Symbokus, la vuelta de tuerca del sudoku

Symbokus

Un conjunto de celdas para rellenar con números, que no pueden repetirse en la misma fila, columna ni subcuadrícula. No se necesita mucho más para saber que nos referimos al sudoku, uno de los juegos más populares del mundo.

¿Y si sustituimos los números por unidades monetarias? ¿Y por notas musicales? ¿Qué ocurre si empleamos piezas de ajedrez? Es la premisa sobre la que gira Symbokus, proyecto ideado por Sounds Like Fun con numerosos beneficios en niños y adultos.

 

SYMBOKUS: LA LÓGICA Y LOS SÍMBOLOS

Symbokus nace en forma de libro de pasatiempos, basado en el sudoku, con un total de cien retos diferentes. Es una creación de Sounds Like Fun, grupo editorial dedicado al aprendizaje mediante el juego.

Hace unos meses, presentaron Sounds Like Fun, método lúdico homónimo con el que introducirse en los conceptos musicales mediante los juegos de mesa clásicos. A la espera de su llegada a Verkami, se encuentran inmersos en otros trabajos.

Sin perder de vista el hilo musical ni el juego, Symbokus adquiere un objetivo similar: el desarrollo de contenido multidisciplinar. Aún no tiene fecha de lanzamiento confirmada, pero sí una estructura muy clara que invita a pensar que su desarrollo ya está terminado.

Symboku Mixto

¿Qué es un sudoku?

Para comprender en qué consiste Symbokus, es preciso hacer un repaso por el sudoku, uno de los juegos matemáticos más populares. Creado a finales de los años setenta, su popularidad fue creciendo con el paso de las décadas.

Su forma clásica consta de nueve cajas, a rellenar con números del uno al nueve. Las normas son sencillas: un número no puede repetirse dentro de una misma caja, ni tampoco en una misma fila ni columna.

Con algunos ya dispuestos, el jugador aplica la lógica para completarlo. Es común encontrar este reto individual en los cuadernos de pasatiempos o en libros o aplicaciones propias. Los números han dado paso a los colores y a los símbolos, de tal forma que ya se han adaptado a numerosas temáticas.

Symboku Mixto

¿Y un symboku?

Symbokus parte de esa reinvención del sudoku, mediante la cual los símbolos sustituyen a los números. La esencia y las normas se respetan, por lo que seguiremos utilizando uno nuevo por celda, fila y columna.

Como señalan sus responsables al principio del libro, genera nuevas formas de pensar. El grado de complejidad es mayor respecto al clásico, pero también los beneficios que genera.

Una breve explicación da paso a una exposición de los símbolos que conformarán los cien pasatiempos. Así, encontramos el alfabeto griego, las principales unidades monetarias, el pa kua (ocho estados del cambio), las notas musicales y los palos de una baraja.

Las piezas de ajedrez, la numeración china y japonesa y las medidas de longitud, peso y temperatura también cuentan con sus propios retos, entre otras. El COVID-19 tampoco ha faltado a la cita, como muestra de la enorme diversidad temática.

Tras establecer la relación entre símbolos y nombres, se da paso a un apartado de intenciones, en el que se recuerda como la escritura es esencial a la hora de aprender. Cada symboku se presenta en su propia página, como forma de potenciar la concentración. El libro termina con las soluciones.

 

SYMBOKUS: CONCLUSIONES

Recurrir a los pasatiempos es querer enfrentarse a juegos en solitario. Como su propio nombre indica, esta forma de ocio tiene como finalidad el entretenimiento, aunque no es la única. La relajación, la desconexión o el entrenamiento mental son otros de los motivos que nos llevan a recurrir a ellos.

El origen de muchos periódicos y revistas no puede entenderse sin ellos. Armado con un lápiz, el lector completaría su recorrido por la actualidad con unos retos para la mente. Una página no iba a ser suficiente en muchos casos, por lo que los cuadernos de pasatiempos adquirieron una gran popularidad.

Symboku Mixto

Una visita al kiosco es suficiente para comprobar como la oferta es variada: encontramos libros que reúnen retos de todos los tipos o muy específicos. Dentro del segundo marco aparecería Symbokus, la vuelta de tuerca del sudoku tanto en jugabilidad como en objetivos.

Con un nivel de dificultad creciente, respecto al juego tradicional, estaría indicado a quienes ya tienen un cierto dominio. No necesitamos ser expertos en el sudoku, pero sí estar familiarizados con sus reglas. La edad no importa, siempre que ya tengamos el control.

La complejidad aumenta por el hecho de prescindir de nuestros queridos números. Renunciamos a la comodidad de algo que ya tenemos interiorizado para abrir la mente a un mundo nuevo. O, al menos, a su nuevo uso.

