Análisis: Tiny Metal Full Metal Rumble

No hay nada como un tranquilo día en la fábrica de coches de la ciudad. Se oyen rumores sobre dos bandos de ejércitos armados que se enfrentarán en poco tiempo, aunque aún reina la calma. Un ejército de color azul se ha plantado en nuestro lugar de trabajo, imponiendo órdenes.

Ahora ya no fabricamos coches. Creamos los llamados «metales», que no son otra cosa que tanques. No hay mal que por bien no venga. Parece que estamos en el lado correcto, ya que han pasado meses y no hay rastro de la guerra. Sin embargo, por aquí se han visto batallones de tiradores, francotiradores, los «metales» que producimos e incluso un enorme robot que es capaz de causar una enorme destrucción en los vehículos enemigos.

Las casas ya no se pueden considerar neutrales. Vivimos, trabajamos y obedecemos al ejército azul. Así ha sido hasta el momento en el cual el ejercito morado llegó con una cantidad ingente de batallones. Arrasó nuestra zona de bienestar y nuestra  industria ya trabaja para ellos. Esto es Tiny Metal Full Metal Rumble.

 

TINY METAL FULL METAL RUMBLE, YA DISPONIBLE

AREA 35 ya ha puesto a la venta Tiny Metal Full Metal Rumble. Podemos encontrarlo por 13,99 euros en Steam, en su versión para PC, y en la eShop de Nintendo Switch. Estamos ante un titulo bélico, con combates tácticos por turnos, imitando a clásicos portátiles como Advanced Wars.

No destaca por unos gráficos realistas ni por sus increíbles cinemáticas. Sus creadores han sido prácticos, apostando por la jugabilidad como gran protagonista. Se acompaña de una banda sonora a la altura y de una optimización y balanceo de las unidades del juego casi perfecta.

Un punto a su favor, además de la buena relación calidad precio, es su traducción (en texto) al español. También lo encontramos en inglés, japonés, francés y alemán, aunque las voces sólo podemos escucharlas en los dos primeros idiomas.

Para los que estén preocupados por el espacio que ocupa en Switch, necesitaremos 2157,97 MB. Se define como una nueva secuela que continúa la saga Tiny Metal, aunque puede disfrutarse sin problemas entre principiantes.

 

LOS MODOS DE JUEGO

Esta novedad cuenta con tres modos de juegos diferentes. El primero de ellos es el modo campaña. Como suele ocurrir en estos casos, sirve para descubrir el juego y sus unidades poco a poco, mientras somos testigos y partícipes de una trama muy entretenida. Resulta ideal para aprender a jugar y para familiarizarse con los controles. La dificultad va en aumento según vayamos avanzando.

La modalidad contienda equivale al modo libre de todos los juegos. Nos lleva a formar parte de una batalla con otros tres jugadores más, controlados por la inteligencia artificial. Permite escoger entre una gran variedad de mapas. Los hay boscosos, montañosos, dentro de ciudades o en desiertos.

Las unidades son las mismas para todos los bandos. Hay muchas diferentes, ofreciendo grandes posibilidades de crear variadas estrategias. El punto diferenciador llega de la mano de los líderes elegidos al principio de cada contienda. Éstos añaden distintas ventajas a la unidades y es ahí donde de un líder a otro, una misma unidad puede ser más o menos eficaz.

Por último, aparece el modo multijugador. La parte negativa es que carece de usuarios para jugarlo. Es complicado entrar a una partida, dependiendo de la suerte para que nuestro rival no salga una vez que estemos en ella. Si somos afortunados, podremos disfrutar de las batallas mas difíciles de todo el juego. La paciencia tendrá que ser casi infinita en PC y, sobre todo en Switch, con la obligación de pagar el online mediante suscripción.

 

LA JUGABILIDAD Y LA NOSTALGIA

Los juegos tácticos nunca han pasado de moda, pero podemos decir que desde que salio XCOM en su formato más nuevo, el género ha repuntado ligeramente en interés en los jugadores. Atrás quedan los días y las noches, antes y después del instituto, acompañados de títulos del estilo de Tiny Metal Full Metal Rumble.

Advanced Wars es muy similar, mientras que la saga Fire Emblem o el mítico Suikoden II también presentan grandes parecidos. Ahora, toda esa nostalgia se reúne para avanzar por un mapa repleto de misiones principales y secundarias, donde poner a prueba las habilidades estratégicas.

La interfaz, así como el menú inicial, son sencillos y fáciles de entender. El propio juego pone a nuestra disposición una Metalpedia, es decir, una especie de enciclopedia donde se detallan todo tipo de especificaciones, tanto de las unidades como de los edificios.

La tienda con dinero ficticio también forma parte del reto. Lo obtendremos conforme completemos misiones. Cada misión terminada se traduce en una puntuación por nuestra destreza. Si conseguimos cumplir los diferentes desafíos no vinculantes para avanzar en cada misión, esta puntuación crecerá.

En la tienda, es posible desbloquear nuevos packs de mapas para el modo contienda y nueva música para crear una mayor ambientación. Contamos con la posibilidad de escuchar las diferentes melodías en un apartado llamado Tocadiscos. Para los más curiosos, tendremos acceso a los escuadrones que ya hayamos desbloqueado dentro del juego.

 

TINY METAL FULL METAL RUMBLE: CONCLUSIONES

«Bienvenido de nuevo al mundo de Tiny Metal, Comandante». Esto es lo primero que escuchamos al empezar el juego, lo que ya despierta nuestro interés. Su jugabilidad y su capacidad de meternos dentro de cada batalla hacen que queramos más y más misiones y el tiempo pase sin darnos cuenta. Y he aquí el primer gran atractivo.

En el modo campaña, formaremos parte de una trama muy interesante entre varias facciones contra una maldad acechante. Pasaremos por todo tipo de lugares, con sus correspondientes climas. Podremos crear estrategias para acabar con nuestros enemigos, con los beneficios que conlleva.

En el fragor de la batalla, tomaremos edificios para aumentar nuestros recursos, conquistaremos industrias para crear nuevas unidades y llamaremos a unidades comandante (con un poder mayor que las normales) para crear emboscadas. Además, podemos combinar el ataque sobre una unidad enemiga con varias de las nuestras, dándonos así una mayor potencia de fuego.

Otro de sus puntos a favor es su traducción al español. Cuenta con una gran valoración por parte de la comunidad, algo que se debe, en parte, a su buena relación calidad precio. Por último, y no menos importante, son las grandes dosis de nostalgia sobre los veteranos del genero. Tiene la capacidad de introducir a los nuevos en un mundo que combina la satisfacción y la diversión con un fácil aprendizaje.

Respecto a lo negativo, en ocasiones nos perderemos los diálogos del modo campaña. Una vez estemos familiarizados con las unidades, echaremos de menos algunas estructuras más, con sus posibilidades crecientes. A la dificultad para sumarse al multijugador, se añade su incompatibilidad con ‘mods’ en el caso de la versión para Steam.

 

Tiny Metal Full Metal Rumble nota

Análisis realizado en su versión de PC.