Los juegos de mesa basados en la búsqueda de tesoros requieren de un sistema aleatorio para tener sentido. Así, acostumbran a mostrarse en forma de fichas o cartas, dispuestas al azar.

Penny Papers Adventures: La Isla de la Calavera recurre a un sistema más original: cuadrículas individuales. Combinadas con los dados, no sólo se crean partidas muy distintas ente sí, sino situaciones completamente diferentes entre los propios jugadores, aun encontrándose en la misma isla. Reseñamos esta propuesta.

 

LA REVOLUCIONARIA BÚSQUEDA DEL TESORO

Penny Papers Adventures: La Isla de la Calavera ya es una realidad de la mano de 2Tomatoes. Disponible a un precio que ronda los 13 euros, se conforma como una aventura independiente de la serie Penny Papers, que ya cuenta con El Valle de Wiraqocha y El Templo de Apikhabou en tiendas.

Creado por Henri Kermarrec e ilustrado por Géraud Soulié, estamos ante un juego de mesa de 1 a 100 jugadores, con partidas de 20 minutos, recomendado a partir de los 8 años. Fue publicado por Sit Down! en su edición original.

Los participantes compiten por la búsqueda de los más valiosos tesoros, mediante el máximo aprovechamiento de las tiradas de dados. En sus cuadrículas individuales anotarán los resultados que consideren oportunos, ya sean números o barcos. A través de este sistema inteligente, crearán islas muy diferentes entre sí.

Los peligros, anotados por los demás jugadores, están a la orden del día. Si se resuelven, otorgarán una ventaja al final de la partida, pero en caso contrario, será necesario someterse a sus consecuencias negativas. Por algo la acción se desarrolla en la llamada Isla de la Calavera.

 

LA ISLA DE LA CALAVERA: UNA PARTIDA

Cada jugador recibe su hoja de mapa por la misma cara y un lápiz. Tras dejar los dados en el centro, comienza la partida. Se tiran para realizar la primera anotación en la hoja. En caso de no haber ningún símbolo especial, los jugadores apuntarán en una casilla adyacente al agua (en ortogonal o diagonal) uno de los números mostrados o la suma de los tres o de dos.

A continuación, se lanzan de nuevo los dados. A partir de este momento, un número sólo podrá apuntarse en una casilla de la isla vacía adyacente a un barco o a otro número. Existen tres símbolos especiales que modifican las reglas cuando aparecen.

Con el rostro de Penny Papers, los participantes podrán escoger un número a su elección, entre el 1 y el 15, para añadirlo a su cuadrícula. Con un símbolo de un barco, podrán dibujar uno en cualquier casilla de mar vacía. Al aparecer el símbolo de peligro, es obligatorio atender a él e ignorar los demás resultados.

Todos dejan sus hojas en el centro y toman otra para dibujar una calavera en cualquier casilla. La devuelven a su propietario (están marcadas con sus iniciales), antes de volver a lanzar los dados. Debe atenderse, en todo momento, a la búsqueda de tesoros.

La búsqueda de tesoros

Al encontrar un tesoro, el jugador rodeará la casilla y anotará su valor en la parte inferior de la hoja. No podrá haber dos tesoros con un mismo número. Se encuentra al estar rodeado por cuatro números iguales (uno a su izquierda y otro a su derecha en la misma fila y uno encima y otro debajo en su misma columna).

Por cada fila y columna puede utilizarse un barco, a modo de comodín para el número que se necesita. El valor del tesoro será el número con el que se ha encontrado, pudiendo estar incluso en casillas ocupadas.

Los peligros

Un símbolo de peligro, es decir, una calavera, sólo podrá tacharse cuando haya un ‘9’ en una casilla adyacente. De esta forma, sumará puntos al final de la partida. De lo contrario, restará.

Fin de la partida

La partida llega a su fin cuando un jugador ha encontrado su quinto tesoro o ha rellenado todas las casillas del mapa, a excepción del agua. Se procede al recuento de puntos.

Se suman los procedentes de los tesoros obtenidos y se añaden o restan los de peligro. Una calavera no tachada resta tantos puntos como equivalgan al número de menor valor que tenga adyacente y anula cualquier tesoro que hubiera sobre ella. Una calavera tachada suma tantos puntos como equivalgan al número de menor valor adyacente. El vencedor será quien tenga la mayor puntuación.

 

LA ISLA DE LA CALAVERA: CONCLUSIONES

Tras un buen paseo por la isla, he localizado un par de tesoros. ¡Y estoy a un paso de encontrar el que parece el más valioso! Un par de viajes en barco me hubiesen permitido ganar tiempo, pero no han sido posibles. Por desgracia, no me queda demasiado tiempo en este lugar.

Por si las moscas, y visto que el peligro puede aparecer en cualquier momento, protejo los lugares clave. Y ahí está, peligro al canto. No sólo no me veré afectada, sino que he conseguido que mi máximo rival ya no pueda librarse de él. La carrera por los tesoros ha terminado, pero al menos, se restará tantos puntos como equivalían al tesoro que he estado a punto de encontrar. Para que la rabia sea menor para mi.

