La Baraja Mutante, el juego de cartas de 1 a 6 jugadores, incluye tres juegos en su interior: El Solitario, El Torneo Mutante y La Tropa Mutante. En ellos, la clave es la creación de todo tipo de personajes a través de la unión de partes del cuerpo.
A través de una reseña y de una galería de imágenes os hemos mostrado los componentes y las reglas del juego. Ahora, Carlos Sacristán, creador de La Baraja Mutante, nos desvela muchos de los secretos y curiosidades, a la vez que nos enseña los primeros diseños del juego, su evolución e incluso, los personajes descartados.
Os recordamos que ya se encuentra a la venta en su web oficial a un precio de 11,45 euros y que se trata de una apuesta que no solo ayudará con las matemáticas a los más pequeños de la casa, sino que servirá para amenizar también las reuniones con adultos.
Consola y Tablero: ¿Cómo surgió la idea de crear La Baraja Mutante? ¿Tiene un largo proceso de creación detrás?
Carlos Sacristán: La idea surgió una tarde lluviosa de verano. Había que entretener a un niño que se aburría. Dibujamos a varios personajes que, luego, troceamos con toda delicadeza en tres partes (cabeza, cuerpo y piernas). Después, nos dedicamos a intercambiar todas esas partes para provocarles divertidas mutaciones.
Ese fue el germen. A raíz de ahí comencé a desarrollar esa idea y a perfeccionar esos personajes. Llevo bastantes años trabajando en el mundo de la ilustración y el humor gráfico y me pareció un proyecto fascinante. El proceso ha sido largo porque, en realidad, no tenía ninguna prisa en finalizarlo. Para mi era una diversión.
He podido ir planeando y retocando poco a poco y en detalle tanto las instrucciones como la estética del juego. La Baraja Mutante se ha cocinado a fuego lento. Soy un especialista en eso (tengo un pollo en el horno desde hace años).
Consola y Tablero: ¿Por qué un juego de cartas?
Carlos Sacristán: Por lógica. Al juntar en un mazo todas esas partes de personajes el resultado se parecía enormemente a una baraja de naipes. El siguiente paso era obvio. Había que encontrar la manera divertida de interactuar con todas esas cartas.
Ideé montones de formas de jugar. Unas nos parecieron demasiado simples (se oían los bostezos durante la partida), otras muy complicadas (te juntabas con tal montón de cartas en las manos que necesitabas un par de ayudantes y una calculadora para acabar), otras absurdas (tenías que esconderte detrás de un gran libro abierto puesto de pie para que los contrincantes no vieran tus cartas desplegadas sobre la mesa)…
Todo fue llevando hacia los tres modos de juego que, al final, seleccioné. Luego, me dediqué a pulirlos con calma.
Consola y Tablero: La parte estética es impresionante, tanto por su colorido como por la simpatía que aportan todos los personajes. ¿Qué ha sido más complicado de crear?
Carlos Sacristán: El primer prototipo estaba hecho a lápiz, el segundo con tinta y acuarela y el tercero y último con técnicas digitales. Desde luego, buscaba algo llamativo y simpático. He tratado de darles a los personajes el mismo tono amable que suelo aplicar a los tipos que dibujo en mis viñetas (llevo 16 años publicando una viñeta humorística diaria que firmo como Tris en el periódico La Rioja).
En cuanto al estilo, no quería un Troll o un Esqueleto que infundieran terror a los niños pero tampoco quería un Troll o un Esqueleto que se sintieran cómodos viviendo en el resplandeciente jardín de mermelada de la princesita de gominola. He tenido que encontrar un punto intermedio y cuidar mucho los detalles. El Director Jefe del Departamento de Calidad (que entonces contaba nueve años) era implacable al respecto.
Lo más duro ha sido decidir qué pueblos y qué personajes se quedaban fuera de La Baraja Mutante. Las 75 cartas de este juego conforman 25 personajes completos que se agrupan en pueblos. Teníamos ideados muchos más, algunos ya con diseños totalmente acabados, y los hemos tenido que dejar guardados en el cajón. El Director Jefe del Departamento de Calidad y yo mantuvimos una lucha titánica para ponernos de acuerdo sobre quiénes se quedaban y quiénes se iban.
Consola y Tablero: Estamos ante un juego que divierte incluso cuando lo juegan solo adultos. ¿Costó mucho de conseguir?
Carlos Sacristán: Desde el principio quise hacer un juego en el que pudieran participar niños y mayores en igualdad de condiciones. Que fuera atractivo para cualquier aficionado a los juegos de mesa. Quizá la estética puede hacer pensar que La Baraja Mutante es un juego exclusivamente infantil, pero no es así. Me interesaba que los niños pudieran divertirse jugando solos (así dejaban un rato tranquilos a los adultos) pero, también, deseaba que los adultos se divirtieran jugando solos (así dejaban un rato tranquilos a los niños).
