Forbidden City: la estrategia clásica en un precioso escenario

Forbidden City

Es difícil acostumbrarse a tanta belleza y majestuosidad juntas. Por muchos años que pase junto al Templo Imperial, no hay día en que no me maraville con sus vivos colores, con sus fachadas y con sus dimensiones.

Ahora que el emperador Zu Yang Wei ha tomado el control, es mi momento para destacar. Es demasiado joven, por lo que precisa de alguien que le guíe por el buen camino. Ya de paso, yo también necesito asegurarme una buena posición. Empezaré por adentrarme en las habitaciones prohibidas y por mostrar el poderío de mi dragón.

Antes de que el mío comience a hacer gala de sus capacidades, descubro que uno de mis compañeros está rodeado de tres dragones. Al parecer, todos queremos lo mismo y la competición no será sencilla. Así es Forbidden City, un nuevo juego estratégico de colocación de losetas.

 

LA CIUDAD PROHIBIDA DE REINER KNIZIA

Forbidden City es un juego de mesa abstracto de 2 a 4 participantes, con competiciones de 30 minutos. Recomendado para mayores de 8 años, es una creación de Reiner Knizia, uno de los autores más populares del sector. Sus ilustraciones son obra de Paul Windle.

Forbidden City
Preparación de la partida.

Esta novedad forma parte de la línea de juegos estratégicos de Jumbodiset, junto con el ya reseñado How to Rob a Bank. Al igual que él, recurre a unos componentes independientes del idioma y a unas instrucciones en castellano, portugués, francés e italiano. Ya está llegando a las tiendas.

Su acción se sitúa en el palacio imperial, también conocido como la Ciudad Prohibida. La corta edad del nuevo emperador chino es aprovechada por sus consejeros para aumentar su influencia. Lo harán ocupando habitaciones, recurriendo a dragones y, en definitiva, tratando de ganar tantas monedas chinas como puedan. Lástima que todos tengan el mismo plan…

 

FORBIDDEN CITY: UNA PARTIDA

Cada jugador escoge un color para recibir sus correspondientes losetas. Las baraja para dejarlas a su alcance, en forma de torre. En el centro de la mesa se sitúan el templo, sobre el tablero escogido, y las monedas. Se inicia la partida.

El turno de un jugador comienza situando una de sus losetas sobre el escenario. Es obligatorio que esté adyacente a otra ya colocada, como mínimo, y que las paredes separen las habitaciones de distinto color. Finaliza con el robo de otra. Se repite la misma mecánica, hasta llegar a las dos últimas losetas.

Forbidden City
El cierre de habitaciones, fundamental para la obtención de puntos.

A lo largo de la competición, los jugadores irán cerrando distintas habitaciones (verdes, rosas o blancas). En el momento en que eso ocurra, se cuentan cuántos consejeros tiene cada uno en esa habitación. Quien tenga mayoría, recibe toda la puntuación correspondiente al cierre. El siguiente, la mitad.

Ahora bien, ¿cómo se puntúa? Cada ficha que compone una habitación sellada otorga un punto, mientras que cada dragón que hubiera en ella, suma tres. Deben tenerse en cuenta las habitaciones contiguas, sin importar si están cerradas o no. Son aquéllas que están directamente conectadas por una puerta.

Cada ficha también vale un punto y cada dragón tres. Las que tengan una puerta sellada con una pared no se tendrán en cuenta. Las monedas chinas son las encargadas de marcar la puntuación.

En el momento en que los jugadores sólo cuenten con dos losetas, las giran. Por cada consejero que aparezca en ellas (de uno a tres), reciben dos puntos. Por cada dragón, tres. Se cuentan las monedas para determinar quién tiene la mayor cantidad de puntos, convirtiéndose en el ganador.

 

FORBIDDEN CITY: CONCLUSIONES

Como ya preveía antes, convertirme en el consejero predilecto de Zu Yang Wei no iba a ser fácil. Las monedas son la forma de medir el poderío y, por desgracia, no dispongo de demasiadas. ¡Malditos dragones traidores!

Forbidden City
El aprovechamiento de cada espacio será determinante para la victoria.

La suerte no existe en este mundo, por lo que mis últimas losetas y mi inteligencia deben combinarse de la mejor forma posible. Reflexiono sobre mis opciones. Puedo unirme a la competición de mayorías en la estancia rosa o cerrar la verde, con sus jugosos puntos.

