Seis vidas que demuestran que mis encuentros contra enemigos han sido fructíferos. Cuento con un equipamiento de lujo: un casco Jalo, una armadura de Bark Zouls, la espada de Coult y a Raskachu en las manos y, bueno, un Chocaba como piernas…
Ha llegado la hora del enfrentamiento final. Sefiró, son 30 de fuerza, hace su aparición. Justamente, mi misma fuerza. Un simple Goompa de Marcos Bros podría poner fin a la batalla, pero se fue al mazo de descartes cuando no debía.
¿Se pondrán los pollos de Andry Birds de mi parte o tendré que utilizar el instinto asesino de Estrit Faiter? No Game Over, definido como el juego de mesa que parece un videojuego, ya se encuentra a la venta.
COMBATES, MALDICIONES Y OBJETOS
No Game Over es un juego de cartas de 2 a 6 jugadores, con partidas de 15 a 30 minutos de duración. Creado por Sporty Andy y R.P.M., cuenta con ilustraciones de Valle Pacheco.
Tras una exitosa campaña de búsqueda de financiación en Verkami, en la que recaudó 3.800 euros, ya se encuentra a la venta. Desde su misma web oficial, ya se puede adquirir por 19,90 euros, junto a camisetas, tazas y chapas.
Como juego de rol y con los videojuegos como temática, cuenta con una mecánica de juego sencilla basada en los combates constantes. Además de las batallas contra enemigos y jefes finales, no faltan las maldiciones ni los objetos con los que perjudicar a los rivales.
Un buen equipamiento y un número de vidas alto se traducen en un buen camino hacia la victoria. Ésta llega al derrotar a un jefe final (para lo que resulta imprescindible tener seis vidas) o siendo el único que aún continúa con vida.
UNA PARTIDA A NO GAME OVER
Tras separar las cartas en los mazos de Level, Item y Jefe Final, se reparten tres vidas a cada jugador y tres cartas de los dos primeros mazos. El jugador inicial ya podrá comenzar la partida.
Su turno comienza con el equipamiento, es decir, colocando complementos para la cabeza, el cuerpo y las piernas y dos objetos en las manos (o uno de dos manos) en su lado de la mesa. Sólo se considerará equipación lo que esté sobre ella y no las cartas de la mano.
A continuación, deberá levantar una carta del mazo de Level. El resultado será un enemigo o una maldición. En el primer caso, deberá enfrentarse a él, superando su valor de fuerza. Para ello, se sumará el valor de todo el equipamiento y de las vidas.
En caso de creer superarlo, los rivales pueden lanzar objetos de su mano contra él o a un único enemigo, cuya fuerza se sumará al original. Por supuesto, el mismo jugador también puede recurrir a objetos de su mano o a un enemigo aliado para sumar fuerza.
En caso de vencer al enemigo, se llevará una vida y la recompensa que se indique a modo de cartas de Item o de Level (si había un enemigo adicional lanzado por un contrincante, se llevará también su recompensa). Si no ha podido ganar, perderá una vida y no se llevará recompensa. Siempre ha podido intentar huir, para lo que será imprescindible obtener un 1 o un 2 en el dado.
Se descartan todas las cartas jugadas, excepto las de equipamiento. El turno finaliza con la jugada de cartas de la mano o con su descarte (tres se canjean por una vida). No se pueden tener más de cinco, por lo que nunca viene mal jugar un objeto contra uno mismo a modo de ventaja, contra un rival o lanzar una maldición.
Esta mecánica se repite hasta que se cumpla una de las dos condiciones para el final de la partida: vencer a un jefe final o que sólo quede un jugador con vida. La primera opción sólo es posible si el jugador cuenta con seis vidas. La sexta siempre debe conseguirla a través de un combate y no de un objeto.
Así, durante su turno extraerá una carta del mazo de jefe final, en vez de una carta del mazo de Level. Se encontrará con un monstruo con un nivel de fuerza más alto, entre 30 y 60. La forma de vencerle será la misma solo que, en este caso, los rivales no pueden intervenir. Si supera su fuerza con su equipamiento, sus vidas y posibles objetos o enemigo aliado jugados desde la mano, habrá ganado el juego. Si no, perderá una vida.
LA FINA LÍNEA ENTRE CARTAS Y VIDEOJUEGOS
Quedó claro en su presentación. No Game Over es imprescindible para aquellos jugadores cuyos corazones tienen forma de mando de consola con un latido que imita el sonido de una tirada de dados. Una vez jugado y rejugado, no hay duda: es una apuesta original que encantará a los amantes de los juegos de mesa y de los videojuegos.
