Gen X Games estrena La Puerta Secreta y La Familia Torres

La Puerta Secreta La Familia Torres

La Puerta Secreta y La Familia Torres ya son una realidad, de la mano de Gen X Games. La editorial nos descubre ambas novedades, con las que ampliar su línea de juegos familiares.

 

LAS NOVEDADES DE VERANO DE GEN X GAMES

Aunque la estación más calurosa del año aún no ha llegado, Gen X Games presenta dos de las que serán sus propuestas para este verano. Se trata de dos retos cooperativos, donde pequeños y mayores unen fuerzas. Ambos están disponibles.

 

La Puerta Secreta

De 1 a 8 jugadores, desde los 5 años, unen fuerzas en partidas de 15 minutos. Se define como un juego de investigación y memoria. Como detectives, su misión será impedir un robo. Consiste en encontrar tres valiosos objetos, escondidos tras la puerta secreta, antes de que llegue la medianoche.

El trabajo conjunto será fundamental a la hora de descubrir los objetos escondidos por los ladrones. Será necesario explorar una casa, en busca de parejas de objetos iguales, que pasarán a guardarse en el sótano. El éxito dependerá de la capacidad para recordar cuáles se han devuelto y su posición.

Al llegar la medianoche, la puerta secreta se abrirá. Los objetos que hayamos adivinado permanecerán a salvo en una caja fuerte, mientras que los demás serán robados. Como señala Gen X Games, los mayores tendrán que ayudar a los más jóvenes, poniendo en práctica el pensamiento lógico. Es obra de Jim Deacove.

La Familia Torres

Esta otra novedad pertenece a Steven Michiel Rijsdijk y a Anne Mijke van Harten. Puede jugarse desde los 4 años, entre 1 y 6 participantes. Los retos tienen una duración de 10 minutos.

En esta ocasión, la acción gira en torno al orden. En una soleada mañana de primavera, la familia Torres tiene planeado divertirse con un globo y con una cometa, en el jardín. Las malas noticias no tardan en llegar, puesto que el viento se ha llevado ambos juguetes.

Puesto que se encuentran colgados en la parte más alta del árbol, unos tendrán que subirse sobre los hombros de los otros para recuperarlos. Todo ello, por supuesto, antes de que el sol se ponga. Al igual que el anterior, promueve el juego en equipo entre padres e hijos.