Aunque las preocupaciones por Nochebuena y Nochevieja sean tendencia en las redes sociales, no hay que olvidar que antes tenemos otra festividad: Halloween.
Este año, como cabía esperar, no habrá fiestas multitudinarias. Ni de niños ni de adultos. El reparto de caramelos cambiará. También, los complementos de los disfraces y la hora de lucirlos. La situación actual transformará el terror, pero no lo suprimirá. La Mansión del Terror es una iniciativa para mantenerlo.
¿EN QUÉ CONSISTE LA MANSIÓN DEL TERROR?
La Mansión del Terror se presenta como «el primer libro interactivo que se juega una y otra vez». Lo firma Raúl de Tomás, mientras que las ilustraciones corren a cargo de Ana Vázquez. Ambos trabajaron en Magic Book.
Con sus 184 páginas, es una de las novedades de Lunwerg Editores, sello que ya cuenta con numerosas combinaciones entre libro y juego en su catálogo. Está disponible a un precio de 14,95 euros.
Nos invita a adentrarnos en una mansión, como su propio título indica. No tendremos armas, sino la luz de un móvil con una batería a punto de agotarse y un dado. Con cada lanzamiento, nos enfrentaremos a trampas, hallazgos y encuentros clave.
Las combinaciones entre posibilidades crean 3.000 partidas diferentes, con sus cuatro finales. La experiencia se completa con una hoja de personaje y con un nivel de dificultad modulable.
Empezar a caminar…
El dado es el responsable de aceptar la invitación. Por algo perteneció a la familia de magos. Ya es de noche y el bosque y la oscuridad se funden. Una misteriosa piedra. Niebla. El objetivo, al fondo.
Llegar hasta la mansión no ha sido fácil. La inmensidad del vestíbulo ya es la primera pista de la profundidad del caserón. De la grandeza de sus secretos. Distintos caminos por tomar, ninguno exento de peligro. ¿Quién es esa anciana? ¿Y aquella niña?
El objetivo es averiguar qué hacemos en este lugar, mientras avanzamos entre misteriosos sonidos y seres encapuchados. Cede protagonismo a la supervivencia, tarea que empezará a verse menos clara a medida que el móvil comience a quedarse sin batería.
Unas reglas sencillas
Antes de jugar, necesitaremos entender la hoja de personaje que incluye el libro, y añadir lápiz, goma y un dado de seis caras. La hoja consta de tres secciones diferenciadas: ruta, batería y logros.
En la ruta, y llegado el momento, anotaremos los cinco pasos a los que iremos. Tendremos que realizar cinco tiradas, equivalentes a cinco páginas del libro. Así, cada vez que completemos un camino, pasaremos al siguiente. Una vez que estén todos, accederemos a la tabla de finales.
La sección de la batería nos informará, como su propio título indica, de la vida que le queda a nuestro móvil. Si llega a cero, nos sumergiremos en la más profunda oscuridad.
Por último, en la parte de logros, anotaremos los términos que encontremos en la aventura. En función de los que hayamos encontrado, y atendiendo a la tabla de finales, accederemos a una conclusión o a otra.
Al entrar en la mansión, nos toparemos con circunstancias y personajes terroríficos, que irán revelando una profunda historia. Seguiremos las instrucciones de las páginas, pasando de unas partes a otras mediante la tirada del dado.
Al superar un reto, mediante el dado, apuntaremos una palabra en la zona de logros y continuaremos o terminaremos. Los fracasos acostumbran a disminuir la valiosa batería del móvil, que comienza en un 6%. En determinados puntos, la batería aumentará.
LA MANSIÓN DEL TERROR: CONCLUSIONES
Es sólo un juego. Es sólo un juego. ¿Qué ha sonado? Te repites que nada es real mientras avanzas por los pasillos de la siniestra mansión. No es fácil después de lo que acabas de descubrir.
Sabes que mirar el móvil sólo te hará llenarte de nervios, pero no lo puedes evitar. Un 2% de batería. Es sólo un juego. A tu alrededor, está tu habitación. Tu móvil está cargado por completo y todo parece en calma. Eso sí, cada vez tienes la sábana más arriba. ¡Deja de subirla con tanta fuerza!
Es sólo un juego. No olvidas la cara de aquélla mujer. La vez en la que tocó tus hombros, sorprendiéndote. Su rostro afable, capaz de transmitir sabiduría con cada arruga, pero no por ello exento de terror. Es sólo un juego, te repites, mientras tus pies ya asoman. Mientras tu dado cae al suelo, mostrando el peor resultado posible.
El lanzamiento de La Mansión del Terror en este mes de octubre no es casualidad. En la que es la época más terrorífica del año, podemos disfrutar de una lectura inmersiva e interactiva. De esas que vuelven a ponernos en el papel del protagonista, con una narración en segunda persona, tan popular en los librojuegos.
No hay un personaje principal al que seguir. Un protagonista que nos desvele sus inquietudes. El propio lector es quien recorre cada rincón de la mansión. Dentro de la ficción, tendrá un dado entre los dedos. Fuera, también.
Esta novedad no recurre a complementos imposibles, de tal forma que está al alcance de todos. Necesitamos lápiz, goma y un dado de seis caras. Un simple dado de seis caras que tomaremos prestado de cualquier juego.
