La clásica cooperación en un mundo dominado por los zombis ha quedado atrás. Lejos de luchar por una supervivencia conjunta, hemos establecido diferentes refugios. Competimos por atraer al mayor número de personas y, ya de paso, desviar a los infectados. Ya se sabe, los vivos llegamos a ser más peligros que los muertos vivientes. Así es SilenZe: Zombie City.
¿QUÉ SUENA POR AHÍ?
SilenZe: Zombie City es un juego de cartas de 2 a 6 participantes, con retos de 20 minutos. Indicado a partir de los 10 años, estamos ante un nuevo juego de producción propia de Tranjis Games.
Lo firma David Vaquero, autor de Pizza Express, con ilustraciones de Albert Tworents. Ya se encuentra disponible, a un precio que ronda los 15 euros. Llega con componentes independientes del idioma y con instrucciones en castellano, inglés y alemán.
Ha pasado un mes desde el llamado «incidente», momento en el que los zombis comenzaron a llegar a la ciudad. Las calles están infestadas y, por desgracia, no hay esperanza de encontrar una cura para el virus. En medio de esta situación, aún quedan personas.
A cargo de su propio refugio, cada jugador hará todo lo posible por atraer al mayor número de supervivientes. El ruido de las armas y de las distintas herramientas atraerá a las criaturas. Por suerte, siempre podemos enviarlas a otros refugios…
SILENZE: ZOMBIE CITY, UNA PARTIDA
Separamos las cartas por mazos para repartir dos supervivientes a cada jugador y tres cartas de recurso (podremos cambiarlas una vez por otras nuevas). Las primeras conformarán el refugio, por lo que permanecerán visibles en sus lados de la mesa. Los mazos se dejan en el centro.
El turno de los jugadores consta de tres fases. Se repite la misma mecánica hasta que todos los refugios menos uno hayan sido eliminados o al agotarse los supervivientes del mazo, iniciándose el ataque final.
1. Jugar o descartar cartas.
El participante en turno escoge entre descartar tantas cartas de su mano como desee o jugar cualquier número. Las armas se utilizan para acabar con los zombis del refugio o con el primero del mazo de ciudad, en base a sus características. Se descartan tras su uso, junto al zombi eliminado.
Las cartas de rescate pasan a los descartes y se utilizan para atraer a supervivientes del mazo, colocándolos en el refugio propio. Las de barrera se dejan entre los supervivientes y los zombis y permanecen ahí hasta que detengan un ataque zombi o sean destruidas.
Por último, las cartas de argucia también pasan a los descartes. Se utilizan para intervenir en los refugios de los rivales. Buena parte de estas cartas efectúa ruido. Implica voltear la primera carta del mazo de ciudad, convirtiendo al superviviente en un zombi.
Se queda en el mazo, salvo que sea un zombi rápido. En este caso, llega al refugio donde se haya hecho ruido. En lo que respecta a todos los demás zombis, cuando se vuelva a hacer ruido la criatura irá a parar al refugio del jugador que lo haya producido. Con una horda, se envía un zombi a cada refugio.
2. Ataque zombi.
Todos los zombis del refugio atacan, eliminando a un superviviente. Las cartas de barrera anulan esta fase o impiden el ataque de uno o de dos zombis, descartándose tras su uso. Los muertos vivientes eliminados por barreras pasan a los descartes. Los demás, se quedan donde están.
Si en cualquier momento un jugador pierde a todos sus supervivientes, quedará eliminado de la partida. Descarta las barreras y las cartas de la mano y reparte a los zombis como quiera entre los refugios de la izquierda y de la derecha.
3. Robar cartas.
Se roban cartas del mazo de recursos hasta tener tres en la mano. Pasa el turno al de la izquierda.
Fin de la partida.
La competición finaliza cuando sólo queda un jugador o al agotarse el mazo de ciudad. En el segundo caso, tiene lugar el ataque final. La mecánica es la misma, aunque omitiendo la fase de robar cartas. Gana el que quede en pie. Si se agotan los zombis y aún quedan refugios, vencerá el que tenga más supervivientes.
SILENZE: ZOMBIE CITY, CONCLUSIONES
La escopeta nos ha permitido acabar con los zombis más fuertes. El hacha ha eliminado a los normales, sin necesidad de hacer ningún ruido. Poco a poco, nos deshacemos de estas molestas criaturas, a pesar de que ha caído algún que otro superviviente. ¿Pero cómo nos libramos de los malvados planes que se ejecutan desde los otros refugios?
La competencia es enorme. Sabemos que sólo el refugio más próspero tendrá opciones de sobrevivir, de ahí que no dudemos en atacarnos unos a otros. Un dron por aquí y uno por allá. Sobornos. Desalojos. Sacrificios. Todo vale con tal de eliminar las otras zonas.
Hay supervivientes inocentes en esos lugares, pero ante estas situaciones, uno sólo puede pensar en su propio destino. Un remordimiento de conciencia equivale a una muestra de debilidad, de la que los otros se aprovecharán. O destruimos o seremos aniquilados.
SilenZe: Zombie City es un juego de cartas con unas reglas muy sencillas. Se apoya en unos turnos estructurados y en el uso de unas cartas que siguen la propia lógica. De esta forma, las partidas son rápidas y dinámicas. Un par de turnos serán suficientes para verlo todo claro delante de nuestros ojos, sin esperas (independientemente del número de jugadores).
Quienes han probado esta novedad se quedan siempre con una parte: el ruido. Es, sin duda, el gran protagonista del juego, hasta el punto que llega a intuirse su importancia en el propio título. Ayuda a potenciar el realismo y la angustia y a escoger entre la opción más acertada para cada momento.
