Foto: MejorBingoOnline.Com
El mundo de los juegos de mesa ofrece una variedad amplísima, por eso desde nuestra sección específica siempre intentaremos teneros al día con las últimas novedades y también con los clásicos más incombustibles.
Dentro del surtido, como decíamos, nos gustaría resaltar esa categoría de juegos que tiene la virtud de conseguir reunir en torno a una mesa a varias generaciones que compiten en igualdad (generalmente debido a una reglamentación sencilla y al fomento de habilidades como la memoria visual o numérica): hablamos del parchís, juegos sencillos con baraja española como el “burro” o el “cinquillo”, el juego de la oca, los juegos de memoria…
Su funcionamiento permitía a mayores (y muy mayores) pasarlo bien junto a los más pequeños (y muy pequeños) de la casa, ya que no requería de demasiada estrategia. Se trataba de reglas en las que se creaba una suerte de sencilla competitividad que sin duda era capaz de animar la reunión familiar más densa.
En la memoria de muchas sobremesas de domingo o de fechas señaladas como la Navidad está sin duda la mesa con los cafés ya retirados y la típica caja plana y rectangular lista para la partida. Aunque quizá en su lugar había una caja ligeramente más abultada que auguraba un buen rato en familia y quizá alguna que otra ganancia (apostando monedas de poco valor, eso sí): hablamos del bingo de casa, con su pequeño bombo, la parrilla para las bolas y los cartones cubiertos con fichas.
Montar las piezas era ya todo un placer, colocando el bombo sobre su eje y con la manivela lista. Lo siguiente era introducir las noventa bolas numeradas y repartir los cartones. Se elegía una “mano inocente” y un locutor y la partida daba comienzo (con o sin apuesta económica).
El funcionamiento es muy sencillo: se van cantando bolas sacadas al azar por el giro del bombo y los jugadores van buscando esos números en sus cartones que contienen generalmente quince de los noventa. Al rellenar una línea completa de números se canta línea y al completar un cartón se canta bingo.
El funcionamiento y las reglas no ha cambiado en mucho tiempo, (pensemos que el bingo probablemente lleve desde el s. XVI entre nosotros), pero lo cierto es que las nuevas tecnologías han puesto al alcance de los aficionados a jugar el bingo en casa unas cuantas novedades interesantes. Y es que incluso los clásicos necesitan una actualización de vez en cuando para adaptarse a los nuevos tiempos.
La primera es que puedes comprar online cartones nuevos para sustituir los viejos (el bingo de casa puede tener unas cuantas décadas cumplidas). Al ser el componente realizado con el material más perecedero (papel o cartulina), es posible que muchos se hayan quedado por el camino.
Otra revisión actual del bingo te ofrece la posibilidad de adquirir un bingo en el que los números los cantan voces de personajes famosos, gracias a un plus de tecnología y otro poquito de humor (y la posiblidad de adquirir un pack de repuestos para sustituir el material fungible). Se trata de un bingo donde el bombo va en DVD, con grabaciones de sesiones en las que se cantan los números de forma reglamentaria pero con voces muy reconocibles gracias a la labor de los imitadores. Puede resultar muy divertido y permite que todo el mundo pueda dedicarse a su cartón.
Además, puedes jugar con mucha menos infraestructura, incluso sin bombo, gracias a la multitud de app móviles gratuitas. La familia se puede implicar manufacturando los propios cartones y con uno cualquiera de los muchos smartphones o tabletas que habrá por casa se cantarán las bolas con garantía de no hacer trampas.
Un bingo en familia es garantía de un buen rato por lo que no podíamos dejar pasar la oportunidad de recordaros que este juego tan antiguo sigue disponible, con sus inevitables adaptaciones a la vida actual, pero también en formatos muy clásicos que ofrecen una experiencia “orgánica” y un poco retro.