Pseudónima se prepara para llegar a las mesas de juego. Durante los últimos meses, se han ido presentado distintos detalles de esta particular propuesta. Ahora, ya está lista para encontrar el apoyo de los mecenas.

LOS MODOS DE JUEGO DE PSEUDÓNIMA

Pseudónima es un juego de cartas desarrollado por Editales y protagonizado por las figuras más importantes de la literatura, más concretamente, por escritores españoles e hispanoamericanos. Mañana, 18 de septiembre, comenzará su campaña de búsqueda de financiación en Verkami. 

Se considera, por tanto, un claro ejemplo de apuesta educativa. Como ya comprobamos hace unos meses, recurre a su apartado estético como forma de aprendizaje, sin ser necesarios los conocimientos previos. Será fruto del trabajo de Israel Pato (No Time For Heroes, Day Night Z, Hashsha-Shin, Warlords of Terra, Avatars of War), con sus cuidadas ilustraciones.

Esta novedad cuenta con varios modos de juego, todos ellos con reglas sencilllas. Basados en una mecánica de roles ocultos, sus responsables acaban de desvelar uno de ellos, que hace uso de las 53 cartas que componen el juego, para dividirlas en 45 autores y 8 pseudónimos.

Con el objetivo de vencer en un total de tres rondas, los jugadores comenzarán cada una de ellas cogiendo dos cartas del mazo de pseudónimos, para quedarse una y descartar la otra. Debe mantenerse en secreto ante los demás e incluso, una vez memorizada, no podrá volver a consultarse (a no ser que se recurra a una acción que así lo indique).

Estos pseudónimos cuentan con una habilidad especial, a aplicar al final de la ronda. Entre ellas, encontramos la posibilidad de doblar la puntuación de los novelistas acumulados, de los autores del siglo XX o de los hispanoamericanos.

A continuación, se reparten tres cartas del mazo de autores a cada uno. Éstas cuentan con una puntuación y con una acción en su parte superior. En la inferior, aparece información básica del autor, como sus obras o curiosidades.

Durante su turno, el participante puede utilizar una de ellas, ya sea conservándola o utilizando su acción. Con la primera opción, la guardamos para recurrir a su puntuación al final de la ronda, atendiendo a ese objetivo secreto. Con la segunda, renunciamos a esa puntuación, pero a cambio se entorpece la misión de los demás.

Estas acciones permiten robar una carta a un rival, mirar el pseudónimo de alguien, intercambiar pseudónimos o utilizarse como protección durante un turno.

Tras agotarse el mazo, la ronda finaliza. Se desvelan los pseudónimos para contarse los puntos. Comienza una nueva ronda, con los mismo preparativos, y así sucesivamente. El ganador será quien obtenga la victoria en un total de tres.

Como curiosidad, existen algunos pseudónimos que conviene mantener más en secreto que otros, puesto que pueden destruirse por completo, atendiendo a la enemistad entre dos autores. Así, Francisco de Quevedo debería andarse con ojo ante la aparición de Luis de Góngora…