Conquista el Trono: un homenaje a los juegos de mesa tradicionales

Un tablero dividido en casillas, a modo de camino. Dos dados para avanzar y un mazo de cartas de tesoro y otro de desafío a los que recurrir durante la partida. El objetivo es llegar antes que el resto a la meta, o lo que es lo mismo, al Trono.

Conquista el Trono podría considerarse un homenaje a los juegos de mesa tradicionales, tanto por sus componentes como por sus reglas. Esta novedad, definida como «sencilla, familiar y sin complicaciones de montaje», en palabras de sus creadores, ofrece tres modalidades de juego distintas.

Conquista el Trono

SU CAMPAÑA EN VERKAMI

Conquista el Trono es un juego de tablero de 2 a 6 jugadores, con partidas de 30 minutos de duración. Esta apuesta llega de la mano de Dragonaco Games, quien ya ha iniciado una campaña de búsqueda de financiación, a través de Verkami, para que el proyecto salga adelante.

Con un objetivo inicial de 6.900 euros, existen varias recompensas para premiar a los mecenas que apoyen el juego. Por un precio de 29 euros, recibiremos el juego con gastos de envío incluidos. Más allá de las aportaciones de 5 euros (con aporte solidario incluido), también es posible hacerse con varias copias al mismo tiempo.

En caso de superar esta suma, los mecenas recibirían sus recompensas durante el mes de octubre. Si se alcanzan otras cifras, se incorporarían nuevas cartas o se introducirían las fichas de madera o de metacrilato.

JUEGO BÁSICO, POR EQUIPOS Y AVANZADO

En función de la estrategia que quieran llevar a cabo, los jugadores escogerán una de las tres modalidades de juego que se incluyen en Conquista el Trono. Todas ellas tienen en común el recorrido de las fichas por el tablero, a través de casillas con explicaciones fáciles de entender.

En esas mismas casillas, hay lugar para las acciones inmediatas. Marcadas con colores y dibujos, obligarán a un jugador a detenerse, a combatir, a cambiar su velocidad de avance y a obtener o a perder cartas, además de trasladarle hasta una misma fortaleza.

El tablero simula un viejo mapa repleto de desafíos y tesoros, pero también de fortalezas, de peligros y de adversarios. El mazo de cartas de desafío hace alusión a los oponentes a los que enfrentarse por el camino, marcados por el resultado del dado; el de tesoro ofrece recursos con sus correspondientes ventajas si se utilizan de manera correcta.

Los jugadores, en la piel de distintos héroes, deben llegar hasta la última casilla del tablero, es decir, hasta el Trono del Conquistador. Durante su turno, llevarán a cabo una tirada de dado, ya sea para avanzar, para combatir o para hacer frente a varios peligros. También podrán jugar una carta de tesoro, con sus correspondientes efectos, para avanzar más rápido o para derrotar a adversarios.

La conquista de fortalezas, representada a través de varias casillas, supone hacerse con las ventajas del señor del castillo y recibir atributos de otros jugadores. Basta con vencer al defensor y mantener la llave bajo su custodia.

En su modalidad básica, quien llegue al Trono en primer lugar será el ganador de la partida. En el juego por equipos, todos los miembros de un mismo grupo tendrán que alcanzar el Trono para vencer al rival.

Los que lleguen antes tomarán la figura del Caballero Negro, con el objetivo de hacer retroceder a los enemigos en las últimas casillas del tablero. Es en este modo donde entran en juego los combates entre los jugadores y la cooperación en forma de ayuda al equipo propio.

Por último, en la modalidad avanzada o Camino de los Héroes, tienen lugar los ataques a distancia y las habilidades. Cada jugador escogerá una carta de héroe con sus respectivas habilidades, y tres fichas de campamento como ayuda para derrotar a los adversarios. Tal y como ha confirmado Dragonaco Games, las reglas de todos los modos pueden combinarse.