservibles.
La madre de todas las defensas son los escudos, que protegen de todas las armas. Lo hacen sufriendo daños y, a veces, acaban destruidos. Por suerte, todo lo que haya atrás no va perecer al primer golpe. La parte negativa es su elevado precio, así como el mantenimiento con electricidad.
No podemos olvidarnos de las puertas blindadas ni de las cuerdas. Las primeras se abren y se cierran para dejar disparar, aunque de una forma lenta. Las segundas se utilizan para fijar cualquier estructura que no cuente con una base de cimiento, ya que se pueden agarrar a cualquier zona.
MODOS DE JUEGO Y COMANDANTES
El primer modo de juego que encontramos en el menú principal es la campaña. Ésta nos permite disfrutar, poco a poco, de una experiencia llena de humor. Sirve como buena preparación para los combates, que van aumentando de dificultad.
La campaña también nos cuenta la historia de Forts, dando respuestas al porqué podemos construir una base casi en mitad de la nada. Se relaciona con una lucha entre facciones por hacerse con un yacimiento de petróleo muy particular.
El modo sandbox es otra posibilidad para las personas que quieren probar estrategias o, simplemente, jugar sin oposición. El rival no disparará, puesto que podemos construir por él su estructura y sus armas.
En contraposición, encontramos el modo escaramuza, que nos lleva a competir en una partida contra la máquina, de manera rápida y completa. Existen dos maneras de hacerlo: construyendo una base desde el inicio o controlando una base ya creada.
Por último, el modo multijugador nos permite competir o cooperar con hasta ocho jugadores, tanto en local como en online. Estas batallas son de todo menos lentas y llegan al unirnos a partidas ya creadas o iniciando la nuestra propia. Existe la posibilidad de crear esa partida en privado, para luchar contra amigos, o de forma pública. El chat siempre estará presente.
Dentro de Forts, se distingue una opción llamada comandantes, con sus correspondientes ventajas. Puede activarse antes de configurar una partida multijugador para introducir la figura de hasta nueve comandantes.
Se encuentran divididos en tres facciones: el Imperio del Águila se especializa en aumentar el daño y la precisión de las armas; los miembros del Ejército Dragón reducen los costes y aumentan la capacidad de los depósitos de almacenaje, además de aumentar la rapidez en la construcción; la Alianza del Oso de Hierro permite una reparación más eficaz en las estructuras y rebaja el coste del blindaje y las puertas.
FORTS: CONCLUSIONES
Forts es un título de estrategia, capaz de absorber al jugador durante horas, sin apenas darse cuenta. Los enemigos crecen y la dificultad va subiendo a los pocos minutos de empezar a jugar. Representa un desafío en sí mismo y destaca por su amplio abanico de posibilidades.
Sin embargo, puede ser llegar a ser algo corto cuando ya nos hemos acostumbrado. Las armas acaban siendo insuficientes y, tal vez, echemos de menos algo de más variedad en la mitad de las partidas. Debe tenerse en cuenta que sus gráficos no son realistas, pero se acierta de lleno con sus semejanzas con el estilo cartoon.
A simple vista, sus controles son precisos y sencillos, aunque a la hora de construir no todo es de color de rosa. Sí que es cierto que no resulta difícil construir, pero esta acción puede llegar a frenarnos por el punto de lentitud con cada trozo de base. Y si mientras no paran de llegar los ataques, la desesperación puede aumentar.
Estamos ante un gran juego respecto a calidad/precio. No aporta mecánicas revolucionarias ni especialmente novedosas, pero se asegura la diversión, sobre todo en su modo online.
Gustará a los amantes de los ‘tower defense’, a la par que puede irritar a quienes no estén acostumbrados a él. Al fin y al cabo, todo lo construido después de tanto tiempo puede diluirse en cuestión de segundos, imitando al azúcar en el agua.