¿Qué hacer cuando la gente no nos cae bien? Sencillo: destruirlo todo. ¿Y cómo se puede acabar con el planeta? Para Nika Allen, una niña de siete años, una garrafa llena de queroseno, un compresor de aire, metralla y paneles reflectores pueden ser el inicio del plan.
Es la protagonista de MechaNika, una colorida aventura gráfica en dos dimensiones con el humor negro como seña de identidad. Analizamos esta propuesta, recomendada para el público adulto, con motivo de su estreno en Xbox One y Nintendo Switch.
MECHANIKA EN CONSOLAS
Tras su paso por Windows, Mac, Linux y dispositivos iOS y Android, MechaNika acaba de unirse a los catálogos de Xbox One y Nintendo Switch. Lo hace en formato digital, a un precio de 5,99 euros, y con textos en castellano.
Obra de Mango Protocol, estudio ubicado en Barcelona, nos lleva a formar parte de las llamadas Psychotic Adventures. Por ahora, cuentan con dos propuestas: MechaNika y Agatha Knife. Aunque la primera se estrenó antes, funciona a modo de secuela de la segunda.
Ambas pueden disfrutarse de forma independiente, aunque será todo un acierto jugar a Agatha Knife para, después, hacer lo propio con MechaNika. Se ambientan en el mismo universo (y en la misma calle), por lo que comparten personajes y escenarios, así como mecánicas.
LA BÚSQUEDA DE EXTRAÑOS OBJETOS
La vida de una niña de siete años no es sencilla. Las cosas se complican al sentir que no aprende nada en la escuela y al ser ignorada por completo por su familia. Las personas no se comportan de la mejor forma, por lo que Nika Allen está dispuesta a encontrar una solución.
Comienza su ‘Proyecto MechaNika’, con el que «destruir todo lo que no mole». Empezará por su casa para después pasar al colegio y a la ciudad. Y, ya de paso, destruirá el planeta entero, en esa lucha contra todo lo aburrido e inútil de este mundo.
Su pasión por la energía, los campos magnéticos, la informática y la mecánica ya han hecho de ella un verdadero genio de los inventos. El único inconveniente es que, para completar su plan, precisa de doce objetos destructivos, nada sencillos de conseguir.
Así, se moverá por su ciudad en busca de ellos. Explorará cada lugar para encontrar las mejores herramientas, a la vez que interactúa con sus peculiares habitantes. La lógica y la deducción determinarán el tiempo que tendrá que seguir aguantando a la humanidad.
¿QUÉ LE HA PASADO AL ABUELO?
Siguiendo una jugabilidad propia de una aventura gráfica ‘point & click’, Nika se mueve de un lugar a otro para interaccionar con objetos y personajes. Como es habitual en el género, una mente despejada y unos ojos muy abiertos son la clave para no estancarse demasiado.
Recorreremos las mismas habitaciones una y otra vez, para encontrar objetos que pasaron inadvertidos en una primera vuelta. O en una segunda. Pocas pocas pueden resultar inútiles cuando se trata de destruir el mundo, incluso unas muñecas o una foto desnuda de la abuela.
Respecto a los personajes, aparecen para darnos pistas, realizar intercambios o recompensarnos con objetos. No nos regalarán demasiado (no es para menos, dada la impertinencia de la protagonista), por lo que será la elección de diálogos la que nos permita seguir con el plan.
No falta una familia imperfecta, con un abuelo obsesionado con las cabras y una abuela adicta a los videojuegos. Los creadores del juego, dos prostitutas o la misma Agatha Knife (con su Carnivorismo) llenarán de sorpresas la aventura.
Cada uno lleva su propia vida, por lo que al ir avanzando en nuestra misión, ellos habrán cambiado de tarea. Sin desvelar demasiado, diremos que las situaciones más rebuscadas acaban convirtiéndose en una realidad, dejándonos con la boca abierta. Incluso aunque estemos ya acostumbrados a la maestría de Agatha Knife.
Al fin y al cabo, ¿qué le ha pasado al abuelo? ¿Existe una tortuga más original que la del desguace? ¿Por qué hay un avión entre tanta chatarra? ¿Hay alguien más adorable que una anciana con traje de viuda? La imaginación desbordante de Mango Protocol pone respuesta a estas preguntas.
