Todo se complica cuando hay testamentos de por medio. Y más si mamá tiene un nuevo novio y toda la familia está alojada en un mismo hotel. La reunión termina con un asesinato, un par de pruebas y muchos sospechosos.
¿Qué pintaba el exmarido en ella? ¿Y la mano derecha de la matriarca? ¿Por qué dos personas habían quedado en el spa a escondidas? ¿Estaba todo planeado como parte de una conspiración? Instacrime – Munford es un cúmulo de interrogantes que toma la forma de uno de los más originales juegos de misterio.
INSTACRIME – MUNFORD, UNA NOVEDAD DE GDM GAMES
Instacrime – Munford ya es una realidad. Las tiendas de juegos de mesa empiezan a retomar su actividad, por lo que GDM Games lanza el que era uno de sus títulos más esperados.
Como vimos en unas primeras impresiones, la fórmula no podía ser más prometedora: combina la esencia de la exitosa serie Sherlock con las fotografías. Nos lleva a resolver un caso a la altura de la propia Agatha Christie, con asesinato de por medio.
Creado por Pak Gallego, con Ángel Guzmán como responsable de la fotografía, puede disfrutarse entre 2 y 6 participantes. Su duración es de 60 minutos y su edad mínima recomendada de 10 años. Puede jugarse una vez por grupo, aunque es posible prestarlo, ya que sus componentes no se pintan ni se rompen.
Una modificación del testamento
Dortothy Munford es la propietaria del imperio editorial con su mismo nombre. Como cada año, organiza una reunión familiar en su hotel de confianza. Sus hijos, su nuera, su exmarido y su nuevo novio están presentes, aunque no serán los únicos.
La matriarca aprovecha este encuentro para realizar una modificación en su testamento, por lo que su abogado y su mano derecha en la empresa también estarán en el lugar. Todos ellos, junto al escritor que reside en el hotel y a los camareros, conforman la lista de sospechosos ante el asesinato que acaba de producirse.
A la hora de recrear la escena, dos pistas resultan fundamentales: un ticket a nombre de Dorothy Munford y una nota para acudir al Spa. Son las pruebas encontradas en el escenario del crimen.
La cooperación y la comunicación
El primer paso es repartir una fotografía a cada jugador, oculta ante los demás. Podrán entregarse en orden o barajarse antes, para añadir dificultad al reto. Una vez leída la introducción a la escena del crimen, donde se presentan a los personajes y las pruebas, cada participante describirá lo que aparece en su fotografía.
Cuando todos lo hayan hecho, se reparte una más a cada uno para compartir los detalles con los compañeros. Se repite la misma mecánica con todas. Si no quedan suficientes para todos, se descubren las sobrantes en el centro.
Los jugadores, convertidos en detectives, tendrán que elaborar una teoría conjunta que les permita resolver el caso Munford. Con la cooperación y la comunicación como herramientas principales, profundizarán en los detalles para seguir un orden cronológico de lo sucedido.
Deberán tener en cuenta que algunas de las escenas se desarrollan al mismo tiempo, aunque desde diferentes ángulos, y seguir la pista de los elementos relevantes. Al tener claro lo sucedido, podrán acceder a la hoja de soluciones. Ganarán un punto por cada deducción correcta.
INSTACRIME – MUNFORD: CONCLUSIONES
Crystal sentada en el bar, con las piernas cruzadas y con la mirada perdida. Disfruta de una copa, con pajita. El camarero, a muy pocos metros de ella, seca los vasos. Podrían estar manteniendo una conversación, ya que están frente a frente.
La camarera limpia la barra un poco más lejos, con cara de pocos amigos. Un sinfín de botellas al fondo. Un cartel con el horario: de siete y media de la mañana a una de la madrugada. Las cenas se sirven entre las siete de la tarde y las diez y media de la noche. Todas las luces están encendidas.
Tu turno. Instacrime – Munford no requiere de dosis estratégicas ni de habilidades sobrenaturales. Se basa en describir la escena conforme la estamos viendo. En observar todo, absolutamente todo, para contarlo a los demás.
Ellos no verán nuestras fotografías, ni nosotros las suyas. La idea es introducirse en un mundo del que sólo podemos ver algunos detalles, guiados por las palabras de los demás. Por su narración. La escucha es fundamental. Sin ella, todo carecería de sentido.
Uno de los términos que define la experiencia es la subjetividad. ¿Qué es lo importante de esta fotografía? ¿El dinero que sale del monedero? ¿La nota que se entregan dos personajes? ¿Qué hay encima de la mesa? Ante una misma escena, dos personas no se comportan igual.
De forma inevitable, la realidad se concibe de forma muy diferente, al igual que en nuestro día a día. La mente no es objetiva, ya que la experiencia o la forma de sentirnos influyen, y mucho, a la hora de conseguir una buena idea de lo que está ocurriendo.
Los más despistados pueden no darse cuenta de un objeto clave o de que algo está sucediendo al fondo de la escena. Es algo que puede solucionarse con un segundo vistazo, necesario cuando ya se está empezando a elaborar una teoría. Por contra, esa subjetividad difícilmente podrá solventarse.
Lejos de ser una desgracia, se convierte en una suerte. Es la magia sobre la que gira Instacrime – Munford, ya que, sin ella, seríamos robots que reproducen de forma fiel lo que ven. En ella está la dificultad, la exigencia y la sorpresa. Los puntos de vista nos acercan a lo que ha sucedido, a la vez que nos alejan.
