En el colegio, era muy habitual pedirle una pelota al profesor para jugar a un determinado deporte. El problema llegaba al no disponer de balones suficientes. Así, un partido de baloncesto acababa disputándose con un balón de fútbol o, peor aún, con una pelota de tenis. Esta inyección de nostalgia es recordada en Dunkers 2, disponible en Pais de los Juegos.

 

DUNKERS 2, EL HUMOR EN EL DEPORTE

Dunkers 2 ya se encuentra disponible para navegadores, de forma gratuita. Colin Lane Games nos presenta una secuela independiente de Dunkers, con un renovado apartado gráfico y con nuevas opciones de juego. No es preciso haber disfrutado de él, pero un simple vistazo ya nos permitirá comprobar ese enorme cambio.

Los gráficos pixelados han dado paso a un colorido y detallado mundo. A través de una interfaz sencilla, se presenta al protagonista. Se trata de un jugador de baloncesto, con los brazos tan largos (y gelatinosos) que la torpeza dominará cada segundo del partido.

Esta combinación entre humor y deporte puede disfrutarse de forma individual o entre dos jugadores, en un mismo ordenador. Tras un sencillo tutorial, quedaremos familiarizados con los controles. Son sólo dos teclas, suficientes para moverse hacia los lados y saltar por los aires.

Por suerte o por desgracia, dominar al personaje no será algo sencillo. Las caídas son más que frecuentes, ya que los brazos estorban demasiado. No es impedimento para realizar las mejores jugadas, aunque ya hablaremos de eso más adelante.

 

LOS RETOS PARA UN JUGADOR

En Dunkers 2 hay un eje central: las monedas. Éstas se obtienen mediante el progreso y, por supuesto, con cada éxito. Existen tres opciones para el juego en solitario.

La definida como Arcade se conforma como la aventura principal. El objetivo queda claro: vencer al mayor número posible de rivales. Nuestra marca quedará guardada, para superarla en intentos posteriores. Y así hasta el infinito. Un «partido» se considerará ganado cuando anotemos un tanto antes que el rival.

Si es el contrario quien lo hace, no quedará más remedio que volver a empezar. Cada contrincante será diferente al anterior, contribuyendo con sus trajes y apariencias a potenciar ese humor. ¿A quién no le resulta divertido ver un partido entre un perro seboso y un hombrecillo disfrazado de tiburón?

La segunda opción consiste en los torneos como tales. Se sigue la misma mecánica, aunque con un precio y una recompensa. Así, inscribirse implica el gasto de monedas, pero ganarlo supone la mayor de las recompensas.

El tercero es un modo de juego rápido, donde acertar más tiros que el rival en sesenta segundos. Para enfrentarse a éste y al anterior, y evitar la mayor de las catástrofes, es más que recomendable haberse entrenado duro en la aventura. Además, haber alcanzado ciertas marcas nos permitirá desbloquear preciosos escenarios nuevos.

 

LOS RETOS PARA DOS JUGADORES

La competición entre dos participantes es uno de los grandes atractivos de Dunkers 2. ¿El motivo? Restregarle al otro la victoria, mediante algún codazo suave. Tras escoger los personajes, comienza la acción.

Cada uno cuenta con sus dos teclas para mover al personaje y demostrar todo su potencial. Las risas son una realidad, no sólo por las situaciones que se crean (con los deportistas tirados por los suelos), sino con los tipos de lanzamientos que se suceden.

Al igual que en los modos individuales, hay diferentes formas de anotarse un tanto, con su respectivo mensaje. Porque no será lo mismo colar la pelota por el aro mientras estamos boca abajo, que habiendo roto todo a su alrededor. El colorido y las apariencias tiernas no están reñidas con la parte espectacular.

 

¡QUIERO ESE BALÓN!

Como ya hemos visto, las monedas son primordiales. A medida que progresamos, se irán desbloqueando distintos personajes, símbolos para las camisetas y balones. Existe una amplia variedad de todos ellos, que también podrán adquirirse mediante el pago de monedas.

Personas con todo tipo de disfraces y divertidos animales esperan formar parte de nuestras opciones. Lo mismo ocurre con los balones, en representación de distintos deportes. ¿Hay algo mejor que disputar un partido de baloncesto con un balón de fútbol americano? ¿Y con una diminuta pelota de béisbol?

Personalizar cada encuentro forma parte de las grandes maravillas de Dunkers 2. Sin embargo, no son la única utilidad de las monedas. Los más impacientes también pueden desbloquear escenarios con ellas. Además, sirven para inscribirnos en esos maravillosos torneos.

 

DUNKERS 2: CONCLUSIONES

Lo mejor que tiene Dunkers 2 es su capacidad para enganchar a los amantes de los juegos deportivos y a quienes huyen por completo de ellos. Los primeros disfrutarán con su competición constante, mientras que los segundos valorarán su esencia casual, marcada por lo absurdo.

Lo primero que debe tenerse en cuenta es que no habrá encuentro serio en ninguno de sus modos. Si bien es cierto que todos querremos ganar, algo que puede causarnos más de un momento frustrante, el objetivo del juego es dejarse llevar por el humor propuesto.

Conviene no desesperar si los brazos del protagonista no responden a los controles. Ésta es la misma esencia y el sentido de la ya convertida en saga. Al cabo de un par de encuentros, al menos habremos aprendido a esquivar al rival y a robarle el balón. Aunque haya sido a base de choques contra él. ¿Acaso la violencia está prohibida en Dunkers 2?

Sus diferentes posibilidades de juego y sus estadísticas resultan todo un acierto. Aunque podrían haberse añadido más opciones multijugador, tendremos diversión para rato. Una vez iniciados, querremos desbloquear todo el contenido posible. A ese maravilloso mono y al adorable osito panda.

La espectacularidad de los lanzamientos (en buena parte de los casos gracias a la suerte) pondrá el toque sorpresa a los partidos. Se efectúan contra un rival real y también contra la máquina. Al competir contra la inteligencia artificial, no habrá un nivel imposible. Los rivales no son especialmente buenos, puesto que ya bastante complicación hay en manejar al personaje…

Al son de una alegre melodía, estamos ante un juego completamente renovado. Contiene todos los ingredientes para quedarse, añadiendo todo lo que le faltaba a su antecesor. Parecen haber dado con una muy buena fórmula y, si la respetan, ya sólo resta seguir sumando novedades con el paso del tiempo.