El pasado año, Vinigma iniciaba una campaña de búsqueda de financiación en Verkami para convertirse en una realidad. Ahora, este juego de escape en una botella de vino regresa a esta plataforma, con un cambio en su argumento.
¿EN QUÉ CONSISTE VINIGMA?
Con el auge de las experiencias de escape en vivo en forma de juego de mesa, Vinigma se presenta como el primer juego de escape en una botella de vino. Creado por Ivan Tapia, Xevi Victori y Narcís Lupon bajo el sello Cocolisto, es un reto de 2 a 4 jugadores, de 45 a 60 minutos.
Con una campaña en Verkami recién iniciada, busca recaudar 5.900 euros para convertirse en una realidad en un par de meses. Su precio, con gastos de envío a España, es de 19 euros.
De un solo uso, esta experiencia nos traslada a principios de 1939, época donde el servicio británico instaló su escuela gubernamental de códigos y cifrado para interferir en el tráfico de mensajes enemigos. Los informes, que contribuirían en la victoria aliada, eran entregados a Winston Churchill en una caja cerrada con llave.
En 1940, las conversaciones alemanas revelaban que su intención era invadir Rotterdam. Introducirían armamento a escondidas antes de realizar la invasión, para sorprender al bando rival.
Los aliados no consiguieron evitar la destrucción de la ciudad ni la rendición, ya que no fueron capaces de descrifrar la información a tiempo. Así, los participantes se trasladarán a esa época y al bando aliado, para tratar de poner sentido al mensaje antes de que sea demasiado tarde.
La protección de Rotterdam se llevará a cabo mediante la cooperación, el intercambio de ideas y la rapidez mental. La información se encuentra escondida en la etiqueta de la botella y en su envoltorio, pero también en su propio sabor y aroma.
Tal y como explican sus responsables, se define como «un juego lleno de engimas en el que utilizar todos los sentidos y la astucia». Su intención es fabricar 2.000 unidades, con planes para su distribución en el extranjero.
Esta ficción basada en hechos reales contiene un vino Tempranillo, de la bodega Clos Montblanc. Se trata de un vino con denominación de origen con un tacto suave e intenso, perteneciente a una de las bodegas más importantes de la Conca de Barberá.