Wild Pong: cartas y contadores en una fiel representación del ping-pong

Miguel Cabaleiro

No vas a encontrar una historia de superación. Siento decirte que no es la mía. Para que no te hagas ilusiones (y puedas largarte de aquí si tienes una taza de Mr. Wonderful en la mano), empezaré por el final: he perdido el partido. Además, el partido de mi vida. ¿Había luchado mucho para llegar hasta aquí? Sí. ¿Había entrenado lo suficiente? Lo suficiente y más.

Tras la derrota, tengo dos caminos: meterme en la cama a llorar o prepararme para el siguiente torneo, por si surge la oportunidad. Elijo el primero, por supuesto. Es absurdo esconder la tristeza. La rabia. La frustración. Tengo derecho a sentir todo esto. A un par de días en los infiernos. Reseñamos Wild Pong.

 

UNA CAMPAÑA EN KICKSTARTER

Wild Pong es un juego de cartas para 2 participantes (4 en su modo por equipos), de 30 minutos de duración, indicado desde los 10 años. Creado por Miguel Cabaleiro e ilustrado por Alberto Calvo, formará parte del catálogo de Sugaar Editorial.

Actualmente, se encuentra inmerso en una campaña de búsqueda de financiación en Kickstarter, con su meta ya superada. Con ello, será una realidad en abril de 2024. Su precio durante la campaña es de 19 euros. La recompensa incluye el juego y los extras desbloqueados, pero no los gastos de envío (5 euros a España).

juego tenis de mesa

Se presenta en una edición con componentes independientes del idioma e instrucciones en castellano e inglés. Como supimos el pasado año, la trama gira en torno al ping-pong. De hecho, es una fiel recreación de este deporte. Refleja las jugadas posibles mediante unas sencillas mecánicas.

Para ganar la partida, necesitaremos acumular once puntos. Los animales serán los grandes protagonistas, tanto en los servicios como en los golpes. La mesa se llena de koalas, gorilas, tiburones, leones, caballitos de mar, elefantes y rinocerontes, entre otros. Se basa en la fórmula acción-reacción.

 

WILD PONG: UNA PARTIDA

Antes de empezar, separamos las cartas por tipos. Las cartas de servicio se dejan en el centro, junto al tablero de puntuación. Cada jugador recibe su mazo de cartas de golpe (negro o rojo) y tres contadores de resistencia, dos de servicio difícil y uno de golpe de suerte.

Ambos colocan su contador de puntuación en la casilla cero del tablero y roban siete cartas de su mazo para la mano. Entregamos el marcador de jugador inicial y empezamos la partida.

juego tenis de mesa

Un punto de juego

El jugador en turno roba dos cartas de servicio. Selecciona una para jugarla en el centro. El siguiente deberá bajar una de las cartas de su mano que lo contrarreste, guiándose por los símbolos de la parte inferior de la carta. En cada una se indicará a qué servicios o golpes puede responder (o a cuales no).

A continuación, el jugador en turno bajará una carta de la mano para responder al golpe de su rival, cubriendo su carta, y también atendiendo a la compatibilidad de símbolos, y así sucesivamente. Tras jugar una carta, se repone la mano.

Repetimos la misma mecánica hasta que alguien no pueda contrarrestar la carta del rival (podremos descartar carta para liberar un espacio de la mano, salvo si acaba de jugarse un golpe Super). Éste se anotará un punto.

El jugador en turno baja la segunda carta de servicio, cubriendo la primera, para repetir los mismos pasos. Cuando alguien se anote el segundo punto, se pasa el marcador de jugador inicial. Su portador robará dos cartas de servicio.

Wild Pong

Los tipos de cartas

En lo que respecta a servicios, las cartas con las que iniciar cada punto, el mazo se compone de servicios cortados, servicios laterales y servicios sin efecto. Se contrarrestan con un golpe compatible con su símbolos. También existen servicios directos, que conceden un punto de juego tras jugarse, y falta de servicios, perdiendo el punto al momento.

Los golpes representan un flip, un golpeo simple, un top-spin, un smash, un golpe cortado, un bloqueo y un globo. Unos son más poderosos que otros, ya que no ofrecen la misma facilidad para contrarrestarse. Concretamente, los marcados como Super.

