Antigravedad, lista. ¿Sistemas de potencia? Listos. Botón de aceleración inicial, listo. Dirección, lista. Tres, dos, uno. Comienza la carrera de eliminación, donde se enfrentan las personas más ricas del planeta. Cada una de ellas está representada por un piloto escogido personalmente.
Nada más salir de la primera curva vemos como la rivalidad queda patente. El piloto que trabaja para el magnate chino va en cabeza. Ha dejado en la cuneta, de un poderoso golpe, a la humilde pero ágil nave del conglomerado australiano.
Con una vuelta para acabar la carrera de eliminación, tan solo queda un poderoso coche, aunque no muy veloz, que muestra el poderío de los Emiratos Árabes Unidos y otro que representa a Nigeria. Rápido, muy rápido, pero con una maniobrabilidad baja.
El árabe ataca en la curva por la gran frenada que ha hecho el africano. Increíble. El humo sale del coche nigeriano, pero aguanta y acelera hasta llegar hasta la posición de su contrincante. Nos acercamos a la última curva para, después, desembocar en una recta larga que llega a meta. El coche árabe cierra todas las posibles vías de adelantamiento por parte del nigeriano.
Además, el segundo tiene varias averías en su equipamiento interno. Toman la curva. El coche verde de Nigeria se la juega y pasa rozando a gran velocidad al árabe. Éste disponía de un as guardado bajo la manga. Lanza un obús que destroza a su oponente, quien pierde un valioso tiempo reiniciándose. Emiratos Árabes Unidos cruza la línea de meta, festejando la victoria. Analizamos Pacer, con sus numerosas posibilidades.
PACER Y LA DOMINACIÓN
R8 Games estrena Pacer. Se encuentra disponible para PC, mediante Steam, y PS4, a un precio de 39,99 euros y con interfaz en castellano. Con motivo de su lanzamiento, ofrece descuento. Será próximamente cuando se una al catálogo de Xbox One.
No es el resultado de algo apresurado. Lleva cinco años en desarrollo, creciendo con la ayuda de la comunidad de jugadores. Gracias a ellos, los avances se han ido aplicando en los lugares correctos. Así, hasta conseguir un producto acabado, disponible como un juego completo y funcional.
Con unas críticas en Steam calificadas como mayoritariamente positivas, puede decirse que ha empezado con muy buen pie. Estamos ante un juego de carreras, donde es evidente la influencia de F-Zero y Wipeout.
Ofrece una curva de aprendizaje media. Es fácil hacerse con los controles, sencillos de recordar. Sin embargo, la cosa cambia conforme avanzamos. Dominar los niveles de dificultad más altos equivale a haberle echado muchas horas y casi saberse, al dedillo, los circuitos.
LAS MODALIDADES DE JUEGO
Podemos encontrar muchos modos para disfrutar de Pacer, como uno de sus puntos positivos. Está el llamado juego rápido, el cual se desglosa en varios más. El primero en aparecer es el que va más al grano: la carrera rápida. En tan solo dos golpes de tecla, nos manda a pista para disfrutar del juego sin adentrarnos en sus entresijos.
El segundo es práctica. Como su propio título anticipa, permite entrenarnos. El siguiente es vuelta rápida, donde superar los tiempos una y otra vez para ser el más rápido. Entrando ya en modos más duraderos, encontramos destrucción y eliminatoria. En el primero, tendremos que aguantar sin que nuestro coche se destruya. En el segundo, se eliminan las últimas naves en cada vuelta, hasta que sólo quede una.
Por otro lado, el modo resistencia nos obliga a aguantar, dando todas las vueltas al circuito que podamos. Implica tener un cuidado importante con los golpes en las curvas, ya que si acabamos con nuestra nave todo habrá terminado.
La modalidad tormenta es semejante a un ‘battle royale’. Tendremos que escapar de una tormenta, que nos dañará, y ser el superviviente. Por último, aparece flowmentum. Será necesario llegar lo más lejos posible, acelerando en cada portal que atravesemos.