Quizás conozcamos los símbolos monetarios, pero no hasta el punto de tener una agilidad máxima con ellos. Lo mismo ocurre con todos los demás. Por si no fuera suficiente, sus autores eliminan las guías en cada symboku. Los símbolos se detallan al principio del libro, pero no en la página del reto a resolver.

Symboku Mixto

De esta forma, el esfuerzo se acompaña de un ejercicio de memorización. De una vuelta atrás con el olvido, como forma de adquirir nuevos conocimientos. De un aprendizaje basado en la activación del estrés. Dicho de otra forma, salimos de nuestra zona de confort para que el beneficio sea máximo.

No hay retos que mezclen símbolos, por lo que cada uno pertenece a una temática concreta. Antes de enfrentarnos a muchos, será necesario un estudio previo. Poco podremos hacer para resolver un symboku con números chinos si no sabemos cómo se dibujan.

Un vistazo a la guía inicial funcionará como un primer acercamiento. Ensayaremos en la propia hoja para, finalmente, enfrentarnos al problema. Los retrocesos no sólo son frecuentes, sino necesarios a la hora de aprender. La fórmula del ensayo y error también se aplica en la resolución.

Con mucha paciencia y concentración, comprobaremos como todo empieza a fluir. Tanto si está resuelto como si hemos detectado un fallo, podemos consultar la zona de soluciones, numerada para su fácil identificación.

Symbokus

 

El hecho de que haya un symboku por página permite centrarnos únicamente en lo que estamos tratando de resolver, sin distracciones. Funciona, además, como una pausa obligatoria.

Disfrutamos de Symbokus tanto al rellenar casillas como en esos parones, siendo conscientes de todo lo que hemos aprendido o de las gratificantes sensaciones tras un esfuerzo mental. Del merecido descanso.

Estamos ante la que podría ser una primera serie de juegos, ya que las temáticas pueden llegar a ser infinitas. En esta primera tanda se apuesta por temas muy diferentes entre sí. Nos paseamos por Oriente. Por Occidente. Por los juegos de mesa tradicionales.

No falta la que es la seña de identidad de Sounds Like Fun: la música. Se continúa, de esta forma, con el método lúdico musical. En esta ocasión, las negras, las corcheas, las semicorcheas, los bemoles y los sostenidos se dan cita en las celdas musicales. También las notas musicales, con su sistema de notación.

La repetición, la atención y la escritura forman parte de una fórmula esencial en el aprendizaje en niños y en adultos. Sin embargo, no se completan del todo hasta unirse a la diversión. Nuevamente, constituye otra de las metas propuestas por este sello editorial en sus proyectos.

Symbokus

 

Que un juego sea individual, no implica que la diversión se deje a un lado. En Symbokus nos enfrentamos a retos emocionantes, donde el éxito o el fracaso dependen de uno mismo y de su capacidad para resolver un problema. Nos alejaremos de la vida real. Nos transportaremos hasta otro mundo.

La estructura del libro ayuda, y mucho, a conseguir todo esto. Sus creadores optan por unas explicaciones rápidas y sencillas, pero efectivas, seguidas por la exposición de todos los símbolos que encontraremos y por unos pequeños consejos.

Por tanto, los ejercicios constituyen más del 90% de su contenido, con sus soluciones fáciles de encontrar. Todo está ordenado y claro, por lo que el esfuerzo puede estar orientado, por completo, a los juegos.

Al principio, encontramos unas líneas que nos permiten anotar en qué fecha nos hemos iniciado y cuáles son los mejores tiempos. Con ello, se invita al jugador a cronometrarse, como forma de mejorar. Eso sí, recomendamos huir del reloj en los primeros retos, ya que la presión ya es grande incluso sin tiempo.

Symbokus es un cuaderno individual, pero también un cuaderno grupal. Podemos prestarlo, y descubrir cómo se desenvuelven los demás, y utilizarlo como método de aprendizaje en aulas y talleres.

Symbokus

 

Será la forma que tendrán los más pequeños de asimilar unos símbolos que podrán acompañarles de por vida y, ya de paso, de despertar la curiosidad hacia ellos. Como ya hemos visto en más de una ocasión, si conseguimos que un niño sienta inquietud o pida información sobre un tema, tendremos mucho ganado.

Por supuesto, la forma de uso dependerá de los propios símbolos. Algunos, como los del ajedrez o los de la vida cotidiana, resultarán más complicados de dibujar, por lo que exigen de mentes más creativas o más entrenadas.

Si no somos expertos en dibujo, habremos añadido dificultad al problema. Nuestra mente necesitará de un esfuerzo mayor para identificar los símbolos y agruparlos. ¿Esto era un reloj o una corona? Cada symboku estará acompañado de sus propios entresijos.