La edición en castellano de Timeline: Música & Cine ya está en las tiendas. Tal y como anunció Asmodee en nota de prensa, este nuevo juego de la serie Timeline ha sido una de las novedades más significativas de principios de este mes de marzo.
ASÍ ES TIMELINE: MÚSICA & CINE
De nuevo, llega una forma de diferente de aplicar la idea del juego original Timeline, sólo que esta vez, sobre cine y música. Esta nueva ambientación llega después de Timeline: Eventos, Timeline: Multi temático y Timeline: Inventos. Valorado en unos 13 euros, podemos disfrutar de partidas de 2 a 8 jugadores en las que la rapidez (15 minutos) sigue siendo uno de sus puntos fuertes, así como el diseño de su caja metálica.
En esta ocasión, también tenemos que poner a prueba nuestra capacidad de memoria y deducción para colocar los diferentes acontecimientos musicales y cinematográficos en orden cronológico a través de 110 cartas. Y, para aquéllos que tienen una gran memoria y son capaces de recordar el orden de los hechos de estas 110 cartas a las pocas partidas, este nuevo Timeline también ofrece la posibilidad de juntarlo con los otros juegos, creando una experiencia mucho más completa (y difícil).
¿Os acordáis de en qué año se estrenó El Planeta de los Simios? ¿Antes o después que la llegada al cine de El Resplandor? Por muy claro que parezcamos tenerlo todo, saber si fue antes o después que el resto de obras será la gran duda que tendremos casi todo el tiempo. Sin embargo, si queremos ganar, más nos vale fallar las menos veces posibles y acabar con las cartas de la mano cuanto antes.
UNA PARTIDA A TIMELINE: MÚSICA & CINE
¿Cómo nos convertimos en el primer jugador en quedarse sin cartas? Fácil. Lo primero de todo es coger una carta al azar del montón y colocarla en la mesa de juego, mostrando la fecha de esta carta. Cada una tiene dos reversos, uno con el título y la imagen y otro con la fecha. Este último no podremos verlo hasta colocarla, por este lado, encima de la mesa. A continuación, cada uno robamos cuatro cartas.
Ahora, empieza la partida. El primer jugador coloca una carta delante o detrás de la carta inicial que ya esté sobre la mesa de juego, dependiendo si cree que se sitúa antes o después cronológicamente. Tras esto, se le da la vuelta y, si la carta ha sido colocada de forma correcta, le toca el turno al siguiente jugador. ¿Y qué ocurre si ha fallado? Pues tendrá que robar una nueva carta y perder el turno, quedándose con las mismas cartas que antes.
Este proceso se repetirá hasta que un jugador se quede sin cartas, proclamándose ganador de la partida. Un detalle importante es que, en las primeras rondas, resultará bastante sencillo colocar las cartas, pero cuando ya existan muchas sobre la mesa, sólo tendremos un margen de acierto de muy pocos años, algo que dificultará y mucho la partida.