Lo más complicado ha sido el comprimir las instrucciones para que se muestren escuetas y claras. Cualquier situación que pudiera darse durante el juego tenía que quedar resuelta. Había que buscar, también, un equilibrio entre hacer un modo de juego intuitivo y fácil de aprender y que, al mismo tiempo, fuera divertido y con las suficientes variables para no resultar repetitivo. Esa era la idea. Espero haberlo conseguido.
Consola y Tablero: La Tropa Mutante, el Torneo Mutante y El Solitario aportan experiencias de juego muy diferentes y de distintas dificultades. ¿Cuál es tu favorita?
Carlos Sacristán: Cada modo de juego tiene sus características… El Solitario Mutante es, por supuesto, para jugar cuando no estamos acompañados. Su desarrollo nos sirve de excusa para ir viendo como el personaje inicial va mutando ante nuestros ojos de forma aleatoria. Es mi favorito cuando estoy solo.
La Tropa Mutante es el juego ideal para iniciarse en La Baraja Mutante. Es el más sencillo de aprender y el más rápido de jugar. Es el ideal para jugar con los más pequeños. Es mi favorito para jugar cuando hay niños de entre 5 y 10 años.
El Torneo Mutante es un juego de discurrir y de arriesgar. Todos tratamos de llevarnos la baza hasta que, de pronto, algo cambia y nadie quiere llevársela. Es mi favorito para jugar con gente de 10 años o más. En conclusión, tengo un modo de juego favorito para cada ocasión.
Consola y Tablero: ¿Tienes algún truquillo para ganar?
Carlos Sacristán: La experiencia de juego de La Tropa Mutante se rige más por el factor suerte y la observación. Te vas dejando llevar. Aunque hay una estrategia bastante práctica que se puede usar: ir a fastidiar, en cuanto haya oportunidad, al jugador que va ganando.
En el Torneo Mutante hay que tomar decisiones. Hay que pensar más y, aquí, cada cual utiliza sus propios trucos. Me parece interesante la estrategia de no intentar llevarte las bazas hasta que hayan salido las tres cartas del esqueleto, neutralizar en un mismo personaje una carta de esqueleto con una carta de tesoro, guardar algún personaje perfecto para las últimas rondas, o encasquetarle una carta de esqueleto a los jugadores que están desempatando…
De cualquier forma, sí que tengo un truco infalible para ganar. No sé si debería contarlo. Bueno… lo cuento: en los momentos decisivos del juego, yo abro mucho los ojos, señalo con el dedo hacia lo alto y exclamo: “¡Canastos, qué es aquello!… Aprovecho el desconcierto para coger del mazo las cartas que me interesan y dejar las que no. Esto sólo funciona si se hace muy rápido.
Consola y Tablero: ¿Algún personaje (o combinación de personajes) preferido?
Carlos Sacristán: Cualquiera que mezcles con el cuerpo del ente. Durante el juego, de pronto, te puedes encontrar con un orco, o con una sirena o con un elfo pequeñito y cabezón que es llevado a borriquito por un marciano cuya cabeza es un ojo. Esto suena raro, pero es así.
Consola y Tablero: ¿Cómo está reaccionando la gente al jugar a La Baraja Mutante?
Carlos Sacristán: Genial. Estoy convencido de que no está defraudando a nadie. Alguien me comentó que está utilizando La Baraja Mutante para animar a sus hijos a practicar el cálculo mental. Es un placer oírlo. Lo cierto es que a los más pequeños les puede servir de acercamiento al mundo de los números y a los mayores nos obliga a practicar la suma con cierta agilidad. Sin embargo, lo que verdaderamente me gusta es ver a la gente picarse en alguna partida. Eso lo disfruto.
Consola y Tablero: ¿Tenéis ya planes de futuro en relación a los juegos como una segunda Baraja Mutante?
Carlos Sacristán: Hay un montón de personajes ansiosos por salir del cajón en el que han sido recluidos. La Baraja Mutante ha nacido con vocación de ser la primera de una serie. Por supuesto, los personajes de las nuevas barajas encajarán perfectamente con los de las anteriores. Si ahora se pueden crear 15.625 personajes distintos, con una nueva baraja la cifra subiría a 125.000.
Jugar con dos barajas podrá alargar el tiempo de juego de cada partida y duplicar el número de jugadores apropiado para cada modo de juego. Si todo va bien, no tardaremos en sacar La Baraja Mutante II. El Director en Jefe del Departamento de Calidad está empeñado en ello.
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