La Llama del Amor, humor canalla y actual en la búsqueda del ‘crush’

La Llama del Amor

¿Conoces la situación en la que ponemos el nombre de la vecina para contar algo que realmente nos ocurre a nosotros mismos? Pues no es el caso. Lo juro, aunque parezca una de ésas. Mi vecina Mari Pili llevaba años sin quedar con alguien. Ya sabes, en plan íntimo, así que la animé a descargarse la aplicación de citas. Sí, ésa tan famosa de la que todos hablan.

Eso de dar ‘like’ a perfiles no se le daba, precisamente, a las mil maravillas. No se cortaba un pelo al hacer ‘next’. Todo hay que decirlo. Demasiado fiestera. Demasiado culta. Demasiado trabajadora. Demasiado viajera. Demasiado vaga. Demasiado todo. No parecía contenta. La cita con su ‘crush’ estaba lejana. ¿Realmente lo tendría? Reseñamos La Llama del Amor.

 

UNA CAMPAÑA EN KICKSTARTER

«Tu app de citas está en llamas». Es el lema de La Llama del Amor (It’s a Llamatch! en inglés), juego de cartas de 2 a 5 participantes, con competiciones de 15 minutos. Creado por Carlos Viforcos e ilustrado por Elena Borzyk, puede disfrutarse desde los 18 años, hasta los ‘boomers’.

Se encuentra inmerso en una campaña de búsqueda de financiación en Kickstarter. Si alcanza su meta inicial, marcada en 8.000 euros, los mecenas recibirán sus juegos en julio de este año.

Llamatch!

Su precio es de 20 euros, en una recompensa que incluye el juego y arte digital, pero no los gastos de envío. Incrementando esta cantidad, podemos sumar una bolsa o Desliza el trago (Swipe it up). Consiste en cinco posavasos que constituyen un juego en sí mismo y un complemento para La Llama del Amor.

La campaña servirá para dar vida a una edición en castellano y a otra en inglés. Tomando como referencia las aplicaciones de citas, la misión pasa por tener el encuentro con más química. Construiremos a nuestro posible ‘crush’, mientras interferimos en los ligues de los rivales. Todo ello, con llamas y con humor.

 

LA LLAMA DEL AMOR: UNA PARTIDA

El primer paso es separar las cartas por tipos. Cada jugador recibe una carta de perfil, oculta ante los demás, y cuatro de Llamatch! Éstas conformarán un mazo, bocabajo. Revela la primera.

Las sobrantes se sitúan en el centro. Repartimos cinco cartas de interacción, para la mano. Las demás serán la pila de robo. Quien haya tenido la última cita comienza la partida. El turno de cada participante consta de tres fases.

Llamatch!

1. Navegar por la app

Analizaremos al Llamatch! activo, comparándolo con nuestros requisitos del perfil. Podremos mantenerlo o descartarlo. Con la segunda opción, revelamos uno nuevo de nuestro mazo.

Siguiendo el orden de turno, cada persona decidirá si quiere al Llamatch! descartado, sustituyéndolo por la primera carta de su pila, que deberá descartarse. En caso de que nadie lo quiera, se envía a los descartes.

Si el Llamatch! ya está completo, es decir, tiene tres cartas de interacción debajo, lo guardaremos como ‘crush’, con sus cartas de interacción. Revelamos uno nuevo de nuestro mazo. Puesto que sólo podemos tener un ‘crush’, si ya contamos con uno tendremos que elegir con cuál nos quedamos.

2. Ligoteo

Consiste en jugar hasta dos cartas. Durante el turno, podremos colocar una interacción bajo nuestro Llamatch!, modificando atributos. Nunca podrá tener tres interacciones del mismo tipo.

También, podremos colocar una interacción bajo un Llamatch! de un oponente. Automáticamente, cualquier rival podrá jugar una carta de su mano sobre nuestro Llamatch!. Concretamente, el más rápido.

Es importante saber que no podremos jugar dos cartas bajo el mismo Llamatch! en un mismo turno. Por su parte, las cartas de notificación se descartan tras aplicar su efecto o se colocan en la zona indicada. Si no queremos jugar cartas, podemos descartar.

3. Recargar la página

Robamos nuevas cartas de interacción hasta tener cinco en la mano.

Llamatch!

Fin de la partida

Repetimos la misma mecánica hasta que alguien ya no pueda extraer una nueva carta de Llamatch! de su mazo. Será momento de elegir entre el ‘crush’ o el Llamatch! activo, es decir, sobre el que estuviéramos jugando cartas en nuestra zona.

Revelamos la carta de perfil y contamos los puntos de la cita escogida. Sumaremos los atributos del Llamatch! a las cartas de interacción que tenga (atendiendo también a los valores negativos).

El perfil hará que algunos atributos se queden igual, que otros se ignoren, que se multipliquen y que inviertan su signo. El ganador será quien sume la mayor cantidad de puntos. Con un empate, gana el amor.

 

LA LLAMA DEL AMOR: CONCLUSIONES

¿Monta a caballo? Es una maltratadora de animales, sin duda. ¿Foto ascensor? Una choni poligonera. ¿Toca la guitarra? ¡No más músicos, por favor! Nadie parecía encajar con sus intereses. De hecho, llegué a pensar que ya no quedaban más usuarios en la aplicación. Hasta que apareció ella.

¿Qué tenía que las demás no? Ni idea. En su perfil, escalaba un rocódromo. Sudando la gota gorda. Hay que reconocer que no era su mejor foto. ¡No veas la cara que sacaba! Sin embargo, no parecía una maltratadora de animales. Una choni poligonera. No tocaba instrumentos, así que ya es mucho.