UN BUEN TRAGUITO A TIEMPO
Aunque MechaNika no es un juego especialmente complicado, algunos de sus puzles pueden frenarnos más de lo normal. Es habitual haber recorrido todo y no saber por donde seguir. ¿La solución? Sacar la petaca.
Como casi todo niño, su protagonista es amante del cacao. En este caso, le gusta mezclarlo con coñac, dando como resultado un cóctel inspirador. Esta opción funciona a modo de ayuda. Al tomar el brebaje, se le ocurrirá cómo seguir, siempre que se encuentre en la zona correcta.
De lo contrario, su misma borrachera nos indicará que es momento de ir a otro lugar. Aunque resulta más satisfactorio completar la aventura sin ayuda, un buen traguito a tiempo nunca estará de más.
La poción se guarda en su enorme mochila, junto a la opción de guardado. Se acompaña de distintos compartimentos, donde transportar los objetos recolectados. La hoja para montar los artilugios clave para su proyecto, en forma de guía, le permite ir pasándolos de un lado a otro.
MECHANIKA: CONCLUSIONES
MechaNika puede considerarse una obra maestra del género, por esa perfecta combinación entre puzles lógicos y humor. Sin embargo, debemos tener claro que podría no gustar a todo el mundo. Antes de disfrutarla, es preciso saber que cualquier situación es satirizada.
La cruel muerte de los animales (y de las personas), la cruda realidad de este país e incluso un aborto son algunos de los temas tratados en la aventura, de una forma diferente a la habitual. No faltan los «desnudos» ni el lenguaje poco apropiado para niños. A pesar de que su protagonista lo sea.
¿El resultado? Una auténtica maravilla para los amantes del humor negro. Si entramos en el grupo, disfrutaremos al máximo con cada diálogo y con cada impactante escena. No es raro llorar de la risa en más de una ocasión, algo poco sencillo de conseguir cuando todo parece estar inventado.
La historia se completa con todo tipo de referencias, tanto a los videojuegos como a las series de televisión. Descubrirlas todas será uno de los mayores atractivos de la aventura. Sin ir más lejos, son precisos conocimientos externos al juego para resolver todos los puzles.
Como ya hemos explicado, puede jugarse de forma independiente, aunque la experiencia será mucho más satisfactoria si ya hemos completado Agatha Knife. Será una auténtica alegría ver cómo le han ido las cosas a su mejor amiga, así como a algunos de sus protagonistas.
Estamos ante una aventura de corta duración, puesto que completarla nos llevará un par de tardes. Si queremos que dure más, es recomendable no hacer uso del cacao con coñac, por irresistible que parezca. Su versión para consolas, además de contar con controles adaptados, incluye 30 logros. Conseguirlos todos será una buena forma de disfrutarla por más tiempo.
Su relación calidad-precio es más que acertada, teniendo en cuenta que en consolas nos costará 5,99 euros. Ése es el precio equivalente a una aventura trabajada, sorprendente, diferente y tremendamente original, por lo que no debe estar condicionado por la duración.
No todos los juegos pueden permanecer en la memoria, pero éste lo hará por una larga temporada. Nos quedaremos con esos escenarios y personajes pintados a mano, con una apariencia encantadora y un trasfondo oscuro.
Debe tenerse en cuenta que algunos puzles presentan soluciones distintas, por lo que es habitual que al final de la aventura hayan sobrado algunos objetos. Tras su maravilloso final, nos viene la pregunta. ¿Y ahora qué?
Los dos títulos forman parte de las Psychotic Adventures, que se completarán con Colossus Down. Se trata de una destructiva aventura, por ahora en desarrollo, de la que ya se han confirmado los primeros detalles. Aunque eso sí, es recomendable no acceder a ellos hasta completar este juego.
Tenemos por delante una saga prometedora, capaz de marcar la diferencia. Fruto del cuidado trabajo de sus creadores, es imposible iniciarse en este mundo y no querer seguirlo hasta el final. Demuestran que no es preciso revolucionar mecánicas ni puzles, siempre que se tenga una historia increíble por contar.
Análisis realizado en la versión de Nintendo Switch.