Este juego de cartas se esconde en una caja de pequeño tamaño, pero acolchada. Su peso ya nos indica que no estamos ante una caja vacía, ni mucho menos. 144 cartas de calidad, resistentes y a todo color, 42 marcadores y un dado.
Ese «olor a nuevo» tras descubrir sus componentes se combina con la emoción de mirar todas sus cartas, una a una. Los más asiduos a los videojuegos reconocerán a todos y cada uno de sus personajes, así como objetos. Merece la pena dedicar un tiempo a leer sus nuevos nombres, los textos de acompañamiento y, sobre todo, a disfrutar de sus perfectas y cómicas ilustraciones antes de leer sus reglas.
Este primer contacto con Zonic, Marcos Bros, Metal Year, los Fikmins, Nid Fore Spid, Maincraf, Zelsa, Débil Mai Crai, Puertal, Call of Fruty, Sinestar, Residente Vil, Kagon Drest o Pokemamón estará acompañado de risas de las buenas.
No Game Over no incluye dos cartas iguales, hecho que demuestra el enorme trabajo realizado por parte de sus creadores e ilustradora. Todas ellas dan como resultado un juego de estrategia y de azar, con gran libertad para alcanzar el objetivo.
Sigue una sencilla mecánica de juego, muy fácil de recordar, pero que deja tras de sí numerosas posibilidades. Permite guardar un objeto para utilizarlo en otro momento mejor, vender cartas o cambiar el equipamiento siempre que deseemos. Decidir cuándo enfrentarse al jefe final, porque se pueden tener ya seis vidas pero no estar preparado para ello.
Es posible recurrir a enemigos adicionales para que un rival tenga más difícil conseguir recompensas, o mantenerse al margen para que él también nos deje en paz. Hay maldiciones que cambian el sexo del jugador y una ventaja, a modo de carta, para quienes hayan tenido dos turnos malos.
Los jugadores fantasma, es decir, los que se hayan quedado sin vidas, también podrán seguir participando para arruinar la existencia a los demás. Incluso podrán resucitar con una determinada carta, por lo que, en este caso, un jugador eliminado no tendrá que permanecer parado mientras todos los demás terminan la partida.
En definitiva, No Game Over es una apuesta humorística, muy competitiva y con los combates como principales elementos. Sus componentes de calidad crean partidas adictivas, recomendadas principalmente para quienes ya tienen cierta experiencia con los juegos de mesa.
Divierte y crea piques entre los jugadores y nerviosismo a la hora de tener la victoria entre las manos. Es de esos juegos en los que todo puede ponerse patas arriba en cuestión de minutos. De los que un buen plan puede dar resultado siempre que la suerte esté de nuestro lado.
Los juegos de mesa y los videojuegos están separados por una delgada línea que, en este caso, se rompe por completo, dando como resultado una apuesta que se hacía necesaria. La acción propia de los dos sectores se muestra en un único juego que brilla por completo, especialmente en partidas de 4 a 6 jugadores.
COMPONENTES DE NO GAME OVER
- 86 Cartas de Item
- 53 Cartas de Level
- 5 Cartas de Final Boss
- 36 Corazones
- 6 Indicadores First Round
- Dado
- Instrucciones
¿que tiene esto de juego de rol? ¬¬
Sus creadores lo definen como un juego de cartas de rol. Dado que es un juego inspirado en los videojuegos, el género va más por ellos que por los juegos de mesa: un héroe que se equipa para aumentar su fuerza y luchar contra enemigos y jefes finales, con objetos y maldiciones de por medio.
ya, y yo me puedo definir como un rumbero si quiero, pero eso no me hace rumbero. XD
Un juego de rol es aquel en el que interpretas un ROL. Ahora parece que todo en lo que te equipes con algo, mates bichos verdes o subas de nivel ya es un juego de rol.
Es como hacerte una paja y decir que has follado.
Ojo, sin acritud y menos hacia el articulo, que me parece bueno, mi resquemor viene mas hacia ellos, que son los que se definen efectivamente como juego de rol, de cartas, de mesa… y suerte que si alguna carta es la seta del Mario no lo meten también en comestibles.
Tranquilo. Lo más lógico y sano es que haya opiniones de todo tipo y siempre son de agradecer, ya sea hacia nosotros o hacia los mismos creadores 🙂