Información. Si algo hemos aprendido en los últimos años es que estamos ante el arma más poderosa del planeta. Es peligroso que acabe en manos de empresas y gobiernos. No creas que no lo he pensado. Y mucho.
Me ha costado dejar a un lado los remordimientos, pero lo he conseguido. Seré sincera: el dinero ayuda mucho. Me dedico a procesarla. A extraerla de todos los rincones posibles. A venderla por enormes cifras, independientemente del cliente. A llenarme los bolsillos. Así es 4 Data Brokers.
DE LIBRO A JUEGO DE MESA
4 Data Brokers es un juego de mesa de 2 a 4 participantes, con competiciones de 20 minutos, recomendado desde los 8 años. Forma parte del catálogo de GDM Games, a un precio de 10 euros.
Lo firman Oriol Comas y Màrius Serra, mientras que las ilustraciones corren a cargo de Amelia Sales. Estamos ante una adaptación del universo de Jugar-s’hi la vida, libro escrito por Màrius Serra y protagonizado por Oriol Comas, con el juego como elemento destacado.
Las cartas nos sitúan en el presente para convertirnos en traficantes de información. Experimentamos el poder que conlleva en nuestra propia piel, tratando de reunir valiosos datos que conformen los paquetes más atractivos para su venta a corporaciones y gobiernos.
4 DATA BROKERS: UNA PARTIDA
Cada jugador recibe ocho cartas Big Data, dejándolas boca arriba en su zona de juego, y una ficha de voto de cada color. También, una carta de objetivo, oculta ante los demás.
Los objetivos restantes se barajan con las cartas especiales para disponer 16 en el centro de la mesa y boca arriba, en un espacio de cuatro por cuatro. Colocamos una ficha de cada color en la parte superior de cada columna y la de ronda en la primera fila.
Devolvemos el material restante para comenzar. La partida tiene una duración de cuatro rondas, compuestas por cuatro fases cada una.
1. Tomar una carta Big Data.
De forma simultánea, se coge una carta de Big Data del jugador de la derecha para dejarla, también boca arriba, en la zona propia.
2. Guardar dos cartas.
Todos a la vez, guardan dos de sus cartas Big Data en un montón, boca abajo. Podrán consultarse en todo momento.
3. Votar.
En secreto, escogen una ficha de voto, para descubrirla al mismo tiempo. Lo harán atendiendo al eje que crean la fila actual y las columnas. Colocan la ficha en la carta que corresponda a la fila de la ronda y al color de la columna.
Si la carta ha recibido dos o más votos, las fichas se recogen. Nadie podrá aprovecharse de su efecto. Si la carta sólo ha tenido un voto, la ficha se deja donde está.
4. Realizar efectos.
Aquéllos que conserven su ficha sobre una carta, se benefician del efecto, de izquierda a derecha. Al tratarse de un objetivo, lo guardan boca abajo. Si es una regla especial, ejecutan el efecto.
Permite interactuar con las cartas que conforman el escenario o con las de los rivales. Se recuperan las fichas para iniciar una nueva ronda, moviendo su correspondiente ficha hasta la siguiente fila.
Fin de la partida.
Al completarse la cuarta ronda, se procede al recuento de puntos, provenientes de las cartas Big Data reunidas y de los objetivos. Se obtienen puntos por los objetivos particulares y por los que queden visibles en el centro.
Cada carta que cumpla con un objetivo, se traduce en un punto. Los Data Combos (cuatro Big Data con colores distintos y misma cifra o cuatro Big Data con colores y cifras diferentes), se traducen en cuatro puntos. Los SúperData Combos (cuatro Big Data del mismo color, con cifras distintas), en ocho puntos.
Una carta no podrá formar parte de más de un Data Combo o SúperData Combo. El vencedor será quien sume la mayor puntuación.
4 DATA BROKERS: CONCLUSIONES
Si la gente fuese consciente de la cantidad de datos que se desprende con cada paso, quizás cambiaría su modo de ver el mundo. Su rutina diaria. El uso que se le da a cada aparato tecnológico.
