Un apagón en Málaga, como consecuencia de una tormenta. Un cadáver, perteneciente a la criada. Tres sospechosos. El señor Molina afirma encontrarse en su dormitorio, leyendo un libro, en el momento de la tragedia. La esposa confiesa que estaba en el despacho, echando cuentas para su siguiente fiesta benéfica. ¿El mayordomo? Viendo la televisión.

Por sus testimonios, sabemos que uno miente. ¿De quién se trata? Reseñamos ¡Te reto!, colección en formato de libro de bolsillo. Cada uno consta de más de 100 juegos con los que poner a prueba el ingenio y la lógica, sirviendo como entrenamiento mental para los meses de calor.

 

LOS NUEVO DE IVAN TAPIA

Lunwerg Editores y Cocolisto vuelven a unir fuerzas para lanzar ¡Te reto! Esta nueva serie comparte el formato de bolsillo, facilitando su transporte, y su precio: 9,95 euros cada uno.

La colección comenzaba con Más de 200 juegos inteligentes para activar la mente y con Más de 200 juegos inteligentes para disfrutar en familia. Siguiendo la misma fórmula, se estrenan Más de 100 juegos inteligentes para mayores jóvenes y Más de 100 juegos criminales para detectives inquietos.

Los dos nuevos, objeto de esta reseña, están pensados para disfrutarse en solitario (aunque nada impide jugarlos en compañía). Las 120 páginas de las que se conforman no se destruyen, a diferencia de otros títulos del género, por lo que podremos prestarlos a otros. Algunos acertijos pueden requerir de un lápiz para ayudarnos, ya sea en el propio libro o incorporando un cuaderno para no pintarlo.

Llevan la firma de Ivan Tapia, quien cuenta con una gran experiencia en la elaboración de retos mentales. Además de ser el fundador de Cocolisto, tiene publicados numerosos librojuegos y experiencias de escape. Ha dirigido el espectáculo Escape Show y ha trabajado con importantes firmas.

 

¿CÓMO SE JUEGA A ¡TE RETO!?

Con el libro en las manos, la mecánica es sencilla. Seleccionamos un acertijo y lo resolvemos. En la parte superior de cada uno se informa del tipo de reto o de la competencia que trabajaremos. Por ejemplo, la habilidad intelectual, la creatividad, la memoria inmediata, la capacidad estratégica, el razonamiento abstracto, la destreza visual o la motricidad fina.

Debemos saber que cada página es un reto. En la cara impar encontraremos el planteamiento, ya sea en formato texto, imagen o pasatiempo clásico. En la par, accedemos a la solución. Por tanto, es preciso que no accedamos a esa parte hasta que creamos tener la respuesta. Será momento de comprobar si es correcta o fallida.

Para algunos acertijos no habrá solución, puesto que se trata de ejercicios de memoria o de soluciones abiertas. Al comienzo de cada libro encontramos el índice para acceder de una forma rápida al rompecabezas acorde a las necesidades. Le acompaña la sección Leer antes de usar, muy breve, para pasar directamente a la acción.

¡TE RETO!: CONCLUSIONES

La escena recorre mi mente una y otra vez. He leído el acertijo tres veces. Es momento de cerrar el libro. De mirar por la ventana del coche, aprovechando la relajación que produce un paisaje que se aleja. Bien, ¿quién acabó con la criada?

Por muy ricos que sean en la mansión, la esposa tiene nombre propio. Le digo a mi mente que no se distraiga, ya que los tiros no van por ahí. Que piense realmente en el caso. En quién está mintiendo. ¿Pero de verdad no han podido ponerle un nombre a la mujer que no sea esposa del señor Molina?

