Shadows in Kyoto: reminiscencias clásicas en un nuevo duelo

Shadows in Kyoto juego

Vuelta a la misma calle. A aquélla donde, no hace mucho tiempo, fracasé como nunca antes lo había hecho. He vuelto a traer objetos con los que llamar la atención de las elegantes mujeres. Esta vez, no me dejaré engañar. Mi seguridad me permite percatarme de que algo no va bien. Así es Shadows in Kyoto.

 

UN CONFLICTO ESTRATÉGICO

Shadows in Kyoto es un juego de mesa para 2 jugadores, con partidas de 15 a 30 minutos, indicado a partir de los 10 años. Se trata de una creación de Wei-Min Ling, ilustrada por Maisherly Chan.

2Tomatoes es la responsable de su edición en castellano. Esta novedad se ambienta en el mismo universo que Hanamikoji, también lanzada por la misma editorial. Nos trasladamos a la famosa calle, aunque con un objetivo muy diferente.

Shadows in Kyoto set up

Con la estrategia por bandera, controlamos a los agentes del gobierno Meiji y a los espías encubiertos Oniwaban. Los segundos establecieron su sede secreta en Hanamikoji y, con la ayuda de las agentes femeninas, consiguieron asesinar al secretario de estado.

La reacción de los primeros no se haría esperar. Crearon su propia agencia de inteligencia, con una avanzada tecnología que les permitiría tomar ventaja. El conflicto se extendió, siendo la misión de los participantes decidir el destino.

 

SHADOWS IN KYOTO: UNA PARTIDA

Tras escoger un bando, se coloca el tablero en base a ello. Cada jugador recibe sus seis peones, a situar en las localizaciones iniciales. Sus valores deben quedar ocultos frente al rival. Obtienen sus cartas de localización y de táctica, separadas en dos mazos, para robar cuatro de las primeras y dos de las segundas.

El comandante de Oniwaban comienza la partida. El turno de cada participante consta de dos fases, a realizar en orden. Se repite la misma mecánica hasta que se cumpla una de las tres condiciones de victoria.

2Tomatoes

1. Jugar una carta.

Selecciona una carta de la mano. Si se trata de una de localización, se mueve al agente escogido una casilla, atendiendo al tipo de carta. El movimiento siempre se llevará a cabo hacia delante, ya sea en línea recta o en diagonal. No podrá entrar a la sede central del oponente.

Al llegar hasta una localización ocupada por el enemigo, se desata el conflicto. El atacante revela la identidad del agente defensor, dejando el peón boca arriba. Sin desvelar el valor del suyo, comprueba si es más alto o igual que el del defensor.

De ser así, el peón defensor pasa al área de confinamiento. Si el poder del atacante es menor, ambos permanecen en la partida. El defensor se quedará boca arriba, mientras que el atacante deberá volver a la localización desde la que partía.

Si baja una carta de táctica, se lleva a cabo el efecto. Permite mover a los agentes de manera distinta, realizar intercambios, hacer retroceder al rival o colocar cebos. Es posible que se generen conflictos, resolviéndose de la forma habitual. La carta jugada, ya sea de localización o de táctica, se descarta, a excepción de los cebos.

2. Reponer la mano.

Se roban cartas de cualquier mazo, hasta tener seis en la mano. Al agotarse los mazos, no podrán obtenerse más cartas.

Shadows in Kyoto reseña

Las condiciones de victoria.

La partida termina cuando un jugador ha capturado a dos agentes rivales con información real (marcados por el punto rojo). Se convierte en el ganador.

También acaba al capturar a tres con información falsa (sin punto). En este caso, al igual que si no puede jugarse ninguna carta en el turno, pierde. El final de partida también se produce cuando un agente con información real llega hasta la fila opuesta del tablero. Su propietario se declara vencedor.

 

SHADOWS IN KYOTO: CONCLUSIONES

O es la primera vez que ocurren estas cosas o todo ha sido una mentira. Sólo quería disfrutar de la mejor de las compañías y lo que acabo de presenciar no me ha gustado nada. Hay una persecución. Un tiroteo.

Abandono mi plan de esta noche. Quiero volver a casa lo antes posible, pero mis piernas están paralizadas. Debe ser a causa del miedo. Creo que todo forma parte de alguno de los chanchullos del gobierno.

Lo peor es que algunas de mis chicas predilectas parecen estar implicadas. Quizás, si alguna vez hubiese logrado el verdadero favor de alguna, me lo habrían contado todo. Y yo no estaría aquí. Pensándolo bien, no lo habrían hecho. No seamos ilusos.

Se supone que en estos momentos no se piensa en nada, pero no es así. Recuerdo al hombre con el que competí hace unos días por el favor de las mujeres. Llevaba un abanico igualito que ése, ¿formaría también parte de esta dura realidad? Me repito que necesito irme de aquí. Se lo repito a mis piernas. Lástima que dos agentes ya hayan clavado sus ojos en mí…

juegos de mesa para dos

Shadows in Kyoto no se entendería sin sus reminiscencias a los clásicos, como Stratego o el propio ajedrez. Nace como un duelo estratégico, en el que entra en juego un avance tradicional, combinado con los ataques, las defensas y la deducción.