Es nuestra tarea unir toda la información y conseguir que encaje. El éxito depende de los minutos de silencio y de reflexión. De las preguntas que nos haremos los unos a los otros. De la capacidad para escuchar y tomar lo mejor de cada teoría. De haber seguido la pista a un objeto importante.
Instacrime – Munford se basa en un asesinato. A partir de ahí, buscamos al responsable o a los responsables, el motivo y el arma homicida. Como si de un Cluedo revolucionario se tratase.
Como se recuerda en las mismas instrucciones, elaborar la cronología es determinante. Los detalles, no sólo en personas y objetos, nos llevarán a deducir qué escenas se están desarrollando al mismo tiempo. Recordemos que sólo tenemos unas pocas fotografías y las descripciones de los compañeros, por lo que no es sencillo.
Las grandes protagonistas de esta novedad son las fotografías. El trabajo de Ángel Guzmán es espectacular, por su capacidad para introducirnos por completo en la trama. En las habitaciones del hotel. Para mostrar personalidades enteras con una única imagen.
No hay fallos, lo que no habría sido raro con la exactitud que un reto de este tipo exige. Su impecable trabajo se ha unido a la experiencia de Pak Gallego, ya no sólo como autor y editor, sino como jugador. La esencia de una sala de escape está presente, con toda la emoción a la hora de arrojar luz a la vela de los interrogantes.
El que es un primer caso de una prometedora serie es una perfecta seña de presentación. Recurre al asesinato, con testamento familiar de por medio, temática atractiva para todo tipo de públicos que no caduca con el paso del tiempo. Tiene unas reglas claras y un nivel de dificultad medio, para que también se adapte a la experiencia de los jugadores.
Es modulable, en parte, al repartir las fotografías de forma ordenada o barajadas. Si no se mezclan, todo empezará a tener sentido pronto, ya que estaremos viendo la forma en que sucedieron los hechos.
Al barajar, el caos está asegurado. No sólo habrá que comentar los encuentros y los detalles, sino ordenarlo. ¿La pasión de dos de los personajes fue anterior a las caras largas de esos otros dos? Ya sea con un modo o con otro, seguiremos la regla de no revelar, jamás, las fotografías de nuestras manos.
Por tanto, recomendamos jugarlo de una forma u otra en base a nuestra habilidad para resolver misterios. Si hemos ido a lo complicado y nos estancamos, no podremos abrir la zona de soluciones para descubrir el orden.
Su ambientación y su sistema encajan. Se complementan con una soluciones muy claras, donde las explicaciones aparecen para cada fotografía. Todo se comenta, algo de agradecer cuando no hemos llegado a las conclusiones que deberíamos.
Sin embargo, se echa en falta alguna tabla de puntuación. Ganamos un punto por cada deducción correcta, ¿pero qué nos dice si hemos sido unos detectives brillantes o mediocres? Dependemos de la propia lógica para valorar el trabajo del grupo. Un doce, un sobresaliente. Menos de seis, un suspenso.
Instacrime – Munford se disfruta a cada segundo, desde la impaciencia al no poder ver sus fotografías. Aunque cueste esfuerzo, hay que contenerse para no arruinar la experiencia. Si miramos lo que no debemos, nada será igual.
La elaboración de teorías y descubrir como todo encaja es reconfortante. Una vez conocidas las soluciones, todos querrán ver las fotografías que han imaginado. Se convierte en uno de los mejores momentos. Nos daremos cuenta de que esas descripciones realmente eran de vital importancia.
Las sensaciones dejadas por esta experiencia inmersiva son similares en todos los grupos. Se valoran la originalidad y la facilidad con la que nos introducimos en ese hotel, además de su económico precio. Es de 10 euros, por lo que no dolerá demasiado que no sea rejugable.
Como ocurre en estos casos, podemos comprarlo entre todos los que vamos a disfrutarlo o prestarlo a otros. A ser posible, estando delante. Podremos explicar las reglas a los nuevos y hacer de guía para, después, convertirnos en un mero espectador que disfruta, en silencio, de las ideas compartidas.
La originalidad la encontramos en su formato de sobre, con fotografías de una enorme calidad que recuerdan a las que, años atrás, completaban álbum tras álbum. También en la eliminación del texto (más allá de su introducción y soluciones), que deja un nuevo modelo a seguir para estas experiencias.
Esta reinvención del género contribuirá a que siga estando de moda durante mucho más tiempo para trasladarnos a otros problemas, alejándonos de la realidad actual. Es la nueva aportación de GDM Games a este tipo de retos, de la que también es preciso destacar su apartado de créditos.
El juego se traduce en media página de especialistas que lo han hecho posible. Hay autor y fotógrafo, pero también un guión, un estilismo y unos ayudantes de fotografía e iluminación. Hay equipo de maquillaje, una serie de localizaciones y un grupo de modelos, entre otros, con alguna que otra cara conocida.
Demuestra como la idea, fotografiada en Granada, se ha desarrollado de una forma profesional. La editorial no sólo vuelve a apostar por los juegos de producción propia, sino por profesionales de este país, capaces de realizar maravillas como la que ahora tenemos entre manos.
COMPONENTES DE JUEGO
- 12 Fotografías
- Hoja de Instrucciones e Introducción
- Hoja de Soluciones y Créditos
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