Es la parte principal de la estructura. La mecánica se basa en combinaciones de palabras, a crear en base a las tiradas. No hay toma de decisiones. No hay puzles por resolver. Así, cuando lleguemos a un reto, el azar será la respuesta a todo.
El hecho de que el azar tenga todo el peso, se traduce en una ventaja y en un inconveniente. La parte positiva la encontramos al ver como permite vivir aventuras muy distintas unas de otras. Quizás, nos veamos obligados a volver sobre nuestros pasos.
Cuando esto ocurre en los librojuegos, a menudo tenemos que tomar una decisión que nos lleve por un camino que no hayamos pisado, aunque se aleje de nuestras ideas. En La Mansión del Terror no renunciamos a nuestros principios. Lo más seguro es que el propio azar nos acerque a una zona completamente distinta.
Esto nos invita a analizar el diseño de la ruta, que realizaremos al poco de comenzar el viaje. Necesitaremos cinco tiradas. Cada una nos guiará a su correspondiente página llegado el momento. Si un resultado se repite dos veces, algo más que habitual, no es un inconveniente.
Sí, volveremos a subir por la escalera de caracol de la izquierda, pero al llegar arriba ya sería mucha casualidad que el resultado fuese el mismo que la última vez que visitamos ese lugar. Encontraremos algo diferente. ¿O es que en la vida real no podríamos pisar un mismo sitio dos veces? Cualquier videojuego de terror tiene la respuesta.
El inconveniente es que alejará a cualquier alérgico del azar. Se echan en falta algunas tomas de decisiones o avances que tengan en cuenta otros factores, más allá de ese «si has sacado». El azar potencia la rejugabilidad y establece conexiones lógicas, pero quizás algunos vean la mecánica algo repetitiva.
Lo que está claro es que las reglas no podían ser más sencillas. No importa si es nuestro primer librojuego o el décimo. Leeremos las breves instrucciones del principio e iniciaremos la lectura, siguiendo las indicaciones de sus páginas.
No habrá pérdidas, ya que habremos definido nuestra propia ruta. Si lo hemos hecho bien (no en base al ingenio, sino a los resultados del dado), seguiremos con batería. Lograremos anotar las palabras que nos acerquen a uno de los finales posibles. O, tal vez, a ninguno de ellos.
Es casi seguro que nuestro final nos sorprenda, pero la curiosidad será tan grande que querremos descubrir los otros. Existen dos opciones: acceder a ellos, eliminando cualquier experiencia futura, o volver a rejugarlo. Recomendamos la segunda, siempre y cuando no nos importe volver a leer lo mismo.
De hecho, podemos saltar las partes que ya conocemos. Muy pronto se nos pedirá que lancemos los dados, estableciendo otra ruta distinta. Coincidirán extractos, pero habrá eventos nuevos a los que hacer frente. Encuentros. Datos que se habían ocultado.
La mansión está repleta de vida que merece la pena descubrir, ya sea de una forma o de otra. Nos adentra en el maravilloso «qué hubiese pasado». Quedarse sin batería es una faena, pero no es el fin. Tal vez, se presente una nueva oportunidad para descubrir qué está pasando…
Si hemos jugado con lápiz, bastará con borrar toda la hoja de personaje para iniciar una nueva aventura. Otra opción es escanearla, mediante el código que encontraremos en las instrucciones, o copiarla en un papel. En menos de un minuto la tendremos.
Aunque se presenta como un juego de mesa, tiene más semejanzas con un juego de rol. Sin embargo, el lector no tendrá que esforzarse en imaginar. Tiene un guion por seguir, por lo que nunca se saldrá de la historia.
Lo que sí tendrá es un nivel de dificultad modulable a su antojo. El modo fácil no sólo está pensado para ganar, sino para que la experiencia sea más larga, recorriendo más zonas. El difícil es casi imposible de superar. El viaje será más corto, pero en caso de completarlo con éxito, el orgullo no tendrá precio.
Con todo ello, la diversión y la tensión darán para una larga noche. Ahora que los planes de Halloween no parecen verse del todo claros, no es mala idea apostar por La Mansión del Terror para ese día. Manta, chocolate, libro y, a ser posible, algo de ambientación.
Nos anima a preguntarnos la razón por la que tendemos a prepararlo todo al detalle para una partida de rol, pero no para una experiencia en solitario. ¿Acaso merecemos menos?
Que no haya invitados en casa no significa que no podamos dejar la habitación en penumbras, adornada con unas velas. Siempre y cuando tengamos la suficiente luz como para leer cómodamente. La música no vendrá mal. Por supuesto, cuanto más tenebrosa, mejor.
Ayuda, y mucho, saber que la narración es altamente inmersiva. Que hay sustos por delante y situaciones de las que estaremos deseando alejarnos. Hay incomodidad, señal de que el autor ha hecho bien su trabajo.
Las ilustraciones no se quedan atrás. Nos ayudan a viajar por el mundo propuesto más fácilmente y a poner cara a los personajes. No nos sacaremos de la cabeza el rostro de la anciana. La apuesta por el blanco y negro y los dibujos clásicos encaja a la perfección.
Quienes hayan leído Magic Book, título en el que participan su autor e ilustradora, encontrarán numerosas referencias que les lleven hasta ese viaje ya finalizado. Estamos ante una historia independiente, pero con algunos puntos que harán sacar una sonrisa a quienes añoran esa aventura.