A la espera de que se pongan a la venta 13 Días: La Crisis de los Misiles en Cuba 1962 y El Soneto, así como la primera expansión de Los Inseparables, Ludonova continúa trabajando para ampliar su catálogo. A través de las redes sociales, ha confirmado el lanzamiento de Days of Ire: Budapest 1956, cuyo título en castellano será Días de Ira: Budapest 1956.
EL INICIO DE UNA REVOLUCIÓN
Días de Ira: Budapest 1956 es un juego de mesa de 1 a 4 jugadores, con partidas de 60 a 90 minutos de duración. Creado por Katalin Nimmerfroh, Dávid Turczi y Mihály Vincze, cuenta con ilustraciones de Sami Laakso, Kwanchai Moriya, Katalin Nimmerfroh.
Por el momento, no se han dado fechas para su llegada a las tiendas. Lo que sí ha confirmado la editorial es que será el segundo en formar parte de la serie Ludonova Historia, tras 13 Días: La Crisis de los Misiles en Cuba 1962. El tercer título será anunciado en los próximos días.
Como su propio nombre indica, esta novedad se ambienta en 1956. Ya hace tres años de la muerte de Stalin. El régimen de la propaganda y del terror va suavizándose muy lentamente, pero la gente de Hungría no olvida su descontento. Los habitantes del que es el país más pequeño al este del telón de acero comienzan a protagonizar protestas masivas. Los años de miedo y pobreza han dejado tras de sí altas dosis de indignación.
Los ciudadanos demandan acabar con el régimen actual, a través de esas protestas cada vez más frecuentes en el país y que no contarían con el permiso de las autoridades. Serán el ejército ruso destacado en Hungría y la Autoridad de Protección Estatal (la policía secreta) quienes unan sus fuerzas con acciones represivas para hacer frente a la multitud.
¿El resultado? Una respuesta violenta, que supone el inicio de una revolución. Con este escenario, Días de Ira: Budapest 1956 incluye varios modos de juego. En el conocido como ‘Todos contra Uno’, un jugador se pondrá en la piel de comandante soviético, en un enfrentamiento contra hasta otros tres participantes. Serán éstos quienes actúen como revolucionarios húngaros, en su papel de cabezas de la manifestación.
En la modalidad cooperativa, todos los participantes serán revolucionarios y protagonizarán un enfrentamiento contra el general Zhukov, a través de un sistema de inteligencia artificial con las mismas cartas. No faltará su reto en solitario, en el que enfrentarse al invasor soviético sin ninguna compañía.
Una partida será un éxito si las calles se mantienen libres de la opresión un día más. Por el contrario, habrá sido un fracaso si los revolucionarios sufren demasiadas heridas o si no logran hacer frente a diversos eventos. La revolución habrá caído. Estas tres posibilidades de juego crearán, en palabras de la editorial, «una experiencia tensa e inmersiva».