Otra opción es crear una nueva, aprovechando ese espacio tan perfecto, para beneficiarme de las impresionantes habitaciones contiguas. Las posibilidades son variadas, pero sólo una mente clara será capaz de sacarles el máximo provecho. Mi plan parece dar resultado y, ni las sorpresas del final, pueden conmigo. Me he hecho con el poder de la Ciudad Prohibida.

Forbidden City es un juego de colocación de losetas que combina la estrategia con un sistema de mayorías. El azar sólo está presente a la hora de barajar las losetas, para potenciar la rejugabilidad y obligar a los cambios de planes entre partida y partida. Por tanto, la concentración y la mirada en perspectiva se conforman como sus grandes herramientas.

El nuevo juego de Reiner Knizia ha sabido reinventar mecánicas clásicas, ofreciéndonos lo mejor de los juegos tradicionales. La competición nos transportará no sólo a territorio oriental, sino al pasado. ¿El resultado? Una propuesta capaz de enganchar a los amantes de la estrategia clásica y de atraer a los aficionados a los juegos modernos.

Forbidden City
El ganador será quien tenga la mayor cantidad de puntos, representados en monedas.

Sus reglas son extremadamente sencillas y la colocación de losetas respeta la misma lógica. Sin embargo, volvemos a encontrarnos un juego fácil de comprender y complicado de dominar. El nivel de los rivales será el que marque la dificultad del juego, por lo que disputar una partida contra un experto en el género acostumbra a ser un fracaso.

La parte positiva es la adicción que se crea cuando busquemos ganarle al maestro de la estrategia. Querremos disputar una partida tras otra. Iremos obteniendo experiencia y la victoria ya no será algo inalcanzable.

Destacan su original forma de puntuar, donde atender a las habitaciones contiguas, y la interacción constante entre jugadores para competir por cada habitación. Ese control de zonas se encuentra ligado a la toma de decisiones constante, basadas en el aprovechamiento de cada espacio.

Como ya hemos visto, en cada reto se crean disposiciones nuevas, por lo que hasta el último momento no habrá nada escrito. Un hueco encontrado a tiempo puede poner patas arriba el marcador, potenciándose la tensión y el nerviosismo a cada momento.

Forbidden City
El templo, el gran protagonista del juego.

Forbidden City cuenta con un tablero reversible sobre el que colocar el templo. Ambos sirven para variar la dificultad, obligando a llevar a cabo colocaciones de losetas más o menos precisas. También ellos contribuyen a crear una apuesta rejugable.

Como juego estratégico, las competiciones a dos son las que más brillan. Se crean auténticos duelos que poco o nada tienen que envidiar a los clásicos. A más participantes, se reducen piezas y se aumenta la interacción, aunque también crecen los momento de análisis parálisis. Todo se vuelve más caótico, al incrementarse las formas de colocación, a la vez que crece la espera entre turnos.

Con todo ello, esta novedad no puede faltar en la estantería de los amantes de la estrategia. Aporta los suficientes cambios y elementos originales como para tener cabida entre otros representantes del género. Sorprende, divierte y deja con ganas de más, algo de lo que no todos los juegos pueden presumir.

Por su parte, las competiciones con los más pequeños tampoco tienen desperdicio. Se potencia la concentración, la relación entre causa y efecto y el esfuerzo como forma de alcanzar el objetivo. Refuerza las operaciones matemáticas simples y la capacidad de observación, a la vez que les lleva a relacionar formas y colores.

Forbidden City
Componentes de juego.

Esta unión entre entretenimiento infinito y valores educativos, básica en un buen juego de mesa, se complementa con una estética a la altura. El cuidado diseño ya parece ser una de las señas de identidad de Jumbodiset y, en este caso, la gran estrella es su precioso templo en tres dimensiones.

A su alrededor, se construye un colorido escenario marcado por los laberintos. Las preciosas monedas hacen el resto. Como apunte, es necesario tener mucho cuidado al destroquelar las monedas y al guardar el templo de nuevo en la caja, tanto si elegimos desmontarlo como si no. Las losetas podrían aplastarlo, acabando por completo con él.

 

COMPONENTES DE JUEGO

  • 30 Losetas Moradas
  • 30 Losetas Naranjas
  • 24 Losetas Rojas
  • 24 Losetas Azules
  • 84 Monedas Chinas
  • Templo Imperial
  • Tablero a Doble Cara
  • Instrucciones (castellano, portugués, francés, italiano)

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