Hasta aquí, aparecen las posibilidades para un juego más o menos rápido. No son las únicas opciones. Pacer ha querido introducir el modo carrera, que nos involucrará en una campaña en la cual iremos descubriendo todos los aspectos, a la vez que aprendemos a dominarlo por completo. O, al menos, a intentarlo.
El modo en línea no podía faltar a la cita. Nos enfrentaremos a jugadores reales, ya sea uniéndonos a una partida o creándola. Competir contra otras personas acostumbra a ser un desafío más grande que el hecho de verse las caras con la máquina.
EVOLUCIÓN Y PERSONALIZACIÓN
Pacer no un juego facilón destinado a ofrecer un par de carreras (aunque también cumple su función en ratos muertos). Contiene más elementos, ya que permite pasar horas y horas jugándolo. El frenetismo de las carreras se encuentra unido a unos gráficos espectaculares, de ésos que entran por los ojos. Son el reflejo de años de trabajo.
No descuida, en absoluto, el componente del garaje. Configuraremos diferentes naves, especializándolas en resistir o en atacar, entre otras opciones. Dependerá de nuestras preferencias, habilidades y desafíos que queramos superar.
Tendremos que incorporar componentes, a desbloquear con créditos del juego. Se ganan en las carreras, mediante el esfuerzo y la constancia, y no se pueden conseguir por medio de micropagos, algo que siempre es de agradecer.
No obstante, no es oro todo lo que reluce. Pacer ha sido protagonista de una evolución llevada por los desarrolladores de la mano de los jugadores. Muchas eran las quejas en torno al juego y su optimización.
Sin embargo, como se puede comprobar, esos usuarios se han visto obligados a cambiar sus opiniones por las muchas mejoras y soluciones a los problemas que les producía el juego. El seguimiento de R8 Games que ha hecho durante estos años demuestra que se puede confiar en el estreno de este estudio de videojuegos.
Ha añadido los típicos ‘power up’ de los juegos de carreras, como Mario Kart. Podremos lanzar un misil, recuperar escudo o incluso vida con vida, entre otros poderes disponibles. Por tanto, además de intentar seguir en pista, «pisaremos» lo que más nos convenga a cada momento (o lo que quede). La gestión es importante.
PACER: CONCLUSIONES
En una combinación entre la simulación de carreras y la parte arcade, podemos decir que Pacer merece una oportunidad entre los seguidores de los juegos de carreras de coches, naves o cualquier otro vehículo. No sólo tenemos que ser los más rápidos, sino los más hábiles.
Tener los reflejos a punto en cada momento y trazar una estrategia propia es necesario para alcanzar la victoria en la meta final. Estos puntos se nos exigirán en casi todos los modos del juego, aunque el objetivo sea diferente.
Notaremos el cambio de velocidad por momentos, ya que pasamos del más «lento», que va a 400 km/h, al más veloz, que llega a los 1000 km/h. El caos está asegurado. Así, la resistencia en unas carreras quedará reducida a cenizas en otras, cuando la máxima velocidad nos impida permanecer con vida más de unos cuantos segundos.
Ofrece 14 circuitos distintos, que se pueden correr en modo espejo. El modo noche puede suponer perder el sentido de la orientación. Las posibilidades de personalización son grandes, aunque quizás la variedad de naves se queda un pelín corto.
El modo multijugador nos ofrece carreras de hasta diez jugadores. Por desgracia, existen los problemas en la conexión en más de una ocasión. Es de esperar que se solucionen enseguida, pero por ahora, nos llevan a centrar la experiencia en los retos individuales.
Pacer viene aliñado con hasta 80 canciones, con las que se apuesta por un alto grado de inmersión. Los gráficos son la parte que añade frenetismo. Disfrutamos de cada detalle. De su perfecta armonía de colores. De cada efecto en ese mundo futurista. Nos invitan a soñar con ser ese pequeño Anakin, pilotando naves.
Análisis realizado en su versión de PC.