¿Utilizo el walkie-talkie para atraer a un superviviente o voy a lo bestia con el megáfono (y su ruido), atrayendo a dos? La escopeta poco silenciosa me permitirá acabar con un zombi fuerte, ¿pero debo usarla ahora que hay una criatura al acecho? ¿Merece la pena destruir todas las barreras de un refugio a cambio de que un zombi llegue hasta el mío?
La respuesta a estas preguntas la tendremos en dos puntos: el mazo de ciudad y las armas de la mano. A lo largo de la partida, un ojo siempre debe estar puesto sobre el mazo de ciudad. No sólo determinará el reclutamiento de supervivientes, sino que nos limitará la realización de ruido. Si muestra a un zombi y somos poco silenciosos, éste llegará hasta nuestro refugio.
Por otro lado, debemos atender a las armas de la mano. Si contamos con un arma que nos permita acabar, al momento, con el recién llegado, podremos permitirnos hacer ruido. Siguiendo con los detalles, no todos los zombis son iguales. Los normales, los rápidos y los fuertes, a eliminar con diferentes armas, conviven en la ciudad.
SilenZe: Zombie City cuenta con distintas posibilidades dentro de esa estructura ordenada. Permite hacer ruido en refugios rivales e interferir directamente en ellos. Todas las cartas naranjas (argucia) giran en torno a la interacción con otros jugadores, desequilibrando estructuras y truncando planes.
La interacción entre jugadores es, por tanto, máxima. Por suerte o por desgracia, podemos «atacar» al más fuerte. No hay planes malintencionados equitativos, sino planes que nos permiten repartir zombis como queramos. ¿La parte positiva? Que nadie irá en cabeza nunca, dando la vuelta por completo a las partidas.
¿La negativa? Si alguien recibe todos los zombis, la situación puede ser frustrante para él. Tras la fatídica eliminación de un jugador, el reparto de los zombis del jugador caído tampoco es preciso que sea justo. Deteniéndonos en esa pérdida de supervivientes, que conlleva la eliminación, vemos como no hay opciones de continuar la partida.
Ya sea al principio del juego o al final, los jugadores van eliminándose. Esto implica que alguien se quede mirando durante un tiempo indefinido. Se trata del propio sentido del juego, ya que ganará el último que siga en pie. Si caemos demasiado pronto, fruto de un descuido o de un plan que no ha podido evitarse, llegaremos a desilusionarnos.
La solución no podía pasar por un reinicio del refugio, puesto que en ese caso la competición sería infinita o injusta. Sin embargo, no hubiera estado de más alguna tarea para los eliminados, turno a turno. No tendrían opción de acceder a la victoria, pero al menos, formarían parte del reto con sus malvadas acciones.
La gestión del riesgo es una de las mecánicas que mueven esta novedad, junto a la estrategia. Los habituales sabrán que una de las formas de ganar está en preparar el escenario y la jugada al siguiente. Invertiremos el turno en conseguir supervivientes o en adjudicarnos una buena defensa, pero también en hacer retroceder al siguiente.
Esa preparación es el eje sobre el que se mueve todo. Es frecuente bajar cartas por el mero hecho de causar ruido, incluso aunque su efecto no sea el más indicado. El rifle nos abrirá las puertas a la obtención de nuevos supervivientes (por su capacidad para matar al primer zombi del mazo).
Por su parte, que un zombi se quede visible al finalizar nuestro turno ya limitará las opciones del contrario. Ésta es otra forma en la que se muestra la interacción, más allá de las cartas naranjas.
En algunas partidas, los zombis no aparecerán demasiado. Estaremos obligados a descartarnos de muchas cartas o a jugar cartas de ruido. Una vez que «arranquen», ya se moverán de un refugio a otro y permitirán la utilización de cartas que atraigan a más. Lo complicado, en ocasiones, es conseguirlo. Sobre todo, en las partidas a dos.
La solución pasa por su modo experto. En él, las cartas de ruido pueden utilizarse ignorando su efecto. Por ejemplo, podremos jugar un desalojo sin utilizar su efecto, o un revólver sin matar, sólo como un tiro al aire. La estrategia habrá aumentado, huyéndose de las limitaciones.
De esta forma, los zombis harán actor de presencia con mayor frecuencia. No se aumenta la dificultad de ejecución, sino las posibilidades. Si lo que queremos es reducir o incrementar el nivel, empezaremos la partida con tres supervivientes o con uno, respectivamente.
SilenZe: Zombie City no está pensado para quienes buscan inmersiones completas en escenarios apocalípticos, con su exploración y su gestión de alimentos. Es un juego indicado para los que quieren partidas rápidas y directas, sin grandes complicaciones.
Es lo que vemos: una propuesta para pasar un rato divertido. De esas que nos llevan a fastidiar a los demás sin ningún motivo. De las que despiertan venganzas, que serán trasladadas a la siguiente partida (o incluso a otros juegos).
Tiene detalles muy bien recreados, como son esos zombis distintos, las hordas, los tipos de arma y la manera de captar la atención de nuevos supervivientes. Avanzaremos en nuestro objetivo entre explosiones de minas y alarmas, ruidosas como ellas solas.
Las sorpresas estarán presentes siempre, sin importar el número de partidas. Ninguna será igual que la anterior, ya que el reparto de cartas y el orden influirán en la aparición de los muertos vivientes y en nuestra capacidad para actuar a tiempo.
Se acompaña de unas instrucciones muy claras y visuales, con un recordatorio de efectos al final del manual. Respecto a los componentes, las cartas son gruesas y resistentes. Si bien los supervivientes se repiten en lo que respecta a su aspecto, cuenta con un bonito diseño en el que siguen potenciándose la importancia por el detalle y la intuición.
COMPONENTES DE JUEGO
- 55 Cartas de Ciudad
- 55 Cartas de Recurso
- Instrucciones (castellano, inglés)