Dragon Rush: ¿la victoria de Nimerac?

Dragon Rush

Los diamantes podrían añadir a mi reserva la suficiente energía mística para competir en condiciones con los demás. Un rubí, una esmeralda y un zafiro sobre mi bebé dragón no son una buena señal. ¿Es, por tanto, el mejor momento para gastar mi preciada moneda de oro?

En Dragon Rush priman la sencillez y la rapidez a la hora de crear filas de gemas. Sin embargo, como se puede comprobar desde los primeros minutos de partida, los planes estratégicos y la toma de decisiones no pasan a un segundo plano. Prueba de ello es que la mala suerte pueda solucionarse de formas muy distintas.

 

GEMAS, MONEDAS, HUEVOS DE DRAGÓN Y CENIZA

Dragon Rush es un juego de tablero de 1 a 4 jugadores. Recomendado para mayores de 6 años, ofrece partidas de 60 minutos de duración. Estamos ante una creación de José D. Méndez, con un diseño de Jorge Carrero, Cristian Casado y África Mir.

El que es el tercer juego de mesa de Vedra Games ya se encuentra disponible, a un precio de 24,95 euros. Tras la publicación de Colonial Space Wars y Golf ‘n’ Roll, la editorial lanza una propuesta familiar, con componentes independientes del idioma e instrucciones en castellano, inglés, alemán y francés.

En ella, los participantes se ponen en la piel de bebés de dragón. No hay mejor alimento para ellos que las gemas y las monedas, por lo que su madre no duda en rociarles con estas riquezas. Busca saber cuál de todos será el más fuerte, tras haber acumulado la mayor cantidad de riqueza.

Dragon Rush
Componentes de juego.

Con un sistema que recuerda al popular videojuego Candy Crush Saga, el objetivo es ir formando filas de gemas y monedas de un mismo tipo. Crearlas traerá consigo recompensas, en forma de puntos de energía mística o monedas, con sus ventajas. Los huevos de dragón y las nubes de ceniza añaden dinamismo al reto.

 

DRAGON RUSH: UNA PARTIDA

Antes de empezar, se sitúa el tablero en el centro de la mesa, junto a las fichas de energía mística. Se introducen todas las demás en la bolsa. Las gemas cuentan con una moneda de oro, de plata o de bronce en su reverso. Cada participante escoge un dragón, tomando su correspondiente carta.

Tras dejar a un lado de la ficha de fortuna, comienza el juego. Durante su turno, el jugador lleva a cabo cuatro fases. Se repite la misma mecánica hasta que no puedan introducirse más fichas en el tablero. Quien tenga la mayor cantidad de puntos de energía mística será el vencedor.

1. Determinar la fortuna. 

El participante muestra el lado de su carta de dragón por la cara que desee. Mientras que uno deja espacio para una columna de fichas, el otro tiene forma de ‘L’.

Otra opción es lanzar la ficha de la fortuna. Si aparece la madre dragón alegre, la dejará por su lado recto; al mostrarse su cara enfadada, se deja por el contrario.

2. Formar la triada. 

Se toman tres fichas de la bolsa para situarlas sobre los espacios de la carta, desde abajo hacia arriba. Se mostrará la cara de gema o la de moneda, en función de cómo se hayan extraído.

3. Colocar la triada y soltarla. 

La carta de dragón se sitúa junto al tablero, en cualquier espacio, siempre que sus casillas coincidan. Puede rotarla en cualquier dirección. A continuación, se desplazan las piezas en línea recta desde la carta hasta el tablero, atendiendo a la dirección escogida.

Debe tenerse en cuenta que todas deben entrar en el tablero y que todas frenarán su movimiento al chocar contra otras o contra la casilla negra central, denominada fondo (aunque sólo una tome contacto).

Dragon Rush
Preparación de la partida.