Tendrías que haber visto sus primeras conversaciones. Pasaron de hablar de su Porkkémon favorito a enviarse fotos muy picantes. Con ‘nudes’ de por medio. La foto con la abuela terminó de conquistarla. ¡Qué dulce! Definitivamente, era su ‘crush’. Compartían valores y había cierto romanticismo en el ambiente.

La cosa de fastidió. Resulta que alguien estaba jugando a dos bandas, y no era precisamente Mari Pili. Ya se sabe como van estas cosas: uno se pilla, olvidando que no tiene la exclusividad en la aplicación. Los perfiles continúan llegando. Los rechacé todos, pero mi ‘crush’ no. Encontró a alguien mejor que yo. Mejor que Mari Pili, quiero decir.

La Llama del Amor

La Llama del Amor es un juego de cartas repleto de humor. De referencias culturales. De anécdotas con las que todos podemos sentirnos identificados, aunque nunca hayamos entrado en una aplicación de citas. Por su sencillez de reglas, se disfruta como ‘party’. Como competición informal, en la que los textos de ambientación brillan tanto como la propia jugabilidad.

La mecánica es sencilla. Coleccionamos símbolos acordes a los requisitos de nuestro perfil, mientras intentamos empeorar los valores de los oponentes. Y así hasta crear el ‘crush’ perfecto. Si lo tenemos antes de que la partida termine, haremos todo lo posible por tener otro aún más perfecto, que sustituya al anterior. O, simplemente, por descartar perfiles para agotar el tiempo, confiando en que nadie pueda igualar esa maravillosa cita.

A pesar de esta sencillez, existen diferentes tácticas que nos acercan a la victoria. Jugaremos con el riesgo, aprovechando la rejugabilidad que aporta la disposición aleatoria de las cartas. Aprenderemos a despistar. A leer entre líneas los planes de los contrincantes.

Si somos muy directos con los atributos, los demás pueden intuir qué escondemos en nuestro perfil. Una vez que lo sepan, irán a por nosotros. El romanticismo nos puntúa el doble, así que nos lloverán corazones negativos en este intento de ‘crush’. En el siguiente.

Al no revelar las intenciones (al menos, demasiado pronto), seremos víctimas de unos ataques aleatorios. Puesto que uno de los atributos del perfil nos hará cambiar el signo del resultado, quizás se conviertan en grandes favores. Los ‘-6’ de popularidad acabarán siendo ‘+6’.

La Llama del Amor

No todo consiste en jugar interacciones positivas sobre uno mismo. Las negativas ayudan en ese cambio de signos, siempre y cuando sigamos despistando. En ocasiones, los pequeños sacrificios serán grandes resultados. No está de más confundir con cartas que no siempre serán las mejores. Por si las moscas.

Ocurre lo mismo cuando jugamos interacciones sobre los rivales. Para lanzarlas con éxito, tendremos que haber estado atentos a las jugadas. Localizar los engaños. De esta manera, tal vez sea conveniente gastar esa carta en el listo de turno, aunque me esté alejando de mi ‘crush’.

La interacción es máxima en La Llama del Amor, combinando ese maravilloso fastidio a citas ajenas con el beneficio propio. Las notificaciones pondrán el toque sorpresa, con sus efectos capaces de dar una vuelta a la competición.

Como ya hemos visto, el jugador tiene el poder de acelerar el final de partida ante un tiempo que vuela. A las malas pulgas en plena colección se le suma la rapidez en la capacidad de reacción. Cuando alguien juegue una interacción sobre un ligue ajeno, todos podremos jugar una carta sobre el suyo. Concretamente, el más rápido. Nuevamente, la concentración se pone en marcha.

La Llama del Amor

Con todo ello tiende a funcionar mejor con más de dos jugadores. Aunque en pareja es entretenido, todos los ataques van al mismo, lo que en ocasiones puede resultar algo frustrante. Las situaciones inesperadas son las protagonistas en los retos a más personas, acompañando a las risas.

La Llama del Amor es locura y caos dentro de un orden. Es un juego divertido, que ofrece lo que promete, pero sobre todo, un juego con un cuidado trasfondo. Parodia las aplicaciones de citas desde el respeto máximo. Además, es un claro reflejo de la sociedad.

El manual apuesta por la igualdad, mientras que las protagonistas de las cartas (llamas) son trans y no binarias, entre otras representaciones. En lo que respecta al humor, el otro gran protagonista, queda reflejado con unos textos de ambientación sin los cuales La Llama del Amor no se entendería. Mecánica y temática son uno.

Las referencias musicales, cinéfilas y de videojuegos van de la mano de un feminismo mal entendido adrede, como crítica, y de un postureo total. Merece la pena leer todos y cada uno de los chats, repletos de perlas en las que vernos reflejados. Para bien o para mal. El trabajo que llevan detrás es enorme.

La Llama del Amor

Las ilustraciones son otro reflejo de ese gran trabajo. Aportan un colorido máximo a la mesa, mientras que siguen reflejando ese espíritu canalla y actual. Las llamas están de moda. Además, cada una tiene personalidad propia, reflejada en su entorno y en su forma de vestir. En unos pequeños detalles que los más observadores valorarán.

La ilustradora, Elena Borzyk, sorprende con unos dibujos impecables apoyados en una simbología clara para la jugabilidad y en unos reversos prácticos que facilitan la preparación. Ha sabido representar a todos de una forma exquisita, dando vida a una competición entre adultos que buscan huir de la seriedad en los juegos de mesa. Objetivo logrado.

 

COMPONENTES DE LA LLAMA DEL AMOR

  • 93 Cartas de Interacción
  • 24 Cartas de Llamatch!
  • 24 Cartas de Perfil
  • Instrucciones (castellano)

 

Las fotografías tomadas para esta reseña corresponden a su prototipo, por lo que no muestran un diseño definitivo.

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