Por: Luis Pérez Soto

La mayoría de civilizaciones antiguas encontraron decenas de figuras en el cielo nocturno por la posición de las estrellas. Las siluetas de animales, personajes mitológicos y objetos de toda clase alimentaron y complementaron numerosos mitos.

Hoy es más difícil contemplar el firmamento por la contaminación lumínica, pero no es de extrañar que siga sirviendo de inspiración. El malagueño Hugo Jiménez añade a su lista de prototipos Cosmos, un juego de mesa en el que deberemos colocar los astros a imagen y semejanza de una constelación determinada.

ENTRE SUPERNOVAS Y AGUJEROS NEGROS

Cosmos está integrado por losetas hexagonales que representan diversos entes astronómicos. Al principio de la partida, cada jugador recibe una carta de constelación al azar cuya estructura deberá imitar para obtener la victoria. Las formaciones a emular están compuestas por cuatro estrellas conectadas por losetas de universo.

Las losetas se apilan en un montón, y en cada turno el jugador recibe una que debe colocar boca arriba en su constelación. Las losetas siempre han de situarse junto a otra ya instalada. El primero que consiga conformar su constelación con las misma estructura de estrellas y universo, gana la partida.

Todas las losetas tienen un reverso con un fondo estrellado, que representa al universo, y un anverso en el que pueden figurar una serie de entidades que afectan a las constelaciones:

• Estrella: son las principales integrantes de las constelaciones. El objetivo es emplazarlas en su lugar correspondiente.
• Cometa: se sitúa junto a una estrella para destruirla.
• Supernova: al emplazarla, todas las losetas adyacentes son destruidas. Tanto la supernova como las losetas afectadas son giradas para transformarse en mero universo.
• Agujero negro: al emplazarla, todas las losetas adyacentes son absorbidas. Tanto el agujero negro como las losetas afectadas son retiradas del juego.
• Onda gravitacional: alteran el espacio o el tiempo, siendo eliminadas después de su uso. Sus dos posibles acciones son:
  • Espacio: al colocarse junto a una loseta, la traslada a cualquier otra parte de la constelación.
  • Tiempo: al colocarse junto a una loseta de estrella destruida, permite darle la vuelta para que vuelva a nacer.

Cosmos ofrece además una acción especial, ya que en lugar de emplazar una loseta y ejecutar sus efectos, en su turno el jugador puede manipular la gravedad para desplazar una loseta a un lugar adyacente.

Todavía en fase de prototipo, Hugo Jiménez ha enriquecido al juego con tres niveles de dificultad y dos modalidades de juego que explicaremos a continuación:

• Fácil: el jugador puede almacenar hasta dos losetas en la mano.
• Difícil: el jugador puede almacenar una loseta en la mano y sólo puede recurrir a la gravedad cuando no tiene ninguna. Por otra parte, las losetas con efecto no se giran una vez ejecutadas sus acciones, sino que permanecen activas. Para deshacerse de estos fenómenos habrá que recurrir a su vez a otros agujeros negros, supernovas u ondas gravitacionales.
• Cosmos: el jugador no puede almacenar losetas en la mano ni recurrir a la gravedad. Como en el modo difícil, las losetas con efecto no se giran.

Las modalidades de juego son:

• Constelación: utiliza las reglas expuestas en este artículo. Admite de 2 a 8 jugadores.
• Universo: consiste en una competición por tener el mayor número posible de estrellas activas cuando se agote la pila de losetas. Los jugadores parten de un espacio inicial central y deben respetar unas fronteras. Admite de 2 a 4 jugadores.

Para terminar, os dejamos con un vídeo del propio autor en el que explica las mecánicas del juego.