En 1996, veían la luz en Japón Pokémon Rojo, Pokémon Azul y Pokémon Verde. Los que fueron los primeros títulos de una de las sagas más importantes de los videojuegos cambiarían la vida de millones de jugadores. ¿Qué queda de esos títulos 24 años después?
EL CASINO Y EL SAFARI POKÉMON
En plenas celebraciones por el 24 Aniversario, acaba de estrenarse la película Pokémon Mewtwo Contraataca: Evolución, se ha presentado a la criatura Zarude y se ha descubierto a Greninja como el Pokémon más popular del año.
Mientras esperamos que el universo crezca con más novedades, la nostalgia aparece al recordar algunos de los mejores momentos vividos en esos primeros juegos de la saga. Por desgracia, algunos se fueron perdiendo en los siguientes juegos.
Ahora podemos disfrutar de las máquinas tragamonedas desde cualquier rincón, como nos muestra Top Slots España. Los carretes giran y se detienen en la propia pantalla del ordenador o del dispositivo móvil, atendiendo al azar como elemento clave.
En esos primeros juegos de la franquicia Pokémon, sentimos esa emoción en la consola Game Boy. Bajo el ritmo de la más animada melodía, podíamos tirarnos horas frente a las máquinas tragaperras del Casino de Ciudad Azulona.
Tras desbloquear el edificio, acabando con los villanos de turno, tocaba divertirse en el edificio (además de buscar por el suelo y de hablar con los presentes en busca de las preciadas fichas). Necesitaríamos símbolos iguales, como en la vida real, para obtener beneficios.
Totalmente tematizado, los premios a canjear no podían ser más suculentos: criaturas de la talla de Pinsir, Dratini y Porygon o poderosas MT. Con el paso de las ediciones, se sustituyeron por otros entretenimientos como una ruleta o el famoso minijuego Giravoltorb, hasta finalmente desaparecer.
La Zona Safari, igual de gratificante, tendría una evolución parecida. En esos primeros juegos, pagábamos el precio de la entrada para recibir un kit de 30 Safari Balls. Nos adentrábamos en un recinto de grandes dimensiones, en busca de los Pokémon exóticos de la zona.
Al toparnos con una criatura, lanzaríamos un cebo, una piedra o la Safari Ball. Atraparla no resultaba sencillo, de ahí que invirtiésemos horas (e incluso días) en capturar a los majestuosos Tauros, Kangaskhan o Scyther.
El sonido de la campana al haber agotado las Safari Ball o al haber completado los 500 pasos quedará guardado en la memoria para siempre. La gestión del tiempo y de los recursos era equivalente a la victoria. Al igual que ocurrió con el Casino, fue transformándose y desapareciendo con el paso de las generaciones.
EL CABLE LINK, LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS
Estos dos lugares se tradujeron en una forma de obtener Pokémon única, que ha acabado perdiéndose. En la actualidad, con Pokémon Espada y Escudo, entran en juego las recompensas en forma de nuevas criaturas, pero de una forma muy distinta.
Llegan mediante obsequios, con la compra de accesorios como Poké Ball Plus. Los DLC de pago para cada edición y Pokémon HOME, también de pago para transferir criaturas entre ediciones, son la manera de presumir de una buena colección.
Es cierto que el Cable Link no iba a ser una solución con la inmensa cantidad de Pokémon que existen hoy en día, pero es inevitable que su recuerdo vuelva. El miedo a la clonación le acompaña.
La nostalgia puede ser la gran enemiga de las nuevas ediciones, pero no sería justo obviar los grandes avances. Los nuevos objetos, las formas de los Pokémon o la utilización del PC por el camino, junto al guardado automático, son algunas de las novedades destacadas.
La saga cumple 24 años acompañada de anécdotas de los jugadores veteranos. Por suerte, continúa activa en la actualidad, algo de lo que no muchas pueden presumir. A la espera de conocer más sorpresas, comprobamos como todo su mundo continúa creciendo.
El fenómeno Pokémon GO, las películas y las series de animación y los nuevos juguetes y los objetos de ‘merchandising’ que siguen lanzándose son la muestra de como la marca continúa de moda. Aún quedan muchos años por delante en compañía de los monstruos de bolsillo.