Si ponemos en juego un golpe del mismo tipo que el jugador anterior, estamos obligados a que el valor de esta carta sea igual o superior para no perder el punto. El bloqueo y el globo exigen, además, del lanzamiento del dado para saber si ha tenido éxito. Podrá sumarse al posible modificador de la carta. Será de valor cero de cara a la devolución del contrario.

Wild Pong

¿Y los contadores?

Wild Pong también se compone de contadores de un solo uso. El de resistencia suma un punto al valor de la carta jugada. Podemos utilizar dos o los tres en una misma jugada para sumar dos o tres puntos, respectivamente, ya sea al valor de la carta o al del dado.

El contador de golpe de suerte se traduce en el lanzamiento del dado. Podrá jugarse al no poder devolver un golpe. Jugamos una carta cualquiera y tiramos. Con un ‘5’ o un ‘6’, ganamos el punto. Con cualquier otro resultado, lo perdemos.

El de servicio difícil complica la jugada para el siguiente desde la propia carta de servicio. Quien haya jugado el servicio lanza el dado. Con un resultado de ‘3’ o inferior, el contario gana el punto; con un ‘6’, será el jugador que ha lanzado quien se lo apunte. En caso de obtener un ‘4’ o un ‘5’, la devolución siempre será un globo, aunque se pueda jugar cualquier carta como respuesta.

Wild Pong

Fin de la partida

Al agotarse los mazos de golpe, no separamos las cartas para devolverlas a sus propietarios. En su lugar, barajamos y creamos un mazo común del que robar cada vez que tengamos que reponer la mano. De esta manera, la asimetría entra en escena. El ganador de Wild Pong será el primero en llegar a los once puntos en el tablero de puntuación.

 

WILD PONG: CONCLUSIONES

Lo peor ha pasado. Una derrota así merecía su fase de duelo. Todo por lo que había luchado ha terminado y, en la búsqueda de nuevas motivaciones, el partido pasa por delante de mis ojos una y otra vez.

¿En qué pude fallar? No sirve de mucho darle más vueltas, pero es inevitable. Hay que reconocer que el rival fue un genio de los servicios directos. Ahí ya sumó un par de puntos sin que yo pudiera responder. Podría haber empezado algún punto como él, pero los nervios lo complicaron rodo.

El oponente (maestro, de aquí en adelante) optó por muy pocos servicios laterales, consciente de que soy especialmente bueno con los golpeos simples. Me tranquilicé bastante cuando empezó con los servicios sin efecto. Me marqué un flip espectacular, lo que me subió bastante la moral.

Al parecer, mis saques no le impresionaron. Es lógico, dado que cometí dos faltas de servicio seguidas. Me esforcé en no parpadear. Mis entrenadores me han comentado en alguna que otra ocasión que parezco una pared, capaz de responder a cualquier golpe. Pero claro, eso era antes de conocer al maestro y sus top-spin. Sus smash. Sus golpes cortados.

Para salvaguardar el poco honor que todavía me queda, no voy a desvelarte el resultado final. Ya sabes lo principal. Perdí. Y perdí por mucho. Mi hermano, el único al que permito entrar en la habitación desde que el período de duelo ha avanzado, me dice que tiene una sorpresa. Que sea chocolate, por favor. 

Pues no, no es chocolate. Agita un folleto entre sus manos. ¿No ves que no estoy mostrando el menor interés en eso que llevas? Consciente de ello, me lo coloca a tres centímetros de la cara. Son las fechas del siguiente torneo, junto al formulario de inscripción. Vas listo si piensas que voy a hacer el ridículo una segunda vez. Un momento, ¿pero qué premio tan maravilloso pone que está en juego? Un ligero brillo vuelve a mis ojos.

juego tenis de mesa

Wild Pong es un ejemplo más de como un prototipo puede convertirse en realidad. Su autor, Miguel Cabaleiro, no ha parado de moverlo por eventos y jornadas, hasta el punto de llamar la atención de Sugaar Editorial. Con la gran cantidad de prototipos que recibe cada editorial a la semana, ya había mucho ganado.

El último paso sería una campaña de búsqueda de financiación. Para acercarse al mercado internacional, se escogió la plataforma Kickstarter. No tardó en superar su meta inicial, marcada en 1.000 euros. ¿Y ahora qué? El trabajo no ha terminado.

Ya hay seguridad de que llegará a las mesas, pero faltan unos últimos días para alcanzar metas adicionales, como mejoras para la calidad de los componentes o nuevos personajes. Una vez finalice, será momento de fabricar y de enviar a mecenas y tiendas. Los jugadores se encontrarán ante un juego que no podía representar mejor el ping-pong.

