Dicen que no hay nada tan precioso como la fusión entre una tormenta y el mar. Siempre que estés a salvo, por supuesto. Todo estaba preparado para la gran fiesta. Los juegos para pequeños y mayores. La música y los manjares más exquisitos. ¡Tendrías que haber visto lo lleno que estaba el mercado esa mañana!
Al caer la noche, el pueblo encendió la hoguera. Nada hacía presagiar el aguacero, pero ahí estaba, amenazando la ceremonia más esperada de los últimos tres meses. Las primeras gotas no tardaron en apagar el fuego. La música dio paso a las súplicas hacia la bruja. Silencio. La anciana parecía tranquila y, en menos que canta un gallo, un manto transparente cubrió el cielo.
Intentaron continuar con la fiesta. Probar las delicias. Seguir jugando. Sin embargo, al percatarse de esa belleza en la costa, decidieron sentarse en la orilla. Lejos de contar con una ceremonia tradicional, dieron con la más maravillosa de las fórmulas. Magia, lluvia, océano y seguridad, igual a felicidad absoluta. Así es Story Island.
UNA CAMPAÑA EN VERKAMI
Story Island se presenta como un juego de cartas narrativo de 3 a 6 participantes, indicado desde los 7 años, con retos de 20 minutos de duración. Creado por Monma Mingot e ilustrado por Mondo Biq, lleva el sello de Entusiàstic.
Se encuentra inmerso en una campaña de búsqueda de financiación en Verkami, con su meta inicial ya superada. El precio durante la campaña es de 16 euros. La recompensa incluye el juego, los extras desbloqueados, un manual digital de creación de historias y los gastos de envío a Península y Baleares.
Incrementando esta cantidad, sumamos los envíos a Canarias o copias adicionales. La llegada a las mesas está prevista para principios de noviembre. Con ello, en cuestión de un mes, los jugadores se sumergirán en las leyendas de la Ibiza tradicional.
Sus cartas recogen los elementos que conformaban las historias que se contaban en la isla desde tiempos remotos. A través de unas preciosas ilustraciones y de sus textos (castellano, catalán e inglés), serán los propios jugadores quienes intenten crear la historia más original del Mediterráneo.
STORY ISLAND: UNA PARTIDA
El primer paso es tomar tantas cartas de historia como participantes haya, menos una. Las barajamos con la de cuentacuentos y entregamos una por jugador. Quien reciba la de cuentacuentos será el primer narrador. Las otras se devuelven al mazo principal.
El cuentacuentos obtiene dos cartas de historia; los otros (adivinadores), tres. El primero coloca sus dos cartas, bocarriba, alrededor de la de cuentacuentos. Los adivinadores sitúan las suyas orientadas hacia el cuentacuentos, también bocarriba. Éstos obtendrán otras tres cartas. Serán las de marcación y las colocarán debajo de sus cartas de historia, bocabajo.
¿Cómo se utilizan las cartas de marcación?
Cada adivinador, guiado por la intuición, deberá acertar cuál de sus cartas elegirá el cuentacuentos. En secreto, coloca una carta de marcación con la flecha apuntando al cuentacuentos bajo la carta que crea que será la escogida. Debajo de las otras dos también situará una de marcación, aunque con la flecha apuntando hacia el exterior.
¡A contar historias!
Una vez que los adivinadores hayan hecho sus apuestas con las cartas de marcación, el cuentacuentos iniciará su narración. La empezará con la carta de la izquierda de la de cuentacuentos. A continuación, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, utilizará una de cada adivinador. Deberá señalar la elegida.
La historia terminará con la carta situada a la derecha de la de cuentacuentos. De esta forma, habrá utilizado las dos propias (una al principio y otra al final) y una de cada otro jugador. A la hora de contar la historia, podrá utilizar cualquier elemento de la ilustración o el texto.
Fin de la ronda y fin de la partida
Cuando la historia haya terminado, los adivinadores revelan las votaciones. Si la carta que había elegido el adivinador coincide con la utilizada por el cuentacuentos, será el adivinador quien se guarde la carta de historia para el recuento final.
En caso de no haber acertado, el cuentacuentos se la quedará. Las cartas no utilizadas y las del cuentacuentos se descartan antes de iniciar un nuevo reparto. El de la izquierda se convierte en el nuevo cuentacuentos, siguiendo la misma mecánica. Las tres cartas de marcación pasan al de la izquierda, volteándose para ser las nuevas cartas de historia.
En el momento en el que todos hayan sido cuentacuentos una vez, la partida termina. El ganador de Story Island será quien haya acumulado la mayor cantidad de cartas.
STORY ISLAND: CONCLUSIONES
¿Para alcanzar la felicidad hay que sufrir? Quizás, un poco (pero poco). Una tormenta desde la ventana está muy bien, pero si antes hemos experimentado en nuestra propia piel el frío viento o las heladas gotas, las buenas sensaciones crecerán. Cambiaremos la ropa mojada por un pijama calentito. El estrés y las prisas por una taza de café y un buen libro.
Ocurre algo parecido al dormir. Si llevamos cuatro horas bajo el edredón, no estaremos mal, pero si salimos al baño y regresamos helados, algo habrá cambiado. Puede dar mucha pereza, pero es algo que va a merecer la pena. Y mucho.
Estas cuestiones filosóficas llegan tras ver como los protagonistas de nuestro cuento han preferido cambiar de planes para la fiesta. Nos sirven para explicar la esencia de Story Island. Escuchar historias está bien, pero nada como haber contribuido a darles vida. El esfuerzo nos dará su recompensa, y no sólo en forma de puntos. No existen los agobios en la partida. Las presiones. En su lugar, encontramos una acogedora atmósfera en la que querremos perdernos siempre.