Detrás de una descarga, una búsqueda, un permiso aceptado o un contrato firmado, hay mucho por analizar. ¿En qué momento hemos querido renunciar a la privacidad? ¿Por qué seguimos mirando hacia otro lado, incluso aunque veamos todo lo que hay detrás?
No tengo la respuesta, pero tampoco me preocupa. Mientras todo siga como hasta ahora, mejor. Me dedico a recoger información en las redes sociales, pero no le hago ascos a las demás vías.
Lo que debería importarme ahora es reunir el SúperData Combo de mi vida. Será el paquete más apetecible para cualquier corporación, por lo que no lo dejaré escapar. Por el camino, intentaré completar algún que otro objetivo, por si las moscas. Mis compañeros de gremio no son trigo limpio.
Parece que sospechan de mi especialidad y creo que eso me está haciendo retroceder. Para colmo, me he perdido unas cuantas votaciones. Debería haber sido menos previsible. El tiempo se agota. No puedo solucionar errores, pero sí jugar sucio. Como ellos. Disfrutar de sus rostros de rabia y decepción tal vez me llene más que alcanzar mi meta inicial.
4 Data Brokers no es un juego de cartas más de verano. Está claro que su facilidad de transporte ayuda, y mucho, a colarse en la bolsa de la piscina, pero es algo más. Las firmas de lujo con las que cuenta ya nos dan las primeras pistas.
Quienes sean fieles al catálogo de GDM Games y conozcan a su editor, ya sabrán que la originalidad es el elemento en común en sus títulos. Busca juegos de mesa que no se parezcan a ningún otro, a la vez que apuesta por el talento nacional. Esta intención vuelve a reflejarse en 4 Data Brokers.
Si nos preguntaran en qué juegos se inspira, no sabríamos contestar. Introduce objetivos ocultos, deducción y pinceladas de engaño. Pequeñas dosis de ‘set collection’ a la hora de combinar colores. El riesgo de la mecánica de las subastas, mediante los votos.
Todo ello se envuelve en una interacción entre participantes, capaz de dar la vuelta a las partidas. De frustrar planes ajenos. De arruinar los propios. Hay estrategia pura, planes premeditados. El arte del despiste tampoco falta a la cita.
Bajo una idea tan sencilla como reunir las mejores combinaciones de colores, formamos parte de una intensa guerra. Comienza con el robo de una carta al de la derecha. ¿La que mejor nos viene para un Data Combo? ¿Aquélla que sume un punto más a nuestro objetivo? ¿La que el rival necesita a toda costa?
Todas las fases nos acercan o nos alejan de la victoria. Esta primera, en concreto, es determinante. Exige de observación y concentración. Si hemos hecho un buen trabajo, quizás prefiramos renunciar a un pequeño beneficio para que el otro caiga en el agujero. La libertad de elección, y nuestra propia maldad, marcarán el camino a seguir.
En la segunda, las tácticas continúan. Tendremos que guardarnos dos cartas. Nada estará seguro en 4 Data Brokers si permanece visible. Es común que nos guardemos la que acabamos de recoger, junto a otra, pero no es la única posibilidad.
Jugaremos con las tentaciones. Con las cartas jugosas, ya sea en base a nuestras deducciones o a los objetivos que permanecen visibles. Si distraemos al que nos va a robar en la siguiente ronda, podríamos hacerle perder el tiempo. Un tiempo que, por cierto, es muy escaso.
A la hora de votar, las miradas se cruzarán. 4 Data Brokers ofrece la posibilidad de hablar. De contar nuestros planes al mundo. Con ello, de engañar y traicionar. De hecho, se disfruta mucho más así. ¿De verdad vas a votar por esa carta de regla especial? ¿Me dejarás el camino libre hacia el segundo objetivo?
Tendremos promesas cumplidas, pero también promesas rotas. De ésas que permanecen en el recuerdo durante mucho tiempo. O, al menos, mientras dure la partida, alimentando el rencor y la rabia.
Fiándonos de nuestro instinto, apostaremos por una posición para la ronda actual. Atenderemos a lo que queremos: una nueva carta de objetivo o ese efecto tan maravilloso. No será suficiente. Si algo es demasiado bueno, es probable que muchos queramos beneficiarnos de ello.