Podría haberse limitado a imitar la esencia, pero su creador ha querido que todos los elementos de este deporte estén presentes. No es un trabajo sencillo, pero el resultado es espectacular. Es de esos que dejan ver, a simple vista, el enorme esfuerzo que lleva detrás. Los conocimientos en ping-pong de Miguel Cabaleiro y el uso de la lógica han dado sus frutos.

Wild Pong

Podemos asustarnos al leer términos que, probablemente, nos serán desconocidos. Que si un servicio cortado, que si un flip. No olvides el top-spin. El globo. Toda esa terminología se traduce en una simbología clara y en el uso representativo del color en las cartas. Es común que los jugadores empiecen a utilizar también esas palabrejas con el paso de las partidas, pero no hay necesidad de saberlas. Wild Pong no requiere de conocimientos previos para disfrutarse.

La mecánica no podía ser más fácil de interiorizar: dos servicios por turno. Cada servicio se responde con un golpe y cada golpe se responde con otro golpe. Cuando no se pueda más, punto. Y así hasta el final de los tiempos.

Como hemos visto, responde a la fórmula acción-reacción. A la causa-efecto. Al ataque-defensa. En diez segundos, habremos jugado unas cuantas cartas. No necesitamos saber que un bloqueo contrarresta un top-spin. ¿El icono del top-spin es azul? Pues buscamos en la mano una carta que sea compatible con ese icono azul (tiene que aparecer en la parte inferior).

El bloqueo tiene un icono azul en la parte inferior, así que es válido. Con ello, la secuencia es extremadamente sencilla y ágil. Por descontado, entran en escena otros elementos, como la estrategia, la observación y la concentración. Serán las que nos guíen a la hora de tomar decisiones. Al escoger la carta correcta cuando varias sean válidas. A elegir el orden de los dos servicios.

juego de mesa ping-pong

Los despistes se pagan caros. Para ser exactos, con un valioso punto. Aunque la partida es rápida, necesitamos esos momentos para trazar la mejor táctica. Estaremos haciendo hueco para cartas más valiosas o sorprendiendo al rival con una jugada muy difícil de parar. El factor sorpresa es el mayor protagonista y el gran aliado para la victoria.

Si somos capaces de parar al rival, tendremos mucho ganado. La gestión de la mano se antoja fundamental, tanto para contrarrestar saques y golpes como para efectuar un golpe maestro. Al aplicar el equilibrio, mejor que mejor. No hay mayor felicidad que haber reservado un smash para el momento exacto.

Aunque no hay estrategias infalibles para la victoria (el azar en los servicios que restan o proporcionan un punto directo tienen algo que ver), la anticipación puede jugar malas pasadas. El tiempo vuela, pero es importante no malgastar las cartas más poderosas a la ligera. Ocurre lo mismo con los contadores.

Éstos funcionan como remedio a un golpe que a priori no podríamos parar o para que el riesgo, el segundo protagonista de Wild Pong, haga de las suyas. Los deliciosos plátanos (contadores de resistencia) nos sacarán de un aprieto.

juego de mesa ping-pong

El golpe de suerte es arriesgado, pero si sale bien, no nos borraremos la sonrisa de la cara. El contador de servicio difícil también recurre al dado. Perdemos, ganamos o complicamos la tarea al siguiente. Cualquiera de las dos segundas opciones es buena.

Con todo ello, aunque pueden jugar en nuestra contra si la mala suerte está de nuestro lado, conviene utilizarlos todos. En primer lugar, para seguir potenciando ese factor sorpresa. En segundo porque, aunque añadan azar al reto, pueden suponer un cambio en la puntuación. Nunca está todo perdido en Wild Pong. Será decisión individual decidir si merece o no la pena arriesgar.

Aunque suene contradictorio, solucionan el azar ante una mala mano. ¿Añadiendo más azar? En efecto. O evitan las clásicas frustraciones o las multiplican. O todo o nada. Cosas más raras se han visto.

Si vamos ganando, interesará mantenerse, pero sin relajarse. Si vamos perdiendo, la cosa estará clara: habrá que arriesgar todo lo posible. Ese riesgo, con su tensión y nervios, es sinónimo de diversión.