Funciona a modo de competición, aunque estamos ante uno de esos juegos en los que ganar es lo de menos. No lo infravaloramos. Ser quien ha obtenido la mayor puntuación es orgullo máximo, pero lo que recordaremos con el tiempo serán los cuentos creados. Al fin y al cabo, la narración es la verdadera protagonista.
Si estamos acostumbrados al género, nos moveremos como pez en el agua. Seremos nosotros quienes veamos más allá de la imagen y el texto principal. En la carta del ladrón, las dotes de observación nos llevarán a convertir al gato del fondo en el personaje principal. En la carta de la artista, nos centraremos en ese pequeño pincel amarillo…
Por descontado, no necesitamos ser expertos en la narración. De hecho, Story Island funciona muy bien como juego de iniciación. En este caso, ni la vergüenza ni la falta de experiencia nos pararán. En primer lugar, porque no hay un límite de tiempo, a diferencia de otros juegos. No tendremos que rellenar tres minutos. Nuestro cuento podrá durar escasos segundos o lo que consideremos oportuno.
En segundo lugar, las cartas son una guía en sí mismas. Nos inspiraremos con la imagen, tanto en su primer plano como el segundo. Y en el tercero. ¡Hay mucho por utilizar! También tenemos dos palabras. La primera hace alusión a la descripción de la imagen. La segunda, al concepto que representa. Por ejemplo: ciudad y fuerza. Pañuelo y aventura. Camino y decisión.
Tomando como referencia esa carta de ciudad, utilizaremos su muralla. Sus balcones. La farola del fondo. La propia calle. La pequeña rata. El término de fuerza. Prácticamente todo es válido. La imaginación es el único límite.
La narración no asusta en Story Island. La diversión está en ella, pero también en el uso de la intuición. Antes de comenzar la ronda, tendremos que determinar, en secreto, cuál de nuestras cartas utilizará el narrador. A simple vista podría ser puro azar, pero nada más lejos de la realidad.
A la hora de tomar la decisión, nos fijaremos en las dos cartas del cuentacuentos. Estableceremos una conexión rápida entre ellas y las nuestras. Seguro que una guarda una relación más estrecha. Quizás, si ya hemos jugado mucho, optemos por lo menos lógico. El narrador podría jugar al engaño, aunque su tarea haya subido de dificultad.
Debemos tener en cuenta que, en caso de empate en la puntuación final, ganará la persona con más símbolos de familia diferentes. Y es que las cartas se estructuran en familias mediante una simbología muy intuitiva. Pues bien, dado que las puntuaciones acostumbran a ser muy ajustadas, es normal que cuentacuentos y adivinadores se dejen guiar por este criterio.
Story Island es un juego para todas las edades. No premia al mejor narrador, evitando frustraciones constantes. Lo que tiene en cuenta es la capacidad de improvisar, para el cuentacuentos, y de arriesgar, para el adivinador.
Tanto pequeños como mayores potenciarán la creatividad y la imaginación. Practicarán con la comunicación. Ampliarán su vocabulario en tres idiomas. Sin ir más lejos, cambiar de idioma en cada partida será una forma de practicar y de adquirir nuevos conocimientos, algo que viene a las mil maravillas a cualquier edad.
Es un juego que también exprimirán nuestros mayores. Se acordarán de anécdotas de sus vidas que, tal vez, quieran incorporar a sus historias. Los charlas que se generan después, tanto en talleres como en familia, no tienen desperdicio. Es posible que sean ellos quienes más disfruten de sus variantes.
La libertad es la reina absoluta en ellas. Podremos, simplemente, crear una historia con tres cartas al azar. Otra opción es dar vida a una narración con una carta de cada familia. Con la tercera propuesta que aparece en el manual, estaremos creando una historia conjunta que termine con la carta del centro.
Es un proyecto muy abierto a cualquier modalidad casera que se nos ocurra. Incluso podrá utilizarse para contar un cuento a los más pequeños cada noche. La imaginación no sólo aparece en la narración, sino a la hora de dar con un modo que se adapte al grupo.
A su encantadora jugabilidad se le suman unas ilustraciones preciosas. Nos ayudan a introducirnos en la magia de la Ibiza tradicional. Recurren a un dibujo clásico, con personajes y paisajes que esconden interesantes secretos en cada mirada. En cada pliegue.
Las cartas en las que se representan son de un tamaño más grande de lo normal, lo que contribuye a que luzcan más y mejor. La tarea de Mondo Biq, el ilustrador, es impecable. Story Island entra por los ojos, lo que permite distinguirse entre un mercado repleto de novedades.
Cada una de las cartas es un mundo, por lo que no es disparatado decir que el diseño va por delante de la jugabilidad a la hora de adquirirlo. El enorme trabajo que hay detrás queda demostrado, simplemente, al pasar las cartas entre las manos. Descubrirlas por primera vez es todo un lujo. Además, ese gusto por el detalle será el responsable de su rejugabilidad casi infinita.
Al abrir la caja, paseamos por las leyendas de Ibiza. Por sus tradiciones. Por su cultura. Por su historia. Será una joya para los habitantes de la isla y para los que se hayan enamorado de ella en un viaje. Sin embargo, no es necesario haberla visitado para disfrutar del juego. Sirve como carta de presentación. Es la mejor promoción turística que podría hacerse, puesto que una sola partida es suficiente para tener claro el destino de las próximas vacaciones.
COMPONENTES DE STORY ISLAND
- 63 Cartas de Historia
- Carta de Cuentacuentos
- Instrucciones (castellano, catalán e inglés)
Las fotografías tomadas para esta reseña corresponden a su prototipo, por lo que no reflejan un diseño final.