Mascotas: el arte del despiste en un nuevo juego de cartas

Mascotas

El perro, mi mascota, ya tiene casi todas las atenciones necesarias para otorgarme el título de «mejor cuidador de mascotas». He engañado a mis rivales cuidando al pez y haciendo enfadar a mi perro alguna que otra vez. Ya está alegre, por lo que sólo preciso de un turno más para pasarle esa suave esponja por el lomo, que me dará la victoria.

Pero algo falla. El jugador de al lado se ha puesto a limpiar la pecera y el pececillo ya tiene todos los cuidados. No está enfermo ni enfadado y, si tiene dueño, éste se habrá convertido en el ganador.

Mi compañero me mira con una sonrisa, desvelando que tenía al pez como mascota. Mi juego del despiste no sólo no ha dado resultado, sino que ha jugado en favor de mi rival. ¿Conclusión? Preciso de una estrategia mejorada para la siguiente partida. Así es Mascotas, un nuevo e intenso juego de cartas.

 

EL PERRO, LA TORTUGA, EL HÁMSTER Y EL PEZ

Mascotas es un juego de cartas de 2 a 8 jugadores, con partidas de 20 minutos de duración. Recomendado para mayores de cuatro años, se define como una apuesta familiar con la que concienciar del cuidado que exige un animal.

Tiene como autores a Raúl López, a Juan Carlos Ruiz y a Jorge Rodríguez, mientras que sus ilustraciones son obra de Francisco Millán. Presentado con instrucciones en castellano e inglés y con cartas independientes del idioma, ya está llegando a las tiendas, de la mano de Atomo Games.

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Preparación de la partida.

El que es el primer juego publicado por la editorial española, parte de una mecánica sencilla y rápida. Los participantes tratarán de otorgar todos los cuidados necesarios a su mascota, en forma de perro, tortuga, hámster y pez, a la vez que evitan que enferme o se enfade.

Su principal atractivo llega a la hora de mantener oculta la identidad del animal, siendo la deducción una herramienta imprescindible. Al fin y al cabo, tratar de adivinar qué mascota tienen los rivales resulta tan importante como mantener la propia a salvo de los ataques.

 

MASCOTAS: UNA PARTIDA

Antes de empezar, se sitúan las cuatro cartas de mascota grandes en el centro de la mesa, boca arriba. Cada jugador recibe una carta de mascota objetivo, que se relacionará con una de ellas. Deberá permanecer oculta ante los demás.

Se barajan todas las cartas y se reparten cuatro a cada jugador. Durante su turno, cada uno tendrá que jugar una de forma obligatoria para, después, robar otra del mazo. Existen tres tipos de cartas.

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Ejemplo de partida.

Cartas de Cuidado. Deberán colocarse boca arriba en el espacio correspondiente a su mascota, haciendo alusión al aseo, al hogar, a la comida y al juego. Así, una carta de hogar de tortuga sólo podrá situarse sobre la esquina de hogar de la tortuga. El jugador podrá colocar cartas de cuidado sobre mascotas que no sean la suya, sin que estén repetidas.

Cartas de Estado. Existen cuatro tipos de cartas de estado, a colocar sobre una mascota propia o del rival. No puede haber dos iguales sobre un mismo animal.

La pulga sirve para hacer enfermar a una mascota o para retirar una de veterinario. El veterinario elimina una pulga o protege al animal de una futura enfermedad. Por su parte, el gato enfurece a la mascota o elimina una carta de mimos. La carta de mimos elimina al gato o protege al animal de un futuro enfado.

Cartas de Acción. Se descartan una vez jugadas para aplicar su efecto. Sirven para mover una carta de estado de una mascota a otra o para cambiar las cartas de la mano con otro participante. También intercambian la mascota objetivo o retiran todas las cartas de cuidado y de estado de un animal.

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Objetivo: cumplir con los cuidados de la mascota propia.

En el momento en que una mascota tenga sus cuatro cartas de cuidado sobre ella y que, a su vez, no esté enferma ni enfadada, se comprueba si tiene dueño. En caso afirmativo, ese jugador se habrá convertido en el «mejor cuidador de mascotas» y, por tanto, en el ganador de la partida.

