Hasta ahora, Ludi Gladiatorii ofrecía partidas de 2 a 5 jugadores en las que sus participantes competían por crear una potente escuela de gladiadores.
Su misión era conseguir siete puntos de victoria o lo que es lo mismo, construir los edificios que permitiesen dar cobijo a los mejores luchadores, capaces de vencer a sus rivales en la arena.
TortuGames, creadores del juego, acaban de añadir una campaña para un jugador bajo el nombre de Menes el Egipcio. A lo largo de seis escenarios, será posible viajar a lo largo del Imperio Romano.
LUDI GLADIATORII PARA UN JUGADOR
Ludi Gladiatorii, creado por Alfonso G. de Rueda e ilustrado por Pedro M. Vinaches, ya se encuentra a la venta desde hace unos meses, tras recaudar 17.000 euros en su campaña de búsqueda de financiación en Verkami.
Desde el pasado mes de febrero, cuenta con su propia Liga organizada en la Comunidad de Madrid. Actualmente, acaba de celebrarse la jornada número once, muestra de que este juego de cartas está en pleno apogeo. Otra prueba más es el lanzamiento de esta campaña para un jugador.
Siguiendo las reglas básicas de Ludi Gladiatorii, en ella aparece la figura de un rival controlado por el juego, que recurrirá siempre a su mejor gladiador. Las subastas, tercera fase de cada turno, se sustituyen por compras directas.
En la piel de Menes el Egipcio, el jugador tiene como objetivo conseguir el mayor número de triunfos posibles. Este lanista buscaba conquistar al público romano con sus gladiadores, a principios del siglo II.
Cuanto mayores sean esos triunfos, más fácil será progresar en los escenarios siguientes si se emplean para comprar gladiadores y edificios. Hay que tener en cuenta que la puntuación final estará determinada por el número de triunfos, por lo que es conveniente realizar una buena gestión de ellos.
La campaña se estructura en seis escenarios. Se recomienda introducir papel y lápiz, que permitan guardar el progreso por si se quiere continuar más adelante. Augusta Emerita, nombre de la capital de la provincia de Lusitania, constituye el primer escenario, en el que se narran los orígenes de Menes como lanista.
Han pasado diez años desde su última lucha como gladiador, por lo que disfruta de una vida tranquila entre el cultivo de plantas y la lectura de clásicos. La muerte del emperador Nerva y el nombramiento de Marco Ulpio como nuevo emperador le plantean la posibilidad de volver a la arena, pero esta vez en el oficio de lanista.
El edil de la ciudad está organizando unos juegos en honor a ambos emperadores, por lo que Menes comienza su tarea, nada sencilla, de encontrar a los hombres más fuertes. La noticia acerca del entrenamiento de nuevos gladiadores por parte de Menes el Egipcio ya corre de boca en boca…
El día del primer combate ha llegado. En él, es posible obtener los primeros triunfos o perderlos, en función de los puntos de victoria conseguidos por el rival. La competición continúa con Colonia Julia Carthago, segundo escenario, en el que la ciudad se rinde ante Menes.
Tras varios años de viajes, entrenamientos, glorias y recompensas económicas en otros juegos de ciudades de Hispania, Cartago ya asoma en el horizonte. Un viejo conocido le propone una oferta irrechazable, con la consiguiendo celebración de unos nuevos juegos. Diez años después, los éxitos, la fama y la riqueza podrían constituir un soñado retiro para Menes. Pero no será así.
Tras un largo viaje, se encuentra en Moesia, en las fronteras del imperio con el reino de Dacia, para conformar el tercer escenario. Esta vez, no habrá juegos, pero sí una revancha inesperada de aquel rival de Augusta Emerita, que cuenta ahora con un valioso guerrero. Le sigue un cuarto escenario, Tempus Fugit, con un sabor amargo.
Haber caído en las provocaciones ha sido un error, habiendo malgastado tiempo y dinero. Para colmo, la guerra ha terminado y los hombres que contratar escasean. ¿La solución? Enfrentarse a otros lanistas para recuperar el botín gastado, con Roma ya en el pensamiento.
Roma, ciudad eterna es el título del quinto escenario, quizás el más esperado. Menes se encuentra frente a la estatua de Júpiter Capitolino, admirando su grandeza. Los juegos más largos celebrados en toda la historia de Roma están a punto de empezar. En mitad de reflexiones acerca de la gloria y de la misma eternidad, se desarrollan duros entrenamientos. «Uri, vinciri, verberare, ferroque necari!».
Tras el acontecimiento más esperado, la vida de Menes se merece un descanso y, con ella, comienza el sexto escenario: de vuelta a casa. Su casa y su baño en las termas serán sus únicas preocupaciones de ahora en adelante. Aunque le quede hacer frente a una última sorpresa.
En función de los puntos obtenidos por el jugador, éste se proclamará principiante, entrenador, maestro, lanista o gran lanista. Obtener una mayor puntuación, y con ella un mejor título, será el objetivo de las siguientes partidas. Sus instrucciones completas de la campaña ya están disponibles para su descarga.