El equilibrio es esencial. Aunque no hay nada escrito en esta fase, algo menos bueno siempre es mejor que nada. Menos es más. Recordemos que si más de una persona votan lo mismo, no hay objetivo ni regla especial que valga.
Llevarse un objetivo a casa no sólo supondrá sumar puntos extra, sino evitar que los demás lo hagan. Al terminar la partida, todos puntuaremos por los que estén visibles, por lo que un punto egoísta nunca vendrá mal. Respecto a las reglas especiales, sirven para interactuar con la parrilla.
Eliminaremos columnas enteras, intercambiaremos cartas y recogeremos objetivos. Aunque es algo que influye en los planes de los otros, la interacción directa aparecerá al intercambiar cartas con ellos, ya sean de objetivo o de Big Data. Con el dolor que conlleva para quienes tienen todo calculado y planeado.
La ficha de ronda avanzará, estando más cerca del final. La pelea de los leones subirá de intensidad, hasta llegar al recuento de puntos. Mostraremos todas las cartas para combinarlas de la mejor forma posible. Puntuar por los objetivos es fácil, pero no tanto por los Data Combos y los SúperData Combos.
«¡No! Yo quería un SúperData, me he equivocado en sólo una carta». Los pequeños fallos son muy comunes. Una sola carta es capaz de convertirse un SúperData Combo en la nada o, en su defecto, en un Data Combo (si la casualidad está de nuestro lado). De ahí que una mente fría, sin distracciones, tenga mucho ganado.
Resulta evidente como 4 Data Brokers es un juego distinto. Sus turnos simultáneos y las reglas estructuradas crean partidas muy rápidas, aptas incluso para principiantes. Es fácil de entender, pero difícil de dominar. Así, puede reunir a todo tipo de jugadores en torno a una misma mesa.
En un par de encuentros, los novatos habrán imitado las tácticas de los maestros de la estrategia. Pasarán a ser rivales imbatibles y, además, seguro que su curiosidad hacia los juegos de mesa crece aún más.
Los duelos continúan siendo emocionantes. El cambio llega al seleccionar dos fichas de voto, en lugar de una. Es la forma que tiene el sistema de equilibrar la selección y de rellenar espacios. Sigue recurriendo a una competición en un espacio limitado, sin la fatídica presencia del jugador fantasma.
Esta combinación y su correcto funcionamiento es fruto de la larga experiencia de Oriol Comas y Màrius Serra. Expertos en el juego, crean un título atractivo, repleto de posibilidades y, sobre todo, original. La diversión está presente. Jamás debería alejarse de ningún juego, ni anteponerse a las mecánicas más revolucionarias.
Nos sumergen en el universo de Jugar-s’hi la vida, novela que nace del trabajo conjunto de ambos. No es la única que tiene a Màrius Serra como autor y a Oriol Comas como protagonista. Tras jugarlo, querremos descubrir todo lo que rodea a esas historias que combinan realidad y ficción.
4 Data Brokers, como ya hemos visto, no recuerda a ningún otro juego. Estar basado en un libro y contar con una temática poco habitual en el sector contribuyen a reforzar la idea. Reflexionamos sobre el tratamiento de los datos, mientras luchamos por el poder. No hay mejor forma de entenderlo, propiciando los debates.
Respecto a los componentes, recurre a cubos básicos y a cartas de gran calidad, resistentes. Opta por el colorido como forma de orientarse y por la simbología, útil para personas con problemas de daltonismo.
La jugabilidad alcanza un mayor protagonismo que el diseño. No hay distracciones, aunque se echan en falta cartas resumen con las combinaciones posibles. No es fácil recordar qué tenemos que juntar, por muchas veces que lo hayamos leído en el manual.
Las cartas de reglas especiales carecen de ilustraciones en favor de un texto explicativo en cinco idiomas. No llenarán la mesa de espectacularidad, pero sí que hará las delicias de quienes buscan entretenimientos prácticos e intuitivos.
COMPONENTES DE 4 DATA BROKERS
- 32 Cartas de Big Data
- 14 Cartas de Reglas Especiales
- 8 Cartas de Objetivo
- 20 Fichas de Voto y Columna
- Ficha de Ronda
- Instrucciones (castellano, catalán, inglés, francés, alemán)