¿Pesa más un kilo de paja o uno de hierro? ¿Es más inofensivo un lobo disfrazado de policía que otro con apariencia de psicópata? En una competición constante entre dos animales enfrentados desde el principio de los tiempos, la acción y el humor desempeñan un papel destacado. Ya puedes jugar a Iron Snout de forma gratuita.
LA VENGANZA DE LOS CERDITOS
Iron Snout, desarrollado por SnoutUp games, ya está disponible de forma gratuita en navegadores. En una combinación entre acción, habilidad y lucha, nos pone en la piel de un cerdo, dispuesto a salvar su corteza mientras una panda de lobos trata de acabar con él.
Sediento de venganza (quizás por ser familiar de los famosos Tres Cerditos), el enclenque animal no tarda en mostrar sus habilidades cuerpo a cuerpo. Mediante unos controles sencillos, propina patadas y puñetazos a todo el que se acerque. También es experto en los saltos, presumiendo de agilidad.
Las teclas de dirección son suficientes para disfrutar de esta original propuesta en su totalidad. Siguiendo las características propias de un beat ‘em up, golpeará a todos los lobos que se acerquen intentando no quedarse sin vidas. No puede moverse hacia los lados, por lo que su única esperanza en la supervivencia recae en unos buenos reflejos.
¿CERDO DE CAMPO O DE CIUDAD?
Antes de empezar la competición, escogemos uno de los dos escenarios disponibles: el campo o la ciudad. La elección no sólo supone un cambio estético, en forma de paisaje en dos dimensiones, sino en sus propios protagonistas.
El cerdo continúa delgado y practicando el nudismo, pero los lobos que se acercan a él cuentan con disfraces distintos. En plena naturaleza, encontramos carniceros psicópatas y un claro homenaje a Caperucita Roja. Llega mediante los lobos disfrazados de la niña, con cesta incluida, y de leñador.
Es en la ciudad donde encontramos elegantes animales con sombrero de copa, jóvenes en monopatín, policías o mujeres con un pésimo maquillaje. Aunque el objetivo en ambos mundos es el mismo, aportan suficientes cambios como para que merezca la pena probar los dos.
Aparecen mediante las armas que dejan caer los «malos». Al golpearles, y llevar a cabo los más espectaculares combos, podremos apropiarnos de sus armas (para un par de usos). Cambian de un escenario a otro, pasando por hachas, cuchillos, bolsos, porras, pelucas, balones o motosierras. Una buena puntería con ellas se traduce en una mayor eficacia asesinando y en una mejor ejecución de combos.
LAS VALIOSAS LONCHAS DE BACON
¿Existe mejor forma de medir la vida de un cerdo que con deliciosas lonchas de bacon? Probablemente no. En su modalidad clásica, el jugador cuenta con un determinado número de vidas, mostrado en la parte superior izquierda de la pantalla mediante lonchas de bacon.
Un sólo golpe de un lobo implica la pérdida de una. Al agotarse todas, el cerdo ya no podrá levantarse, siendo necesario volver a comenzar. Es en su modalidad Muerte Repentina donde ponemos en práctica todo lo aprendido. En ella no hay bacon y, por tanto, tampoco existe el tiempo para los errores.
Un simple roce se traduce en la misma muerte. Así, busca enamorar a los amantes de los verdaderos desafíos. Ahora bien, ¿qué ocurre al morir? Antes de empezar de nuevo, y para garantizarse la máxima rejugabilidad, se nos muestra una tabla con los resultados.
Además de encontrar el número de lobos asesinados, aparecen otros datos curiosos como los golpes propinados, los objetos conseguidos o el número de combos realizados. Con ello, la principal diversión recae en superar intentos anteriores. Al menos, en cuanto a muertes de lobos se refiere.
UNA PACÍFICO PARTIDO DE ‘LOBOBALL’
Como ya hemos visto en varias ocasiones, los juegos clásicos potenciaban su rejugabilidad de dos formas: mediante la superación de los récords personales y los enfrentamientos contra un amigo. Iron Snout respeta la fórmula y añade una variante para dos jugadores, en modo local.
Haciendo uso de dos partes del teclado, cada participante se pone en la piel de un cerdo. Tras configurar los valores deseados, se inicia un partido de ‘Loboball’. Los movimientos son idénticos a las variantes anteriores, aunque en este caso, se realizan para golpear la bola al campo contrario.
Cuando se escapa y no podemos acceder a ella (recordamos que los cerdos tienen un movimiento muy limitado), el rival se anotará un punto. Al alcanzar la cantidad marcada, habrá ganado el partido y podrá «recochinearse» toda la tarde. Y nunca mejor dicho.
IRON SNOUT: CONCLUSIONES
Divertido y sencillo. Así podríamos definir Iron Snout, juego que parece tener como objetivo echarse unas risas y desestresarse con un par de golpes. La simplicidad de controles permite que cualquiera puede acercarse a él, en todos y cada uno de sus modos. Su completo y claro tutorial contribuye a ello.
Su variedad de opciones resulta todo un acierto. Si bien es cierto que no hubiesen estado de más un par de escenarios adicionales, cumple a la perfección con su función: enganchar al jugador durante un par de horas y entretenerle en los ratos muertos.
Una vez descubierto, querremos abstraernos de la vida real golpeando lobos. Sus caras de psicópata ayudan a la hora de liberarnos del estrés. Recomendamos empezar por ese modo clásico y, cuando podamos presumir de un tiempo de supervivencia asombroso, pasarnos a ese Muerte Repentina.
Su modalidad para dos jugadores, en forma de un original partido, es todo un acierto. No será lo mismo que liarnos a golpes con el compañero, pero dado que se mantiene la esencia, no tiene desperdicio. Poder personalizarlo en base al tiempo que queramos invertir nos permitirá recurrir a él con gran facilidad.
La locura, con situaciones sorprendentes, y sus humorísticos gráficos, son dos de las claves que han llevado a Iron Snout a triunfar en la red. Porque queda claro que no ha revolucionado géneros, pero sí que ha sabido destacar entre la multitud por sus personajes carismáticos y por la capacidad para enganchar a cualquier tipo de jugador. La rapidez también está a su favor.