Pezqueñines, Tiburón comilón y Burbujas marinas dan forma a Hungry Shark. Estas tres modalidades permiten la competición entre niños a partir de los seis años, en su modo más básico, y entre los mismos adultos, con partidas repletas de dificultad.
De 2 a 8 jugadores determinan el número de peces que aparece en el escenario. Mientras que los tiburones no dudarán en comerse a todo el que se ponga por delante, los pulpos policía protegen a los pobres pececillos. Así, además de potenciarse la concentración y a la rapidez mental, se practica con el cálculo simple.
Obra de Eugeni Castaño, ilustrada por Ramsés Bosque, ya forma parte del catálogo de Átomo Games. Tras exponer nuestras conclusiones en una reseña y resumir su mecánica en una galería de imágenes, explicamos sus reglas completas en un vídeo tutorial. En dos minutos y medio enseñamos cómo jugar en todos sus modos, con ejemplos incluidos.