 

MASCOTAS: CONCLUSIONES

Mascotas no podía haberse puesto a la venta en una época mejor. Estamos ante un juego rápido y sencillo, presentado en una caja de pequeño tamaño. Estas características lo convierten en una buena apuesta para las tardes de piscina.

No hay nada como hacer la digestión mientras se cuidan mascotas. O, mejor dicho, mientras se fastidia a las de los rivales. Esta sencillez en cuanto a reglas hará que los más pequeños o los que se inician en el mundo de los juegos de mesa disfruten con él. Sin embargo, aporta más elementos de los que puede parecer a simple vista.

Esta cuidada novedad parte de una competición máxima entre participantes y de una interacción constante, independientemente de la estrategia escogida. Tal vez queramos centrarnos en cuidar de nuestra mascota, sin meternos en líos, o prefiramos atacar a las de los rivales.

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Las cartas de cuidado y de estado se sitúan sobre las mascotas.

En ambos casos, nuestro objetivo no tardará en ser descubierto y empezarán a llover los ataques sobre nuestra querida tortuga. La diversión absoluta llegará si recurrimos al arte del despiste. No siempre nos jugará buenas pasadas (tal vez estemos mejorando la mascota del rival), pero la emoción con este plan crecerá por momentos.

Si conseguimos disimular esa cara de rabia al ver como una pulga acaba de posarse en la tortuga o tenemos cartas que nos permitan hacer enfadar a nuestra mascota para después solucionarlo, no habrá de qué preocuparse.

Pero esto no es una tarea sencilla. Las sonrisas y las miradas podrían delatarnos más de la cuenta y, para colmo, no siempre se tienen las mejores cartas. El éxito radicará en alcanzar el equilibrio entre ataque y defensa, sin mostrar nuestras intenciones.

El hecho de tener que jugar siempre una carta de forma obligatoria, implicará un cambio de planes constante. Quizás no nos quede otro remedio que hacer enfadar a nuestro animal, sin planes a corto plazo para alegrarle. Esta enorme interacción entre participantes potenciará la locura y los finales inesperados.

Debemos tener en cuenta que no funciona mal a dos jugadores, aunque la diversión irá creciendo a medida que aumenta el número de participantes.

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Las cartas de acción darán giros inesperados a la partida.

Sus turnos, extremadamente cortos, no potenciarán la espera entre turnos, por lo que a ocho jugadores funciona a la perfección. Conseguir el objetivo será más complicado entre tantos ataques y caos, pero a cambio, compartiremos mascota con otro participante.

Como ya hemos visto, mantener oculto el objetivo es uno de sus grandes atractivos. Las cartas de acción serán otro de ellos, sobre todo si se utilizan para cambiar la mascota o para retirar todas las cartas de alguna, con la misión de volver a dar un giro de tuerca a la competición.

Respecto a sus componentes, sus cuatro cartas grandotas de mascota harán las delicias de los jugadores. Todas las cartas del juego apuestan por la sencillez y por la simbología, contribuyendo a su dinamismo.

Por su parte, sus coloridas ilustraciones potenciarán esa locura que se desea transmitir. Eso sí, si queremos incorporarlo a esos planes veraniegos, conviene enfundarlo y cambiarlo de caja.

Con todo ello, Mascotas es un juego de cartas intuitivo, emocionante, adictivo, rápido y sencillo. Recomendamos jugarlo entre partidas más largas, para desconectar, o en las reuniones entre amigos en las que no se busquen grandes complicaciones.

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Componentes de juego.

Se aleja por completo de MetalCorps, el primer proyecto presentado de Atomo Games, aunque es una buena carta de presentación para la editorial. Debe tenerse en cuenta que, además de divertir, busca concienciar sobre la importancia del cuidado de una mascota, dejando claro que supone una responsabilidad que, una vez asumida, no puede dejarse aparcada.

No siempre se consigue combinar ese entretenimiento con una función educativa, pero en este caso ambas se unen a la perfección. Porque no hay nada mejor que enseñar unos valores en un ambiente en el que las risas sean las protagonistas.

 

COMPONENTES DE JUEGO

  • 32 Cartas de Cuidado
  • 20 Cartas de Estado
  • 18 Cartas de Acción
  • 8 Cartas de Mascota
  • 4 Cartas de Mascota (gran tamaño)
  • Instrucciones (castellano en inglés)

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