Uno de los puntos más originales de esta novedad lo encontramos en la intensidad conforme avanza el partido. Como el resto de elementos del ping-pong, está representada de forma muy fiel. Partimos de unos mazos idénticos, con las mismas posibilidades de ganar (la disposición aleatoria y el estilo de juego serán los que marquen la diferencia).

juego de mesa ping-pong

Una vez que se agoten, la asimetría gana terreno. Se convierten en una única pila de la que robar. Así, a un jugador podrán tocarle más Super que al oponente. Es preciso aprender a jugar con ello. Hacer frente a los contratiempos. Lejos de desesperar, continúa ampliando la piñata de las sorpresas.

El que es el juego del riesgo y de los ataques y piques constantes cuenta con unos personajes con habilidades especiales. Dato curioso: el autor y las personas que han hecho posible el desarrollo del juego están representadas. ¿Función? Incrementan la dificultad, la necesidad de estar concentrados para no pasar nada por alto y esa asimetría. Cada uno dispone de una fortaleza, pero también con una debilidad, con el reto que supone.

La experiencia se disfruta en su modo normal a 2 jugadores (con o sin personajes), así como en el modo por equipos y en la partida de dobles, para 4 jugadores. Aunque donde más brilla es en su modalidad normal con personajes, las otras no tienen desperdicio. Eso sí, para no liarnos demasiado, es conveniente recurrir a ellas y a los personajes cuando ya hayamos echado un par de partidas.

juego de mesa ping-pong

Estamos ante un juego informal, fácil de aprender y de ejecutar, para todas las edades. A ser posible, desde el momento en el que ya puedan reconocer y asociar, sin problemas, la simbología común. Es capaz de abstraernos del mundo real para introducirnos en un verdadero partido de ping-pong. No resultará raro escuchar el sonido de la pelota.

De hecho, despertará la curiosidad por este deporte de una manera divertida. Sin esfuerzos por recordar jugadas. Nos acerca unos conceptos desconocidos, incluso aunque acostumbremos a ocupar la mesa de ping-pong del hotel durante todas las vacaciones de verano. Cuando volvamos a echar un partido real, esos animales, con sus técnicas, vendrán a la cabeza.

Como hemos visto, plasmar todos los aspectos del ping-pong en una baraja de cartas tiene mucho mérito, sobre todo, si se ha conseguido una experiencia de juego amena, adictiva y divertida. El diseño ayuda a conseguirlo.

Es un acierto haber sustituido los textos de las cartas por la simbología. Todo fluye de forma natural, sin distracciones. La estética no destaca por la espectacularidad, pero sí por ofrecer un carácter práctico. Todos los elementos de las cartas tienen su función, acompañando a unas simpáticas ilustraciones. Eso sí, debemos tener en cuenta que no estamos ante un diseño final.

juego de mesa ping-pong

La preparación de la partida es tremendamente rápida, gracias a unos reversos fáciles de diferenciar en minutos. La goma roja y la goma negra de las palas en los mazos de golpe resultan todo un acierto. En la cara principal, diferenciaremos las jugadas por el tipo de animal, por su símbolo y por el color de fondo. Todo resulta intuitivo. El jugador no lo puede tener más fácil.

Por si no había suficiente cuidado de detalles, el manual cuenta con un apartado repleto de curiosidades del ping-pong. También, con una útil tabla de compatibilidades y con una explicación de los saques y los golpes, aplicados a la vida real. Para entender la función de una carta, traducida en una pelota que se va fuera o en otra que acierta en el borde de la mesa. En un efecto de retroceso.

Todo encaja al máximo, fruto de un exhaustivo proceso de testeo. Nos remarca las claves para desarrollar juegos. Testear, testear y volver a testear para, después, testear una vez más. Y otra. Y otra más. A ser posible, con desconocidos. Los amigos y familiares no acostumbran a ser demasiado duros…

 

COMPONENTES DE WILD PONG

  • 70 Cartas de Golpe
  • 30 Cartas de Servicio
  • 10 Cartas de Personaje Especial
  • 7 Contadores de Resistencia
  • 4 Contadores de Servicio Difícil
  • 2 Contadores de Golpe de Suerte
  • 2 Contadores de Habilidad Especial
  • 2 Contadores de Puntuación
  • Contador de Posesión del Servicio
  • Dado (seis caras)
  • Tablero de Puntuación
  • Instrucciones (castellano, inglés)

 

Las fotografías que complementan esta reseña están tomadas a partir de su prototipo, por lo que no representan un diseño final.