4. Explosión y puntuación.

Si se ha creado una línea horizontal, vertical o diagonal con tres gemas o monedas de un mismo tipo, como mínimo, se retiran. Todas las gemas son devueltas a la bolsa, aunque antes se utilizan para puntuar.

Una fila de rubíes, esmeraldas, zafiros o topacios otorga dos puntos de energía mística al jugador. Si la fila fuese de ónices, el participante tomaría un punto de energía mística; si fuese de diamantes, tres.

Por cada gema que supere el largo de tres, recibe un punto extra. Eliminar una fila de gemas del mismo color que el dragón propio, suma otro adicional, al igual que por cada fila que explote de forma simultánea. Explotar una fila de gemas de su mismo color mediante un huevo o con el pago de monedas, le confiere un punto por ficha.

En el caso de las monedas, el jugador se queda con una. Las demás se devuelven a la caja. Una fila de tres monedas de plata otorga un punto y una de oro, dos. Las que formen parte de la reserva pueden devolverse a la bolsa tras determinar la fortuna o antes de puntuar si se quiere utilizar su efecto.

Así, una de cobre permite voltear una ficha del tablero, mientras que una de plata se utiliza para girar dos o para hacer explotar una. La de oro puede canjearse para voltear tres, para explotar dos o para mover una ficha a una casilla adyacente.

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La ficha de la fortuna y sus situaciones inesperadas.

Debe tenerse en cuenta que existen las fichas de huevo de dragón y las de nube de ceniza. Las primeras hacen explotar a todas las fichas de su alrededor al entrar en juego, devolviéndose a la bolsa y dejando el huevo en una pila de la casilla de fondo.

Por cada gema explotada del color del dragón propio, el jugador recibe un punto. Por último, las segundas no desaparecen al acumularse, ya que no crean filas. Sí que se retiran al formar parte de una explosión.

 

DRAGON RUSH: CONCLUSIONES

Nimerac tiene ilusiones, sueños y aspiraciones. Es un recién nacido, pero ya tiene claro su futuro perfecto. Sabe que, en diez años, va a querer dormir tanto como ahora. Es consciente de que seguirá siendo un amante de la comida.

Hay rumores sobre la utilidad de los dragones. Cada vez más, los ejércitos de humanos buscan fortalecerse con su ayuda y la pequeña criatura azul no está dispuesta a trabajar cual becario explotado hasta el fin de sus días. ¡Faltaría más!

La única forma de evitar esas eternas jornadas laborales, es convertirse en el rey de la caverna. En caso de hacerlo, ya tendría un trabajo que le permitiese cumplir con sus dos ilusiones, por lo que nadie podría exigirle marchar a la batalla.

Sus hermanos también quieren ese maravilloso puesto, por lo que no hay espacio para el compañerismo. Nadie puede frenarle y empieza a crear triadas como churros. Siempre busca los mejores lugares sobre los que soltarlas, consciente de que sólo habrá una oportunidad.

Dragon Rush
Escoger el mejor lugar es clave para la victoria.

Utiliza los valiosos huevos para explotar las gemas de su color y, ya de paso, alguna otra de los colores contrarios. Aprovecha las nubes de ceniza para bloquear e invierte su dinero intercambiando diamantes. Tanto esfuerzo debería ser suficiente para machacar a Fulgor y a Serpissus. Aunque ahora que lo piensa, le ha cogido el gustillo a la batalla…

Dragon Rush se define como un juego abstracto y familiar. Sus reglas sencillas y sus turnos estructurados lo convertirán en una propuesta perfecta para disfrutarse con niños. Éstos no sólo disfrutarán de su ambientación (y de su aplicable y más que recomendado elemento narrativo), sino de su emocionante extracción de fichas.

Aprenderán a optimizar espacios, a mirar en perspectiva y a aprovechar las recompensas ganadas. Potenciarán la socialización, la comunicación y la imaginación. ¿Y qué ocurre con los no tan niños?

