ISO: la exigencia en el juego de las perspectivas

ISO juego

¿De verdad no ves esa figura? Llevo tres turnos intentando crearla y ahora me dices que es incorrecta. Levántate. Obsérvala desde este mismo ángulo. ¿Nada? Las paredes coinciden y los identificadores también. Entonces, ¿dónde está el fallo?

Me dices que en mí y empiezo a creerte. Me he obsesionado tanto con esos cuatro bloques que he imaginado una nueva perspectiva. Las tres dimensiones deberían ser mis más fieles compañeras y, sin embargo, parece que están de tu parte. De acuerdo, buscaré algo más. Así es ISO.

 

18 HEX GAMES, UNA COLECCIÓN EN VERKAMI

ISO se encuentra inmerso en una campaña de búsqueda de financiación en Verkami. A pocas horas para que llegue a su fin, puede adquirirse por 15 euros, en una recompensa que incluye el juego y los gastos de envío a la Península.

Por 36 euros, podemos hacernos con la colección 18 Hex Games. Además de contener ISO, se compone de Pantheon y de Hextremadura, otros dos juegos de losetas. El lanzamiento está previsto para junio de 2022, siempre y cuando alcance su meta inicial.

Estamos ante un juego de mesa de 1 a 3 participantes, con retos de 15 minutos, indicados desde los 10 años. Creado por David Heras y LittleHouse BoardGames, se compone de 18 losetas a doble cara. Nos propone completar más objetivos que el resto, haciendo uso de la visión espacial y de la perspectiva.

 

ISO: UNA PARTIDA

Cada loseta de ISO cuenta con una doble cara. Por una, encontramos un cubo, con sus colores de pared (azul, amarillo y rosa) y sus identificadores (negro, blanco y vacío). Por otra, se muestra un objetivo, con su puntuación en estrellas.

Barajamos las losetas por su lado de cubo. Cada jugador escogerá un identificador, que le acompañará durante toda la partida a la hora de completar objetivos. Formamos una pila con las losetas. Volteamos tres, de tal forma que se muestren tres objetivos. Dos se dejarán junto a la pila, por su lado de cubo.

Comienza la partida. El turno de cada participante consta de tres fases, a realizar en orden. La partida terminará cuando no queden más losetas en la muestra.

ISO juego

1. Jugar una loseta.

Jugamos una de las tres losetas disponibles, ya sea la primera de la pila o una de las dos visibles. Menos en la primera ronda, siempre deberá estar adyacente a otra ya situada, como mínimo. Podrá rotarse en cualquier dirección.

2. Cumplir objetivos.

Se comprueba si hemos completado alguno de los objetivos visibles gracias a la loseta que acabamos de completar. De no ser así, pasamos a la siguiente fase.

Un objetivo podrá completarse desde cualquier perspectiva. Tomaremos las loseta de objetivo correspondientes para conservarlas hasta el final de la partida.

Para completar un objetivo de figura, necesitaremos que todas las paredes sean del mismo color. Uno de área será válido al controlar un grupo, con las paredes que se indiquen. A la hora de controlar, el grupo deberá tener más indicadores propios.

Por último, un objetivo de figura condicionada implica paredes de un mismo color (en caso de mostrar paredes blancas), paredes de un determinado color (con paredes coloreadas) o marcas que coincidan con nuestro indicador.

3. Reposición.

El turno termina colocando una loseta de la pila en un espacio vacío de la muestra, si hubiera. Los objetivos también se reponen. Pasa el turno al de la izquierda.

ISO juego

Fin de la partida.

Cuando no queden más losetas en la muestra, la partida termina. Todos cuentan los puntos (estrellas), procedentes de sus objetivos completados. Gana quien sume la mayor cantidad. Con un empate, el que tenga más losetas.

 

ISO: CONCLUSIONES

¿Estás de broma? ¿Por qué puedes llevarte tú este objetivo y a mí no me has dejado? Por un instante, he visto claras las razones, pero vuelvo a perderme. Tal vez, deba centrarme en objetivos más sencillos, aunque recompensen con menos estrellas.

Era el plan, hasta que he visto como las losetas empiezan a agotarse. Esto llega a su fin y mi zona de logros está vacía. ¡Hay que ver lo bien que lo has hecho! Te has llevado un montón de objetivos y, además, los valiosos. Un momento, ¡este objetivo es mío! «En efecto, señora Padawan», me contestas.