La serie Penny Papers Adventures podría definirse como una combinación entre los clásicos juegos en papel y el Buscaminas. El resultado es una propuesta original y revolucionaria, ideal para quienes buscan propuestas diferentes en todos los aspectos.

Sus juegos parten de una misma mecánica, aunque cuentan con pequeños cambios entre ellos para crear títulos diferentes y compatibles entre sí (al menos, para quienes no les importe seguir poniendo en práctica la misma esencia). En el caso de La Isla de la Calavera, las mayores sorpresas llegan con los peligros.

No tardaremos demasiados minutos en comprobar como dos islas idénticas dan paso a escenarios completamente opuestos. Se debe a las tiradas de los dados y a las propias decisiones. Así, aunque el azar está presente, son las elecciones y los planes de cada jugador los que marcan la diferencia.

Escoger entre un preciado barco o un número perfecto es sólo el comienzo. Con una tirada sin símbolos especiales, tendremos hasta siete resultados distintos, de ahí que cueste coincidir con los rivales. Con símbolos especiales, las diferencias aumentan.

Deberemos tener en cuenta que no conviene despreciar a los barcos (nunca se sabe cuando estos comodines podrían volver a salir) ni los números más bajos. Con ellos, la búsqueda de tesoros será más efectiva. Los tesoros de un valor bajo abundan, frente a los que cuenta con un valor de ’10’ o superior.

Resulta muy jugoso tratar de encontrar un ’15’, aunque puede llevarnos demasiado tiempo. Y en Penny Papers, el tiempo es un bien limitado. La forma de jugar de los demás (un vistazo a las cuadrículas ajenas nunca está de más) puede marcarnos el camino correcto. Lo que es unas partidas tendrá sentido, en otras carecerá de él.

Siguiendo con esa toma de decisiones, habrá que saber cuándo conviene proteger zonas o eliminar calaveras. El equilibrio no es una mala opción. De poco nos servirá una isla repleta de ‘9’, cuando sólo podemos encontrar un tesoro para cada número. Por contra, sin ellos, una partida perfecta puede verse arruinada casi por completo.

¿Renuncio a este valioso ’10’ por eliminar una calavera que sólo me restaría tres puntos? ¿Corre peligro el tesoro que he encontrado sobre una de ellas? Proteger nuestra propia isla y eliminar sus peligros será tan importante como actuar en las de los rivales.

Tener la posibilidad de colocar un símbolo de peligro en las zonas de los demás es una de las partes más entretenidas de la aventura. Es aquí donde aparece la interacción entre participantes y la satisfacción de arruinar todo en un segundo. Sobre todo, cuando queda poco tiempo. Por tanto, las venganzas están aseguradas. Recomendamos no dejarse llevar por las prisas, algo que podría llevarnos a cometer errores tan frecuentes como pintar una calavera al lado de un ‘9’.

Para su máximo disfrute y rapidez, recomendamos no utilizar gomas. Los fallos podrán tacharse, pero no los cambios de idea. Un número o símbolo deberá permanecer donde ha sido anotado. Sin arrepentimientos.

Esta idea revolucionaria se completa con esos turnos simultáneos y con una calidad en sus componentes (con cien hojas tendremos juego para rato, sobre todo si optamos por borrar todo al final de una partida o por las fotocopias). La guinda del pastel llega con su cuidado modo en solitario.

Sigue las mismas reglas que su modo principal, aunque las calaveras se colocarán adyacentes a la última casilla ocupada. ¿El objetivo? Obtener la suficiente puntuación como para ser un explorar y, ya de paso, obtener un mejor resultado que en un intento anterior.

También con la rejugabilidad infinita por bandera, no es complemento adicional, sino una forma de juego en sí misma. Tanto es así que no tiene nada que envidiar a propuestas en solitario. Nos divertirá por una larga temporada y, aunque no esté presente esa sed de venganza, merece la pena adquirirlo pensando exclusivamente en ese disfrute individual.

Penny Papers Adventures: La Isla de la Calavera llega para sorprender a todo tipo de jugadores, incluso a quienes presumen de enormes estanterías. Los principiantes disfrutarán con su sencillez de reglas, mientras que los veteranos pondrán en práctica la ejecución de combos a la hora de encontrar tesoros.

No debe olvidarse que estamos ante un juego fácil de entender, pero difícil de dominar. Su sistema inteligente nos enfrentará a numerosos quebraderos de cabeza en cada partida, llevándonos a mirar en perspectiva, a gestionar el riesgo y a valorar distintas opciones en base al transcurso de la competición y al final.

Merece la pena acercarse al menos a un juego de la serie y esta búsqueda de tesoros es una perfecta opción. No echaremos de menos la gestión de recursos, la colocación de trabajadores ni los combates, demostrando que un elemento distintivo nunca está de más en un mercado marcado por un número limitado de géneros.

 

COMPONENTES DE JUEGO

• Bloc con 100 Hojas a Doble Cara
• 3 Dados
• Instrucciones