Los adultos también valorarán esa emoción en la extracción, así como el reto propuesto en cada turno. Las estrategias más o menos planificadas, que acaban dándose la vuelta por completo creándose situaciones inesperadas, se completan con una amplia interacción y competición.

Aunque queda lejos de agradar a quienes disfrutan de propuestas complejas y con ciertos jugadores sus turnos pueden resultar algo monótonos, sí que hará las delicias de quienes buscan títulos sin demasiadas complicaciones.

Su sistema toma la esencia de los juegos para móviles en los que combinar piezas de un mismo color, dispuesto a encantar a los más adictos. En su modalidad básica, el azar tiene un peso importante. Sin embargo, podemos controlar más de lo que parece a simple vista.

Dragon Rush
Las monedas y su compra de ventajas.

Si tenemos una triada perfecta, más nos vale dejarla caer en el mejor sitio. De lo contrario, podríamos regalar una buena cantidad de puntos al siguiente. Por el contrario, fichas poco útiles pueden acabar siéndolo.

Los huevos pueden darnos algún punto adicional, aunque también pueden destrozar líneas que beneficiarían, y mucho, al rival. Las nubes de ceniza serán el estorbo imprescindible. ¿He bloqueado una línea amarilla? ¡Cuánto lo siento! Las fichas y monedas nos permitirán ir creando líneas o, también, bloquear espacios.

Quizás nos convenga ir agotando los últimos espacios del tablero o tratar de formar líneas azules y pedir a los dioses que continúen ahí en el siguiente turno. La utilización correcta de monedas también soluciona malas jugadas.

Algo parecido ocurre en sus cuatro variantes adicionales. La rejugabilidad de Dragon Rush es máxima (las extracciones y las posiciones de las cartas no son iguales), algo que se potencia añadiendo distintos finales u objetivos.

Así, en Ruleta Dragón, la partida termina al explotar todos los huevos. En Rey de la Caverna, el vencedor será quién conserve la ficha de Rey de la Caverna. Estará en posesión de quien haya creado la fila de más puntuación, cambiándose por completo los planes.

En Muerte Súbita, prima la rapidez, puesto que el ganador será quien sume 20 puntos. En Cuenta Atrás, aparece el robo de puntos. Se empieza el reto con 10 puntos y se pierden cuando otro puntúe.

Con ello, estamos ante un juego con una larga vida, abierto a posibles modos y variantes caseras. ¿Qué tal utilizar los huevos como desplazador de fichas? ¿Y si las monedas tienen su función para determinar al rey de la caverna? ¿Nos dividimos en equipos?

Dragon Rush
Los preciados puntos de energía mística.

Hablando de rejugabilidad máxima, recomendamos recurrir siempre o nunca a la ficha de la fortuna. Es decir, anunciar al principio de la partida si todos la utilizaremos o si no. Con ella, aumentan los giros y los finales inesperados. Sin ella, la estrategia gana terreno.

Aunque Vedra Games optó por cancelar la campaña en Kickstarter de Dragon Rush, finalmente ha conseguido publicarlo. El resultado es un juego repleto de fichas, de las que destaca su resistencia. Su tablero y sus cartas cuentan con una calidad distinta, aunque también prometen aguantar un buen número de batallas.

Así, esta colorida propuesta ofrece competiciones divertidas y sorprendentes. No incorpora mecánicas revolucionarias, pero cumple por completo su función: entretener durante tardes enteras, demostrando que los juegos de mesa son capaces de reproducir cualquier sistema y cualquier universo.

 

COMPONENTES DE JUEGO

  • 124 Marcadores de Gema
  • 24 Marcadores de Energía Mística
  • 24 Fichas de Nube de Ceniza
  • 12 Fichas de Huevo de Dragón
  • Ficha de Fortuna
  • Ficha de Rey de la Caverna
  • 4 Cartas de Dragón
  • Bolsa de Tesoros
  • Tablero
  • Instrucciones (castellano, inglés, francés y alemán)

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