Si fuese cariñosa, te daría el abrazo más fuerte del mundo, pero tendrás que contentarte con una sonrisa. Ahora lo veo todo. Lo entiendo. ¿Por qué me ha costado tanto? ¿Cómo pude pensar que ésa era la figura correcta? El entrenamiento ha terminado. Es hora de practicar con todo lo aprendido.

ISO

ISO es uno de esos juegos que demuestran como la exigencia da sus frutos. Todos creamos un escenario conjunto y contamos con unos objetivos comunes, de ahí que estemos ante una auténtica carrera a contrarreloj. El más hábil se los lleva.

Su mecánica resulta extremadamente sencilla. Elegimos loseta, la colocamos e intentamos completar objetivos con ella. Reponemos los espacios dejados y vuelta a empezar. Por suerte o por desgracia, la cosa se complica si lo que queremos es ganar.

Exige de un nivel de atención y de concentración máximo, jugando con el riesgo. Preparo el escenario para un siguiente turno, cruzando los dedos para que no sea mi rival quien lo complete. Si todo es demasiado obvio, le habremos servido la victoria en bandeja.

Así, ISO es un constante equilibrio entre beneficios individuales y la capacidad para fastidiar al contrario. Cada turno cuenta y cada acción tiene sus consecuencias. Obsesionarse con ese valioso objetivo puede ser nuestra perdición, pero si lo conseguimos, equivaldrá a un par objetivos «simplones».

El azar está presente con la disposición aleatoria de las losetas, de tal forma que las partidas sean muy distintas unas de otras. A partir de ahí, todo es dedicación, paciencia y visión espacial. Sin ella, poco o nada podremos hacer.

juego perspectiva

Estamos ante un título que se disfruta más a medida que pasen las partidas. Las primeras funcionarán a modo de entrenamiento, demostrando como no todas las mentes son iguales. Lo que para unos será muy obvio, para otros resultará una figura imposible de crear e, incluso, de ver.

Las tres dimensiones dominan todo el reto, por lo que no queda más remedio que acostumbrarse a ellas. A mirar más allá de la superficie plana que generan las losetas. A idear formas, con sus pisos y ángulos. Existen más posibilidades de las que parece a la hora de completar un objetivo, así que resulta esencial no rendirse.

Si la frustración no ha podido con nosotros, acabaremos adquiriendo esa visión de arquitecto. Por tanto, el nivel de dificultad lo aportan los propios jugadores, con su destreza. Un principiante poco tendrá que hacer frente a un experto, a menos que aprenda rápido del maestro.

ISO funciona muy bien en pareja y entre tres, con sus turnos rápidos. Si queremos dejar a un lado la competición, podremos disfrutarlo en solitario o en cooperativo. Las reglas son las mismas, aunque en ambos casos, compararemos la puntuación con una tabla para acceder al resultado.

Si vamos a unir fuerzas, es conveniente no culparnos los unos a los otros. Las desgracias llegarán e incluso el mayor experto cometerá ese fallo que obligue a idear nuevas estrategias. Cada uno tomará sus propias decisiones, con total libertad, huyendo del efecto líder.

juego perspectiva

En el manual, aparece la variante Control de áreas, con una manera diferente de puntuar objetivos. Es una muestra más de todas las opciones que presenta ISO, con sus 18 losetas.

Cuentan con un diseño muy sencillo, sin adornos que pudieran ocultar las perspectivas. Los cubos tienen paredes e indicadores de colores. Estos últimos introducen la mecánica de las mayorías, envuelta en su temática abstracta. Por el lado de los objetivos, todo está claro. Hay una forma a completar y unas estrellas como recompensa.

A pocas horas para que finalice su campaña de búsqueda de financiación en Verkami, debemos dejar claro que ISO no es un juego para todo el mundo. Está indicado para los más pacientes. Para quienes disfrutan aprendiendo. Para los que buscan retos exigentes, sin caducidad.

Se deja entrever la esencia de los clásicos, entre tanta dimensión, y de los duelos estratégicos. Creamos y transformamos, sin perder de vista la colocación de losetas. En resumen, un compañero de bolsillo con el que estrujarse el cerebro, ya sea en una revancha infinita o al tratar de superar marcas imposibles.

 

Las fotografías tomadas para esta reseña corresponden a su prototipo, por lo que no reflejan un diseño final.