La industria de las máquinas a vapor, las guerras y los continuos cambios sociales han influido en la vida en la Tierra. Los continentes dominan el cielo y los barcos de vapor navegan por el aire. En una combinación entre un universo steampunk y otro de fantasía, surge Deus X machina, un juego de rol con un sistema de juego creado para la ocasión.
DEUS X MACHINA Y SU SISTEMA ZAEPHYR
Deus X machina es el nuevo proyecto de Suseya Ediciones, editorial especializada en librojuegos y juegos de rol. Con el objetivo de convertirse en una realidad, inicia una campaña de búsqueda de financiación en Verkami.
Durante los próximos 32 días, los mecenas podrán adquirir su edición digital a un precio de 10 euros, o su edición física, por 30 euros. Existen recompensas que incluyen un mapa en papiro o en cuero, enrollado en madera. Todos ellos recibirán sus recompensas en octubre de este año, siempre y cuando se supere su objetivo inicial, marcado en 2.000 euros.
Esta novedad se presenta en formato A4 y con tapa dura. Estará compuesta por 350 páginas en blanco y negro. Tal y como confirman sus responsables, parte de un sencillo sistema de juego creado específicamente para esta publicación. Recibe el nombre de Zaephyr y recurre a dados de diez caras.
Con ellos, se facilita el dinamismo en la acción, ya que se evita sumar grandes cantidades en los chequeos. Éstos se basan en tiradas de atributos y rasgos, que darán como resultado un determinado número de éxitos. Los dos atributos a los que están ligados sus rasgos (mente y cuerpo) determinan la cantidad de dados a lanzar.
Para determinar el éxito, no se debe sobrepasar la cifra del rasgo usado. Veamos un ejemplo. Si se busca escalar un saliente, el personaje recurriría a la destreza, rasgo ligado al cuerpo y no a la mente. Si tuviera tres puntos de cuerpo y cuatro de destreza, lanzaría tres dados.
Para determinar el éxito, sólo tomaría aquellos resultados iguales o inferiores a cuatro, ya que éste es su valor de destreza. Por su parte, las acciones se llevan a cabo a través de esos rasgos, representados mediante un nivel que muestra el desarrollo del personaje.
Respecto a sus personajes, se definen como seres que destacan por encima de la población mundial, ya sea por sus poderes sobrenaturales o por sus sorprendentes habilidades de combate. Sin embargo, no son inmortales y un enorme daño podría significar su muerte.
A la hora de crear una ficha de personaje, debe tenerse en cuenta que la cantidad de puntos a repartir entre sus características no es demasiado amplia, pero ofrece un amplio abanico de posibilidades a partir de cinco arquetipos. Son ellos los que permiten crear cualquier personaje, partiendo de los conocimientos de beligerantes y rastreadores hasta ilustrados, ocultistas y ciudadanos corrientes.
La gran libertad de personalización se combina con una enorme cantidad de criaturas que coexisten en Aethêr, entre los que aparecen colosales dragones, sirenas lloronas, orgullosos enanos o presuntuosos elfos.
Las guerras y el mismo desarrollo de la sociedad han significado que algunas razas se encuentren por encima de las demás. Así, aunque todas serán de vital importancia en el trasfondo de la historia, sólo podrán ser escogidas ocho por los jugadores: wolvems, silenos, draesirians, elfos, enanos, faeryas, humanos y khraldars.
El desequilibrio también trasciende al ámbito cultural. Algunos reinos ya inician la era de las máquinas de vapor, mientras que otros conservan costumbres más primitivas.