Es esa unión la que consigue volver a impresionar a los amantes del género, sin necesidad de revolucionar nada. Ocurrió algo parecido en Princesa Jing. Así, encuentran una base que ya les es conocida, acompañada de una atractiva temática, de un bonito diseño y de pequeños puntos diferenciadores.

Uno de ellos llega con la incorporación de las cartas, con su azar a la hora de aparecer. Es la principal forma de apostar por una rejugabilidad máxima, obligando a cambiar de estrategia.

En las damas o en el ajedrez, nuestros movimientos dependerán del plan que queramos ejecutar y de la forma de jugar de los demás. En Shadows in Kyoto, las cartas que obtengamos serán las que influyan en el desarrollo de la partida. Con sus infinitas combinaciones.

La relación ataque y defensa marca toda la competición. Los dilemas están a la orden del día, junto al riesgo. Proteger a los agentes con información real (los del puntito rojo) de las garras del enemigo es tan importante como tratar de localizar a los suyos.

Shadows in Kyoto juego de mesa

No podremos limitarnos a «guardarlos», ya que sus altos valores harán mucha falta a la hora de atrapar a los peones rivales. El punto más original lo encontramos con la penalización a la hora de capturar a los que tienen información falsa.

Si hemos atrapado a tres de ellos, habremos perdido la partida. Es la forma de limitar los ataques por fuerza bruta, obligando a actuar con cabeza. Fijarnos en cada jugada, y saber interpretarla, es de vital importancia. El juego del despiste se desarrolla hacia ambos lados.

Shadows in Kyoto destaca por esos encuentros meditados, en los que hay mucho que ganar y mucho que perder. Todo se equilibra de forma perfecta, de tal forma que no se premia al más rápido, sino al más estratega. Al que mejor haya disimulado. Al gran conocedor de los planes contrarios.

Dentro de ese equilibrio aparece la imposibilidad de recuperar las cartas jugadas. Para seguir complicando la existencia. Una vez más, aparecen numerosas decisiones por tomar. Las cartas de táctica suponen una ventaja importante en el movimiento, liberando de las restricciones básicas.

El problema llega al saber que son muy escasas. Esto nos lleva a plantearnos si robar de un mazo o de otro al reponer la mano. Si jugarlas cuanto antes o si esperar al momento perfecto. Si es que alguna vez llega.

juegos de mesa para dos

Es habitual que, al estar concentrados en un objetivo, cometamos errores imperdonables. Podremos obsesionarnos con un agente, hasta descubrir que no era lo que esperábamos, habiendo perdido un valioso tiempo. Jugar al gato y al ratón con las casillas de sede central.

Tal vez, uno haya llegado hasta nuestra zona, con el triunfo para el oponente. La concentración puede llegar a ser tan alta que no resulta raro comprobar como, incluso un agente descubierto, ha llegado hasta la fila que le concede la victoria. Por esta razón, los retrocesos de los peones del rival tienen un gran peso. ¡Benditos cebos y cargas!

Aunque parezca lo contrario, un agente descubierto aún sigue teniendo vida. Podrá utilizarse tal y como está o sacarle un mayor provecho al volver a ser secreto, si contamos con la carta de táctica adecuada y despistamos con algún que otro efecto especial.

Todo este cúmulo de sensaciones dejadas se acentúa con las dos variantes que se incluyen. En Carisma, entra en juego una habilidad especial para cada bando. En Equipo, las capturas cobran un nuevo sentido. Aparecen los objetos, con sus distintos efectos.

Tanto en una como en otra, además de establecerse una relación temática más intensa entre Shadows in Kyoto y Hanamikoji, las posibilidades crecen. Por suerte, la gestión de las cartas de la mano, el despiste y la deducción continúan. Las caras de asombro al capturar a agentes con un cero, también.

Shadows in Kyoto español

En el manual se propone jugar hasta determinar al ganador de tres partidas. Nosotros recomendamos esta opción, seguida por Hanamikoji.

Son dos títulos con mecánicas completamente opuestas, de tal forma que se creen tardes perfectas a dos. Si bien son muchos los puntos a los que atender para resolver las partidas con éxito, los niños que ya estén familiarizados con la estrategia también pueden disfrutar de ellos.

2Tomatoes nos acerca dos juegos muy adictivos, que no sólo cuentan con atractivas mecánicas. En que nos ocupa, encontramos un colorido tablero, unas cartas de pequeño tamaño y unos peones con una forma poco convencional.

Esta edición incluye una carta de carisma promocional, pensada para quienes quieren tener todo el material. Las ilustraciones están a la altura, junto a la calidad de los componentes.

 

COMPONENTES DE JUEGO

  • 50 Cartas de Localización
  • 16 Cartas de Táctica
  • 8 Cartas de Carisma
  • 6 Cartas de Equipo
  • 12 Peones de Agente
  • 2 Hojas de Referencia
  • Tablero
  • Instrucciones (castellano)

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