Seguimos. Un marido leyendo. ¿Qué libro? ¿Por qué no ha dado el título? Una mujer en el despacho, echando cuentas. Quizás, sea la coartada más sólida. Las pruebas están ahí. Un mayordomo viendo la televisión. ¿Los ricachones le permiten tomarse ese tipo de «libertades»? Creo que me estoy complicando demasiado…

¡Te reto! es un entretenimiento que nos dará para unos cuantos días (o toda una tarde, si estamos muy enganchados). Los dos nuevos libros llegan a tiempo para acompañar a los planes de verano. Aunque se disfrutan bastante en el sofá, no hay nada como recurrir a ellos en el viaje en tren. En la hamaca de la piscina.

La comodidad está por encima de todo lo demás. No ocupan espacio en la mochila y no requieren de grandes añadidos. Como mucho, un lápiz (y una hoja si no queremos pintar las páginas). El objetivo es que sirvan para relajarnos. Para abstraernos de la rutina. De los problemas. ¿Lo consigue? Lo consigue.

Nos centraremos tanto en el dilema planteado que olvidaremos, por unos minutos, la situación actual. Si además trabajamos diferentes competencias, mucho mejor. Ahora bien, ¿por qué libro empezamos?

Todos son independientes, por lo que el orden no importa. En relación a los nuevos, Más de 100 juegos inteligentes para mayores jóvenes es el más parecido a los pasatiempos clásicos. Hay crucigramas, colmenas, jeroglíficos, piezas que deben encajar y relaciones entre columnas.

Sin embargo, debemos saber que no estamos ante pasatiempos clásicos. En primer lugar porque el tiempo de resolución de cada reto no es tan largo. En segundo, porque la originalidad gana terreno a la tradición, aunque sólo sea en planteamientos.

Aunque puede disfrutarse en jugadores de todas las edades, serán los adultos quienes le saquen el mayor provecho, entrenando sus habilidades. Nuestros mayores encontrarán en este libro un ejercicio para no oxidarse. Para recordar competencias que se creían perdidas. Las letras son grandes, por lo que también serán libros prácticos para ellos.

Más de 100 juegos criminales para detectives inquietos también toma prestados los pasatiempos clásicos, aunque se centra principalmente en los dilemas. En un planteamiento de sucesos que requieren de una solución, convirtiéndonos en ayudantes del detective Noboa.

Los asesinatos transcurren entre sus páginas, con culpables que permanecen en la sombra. En ocasiones, dispondremos únicamente de un texto con lo sucedido o con los testimonios. En la mayoría de los casos, se acompañarán de imágenes a las que prestar la máxima atención si queremos el éxito. La concentración y los pequeños detalles entran en escena.

Entre muerte y muerte, aparecen jeroglíficos criminales (ojalá fuesen más), pruebas para dar con un determinado valor para cada símbolo o adivinanzas aún más breves que el resto de retos, ya de por sí cortos. Uniremos puntos y recurriremos al verdadero o falso con ayuda de la intuición.

Por lo general, los acertijos propuestos en los dos libros no son especialmente complicados. No se traducirán en frustraciones, principalmente por saber que la solución está al volver la página. No nos dejan con dudas, puesto que se acompañan de sus planteamientos lógicos. A excepción, claro, del fatídico trabalenguas Maritrilipilitro…

Nos llenarán la mente de curiosidades. De acertijos que querremos leer en voz alta, dejándonos sorprender. En lo que respecta a Más de 100 juegos criminales para detectives inquietos es habitual que nos compliquemos más de la cuenta. La solución estará delante de nuestros ojos, bajo la fórmula «menos es más».

Los habituales a los retos de escape se entretendrán, pero no experimentarán grandes desafíos. Por tanto, quienes más van a disfrutarlo son los ocasiones o los que se introducen en la deducción por primera vez. Encontrarán el clásico reto de la ventana rota, con los cristales donde no deberían estar, pero también otros cargados de originalidad.

De hecho, este libro puede ser una carta de presentación a las experiencias de escape en formato de juego de mesa. A las salas. Tiene el poder de captar a nuevos jugadores, lo que siempre se agradece.

Como suele ocurrir en estos casos, no estamos ante acertijos rejugables. Al menos, para una misma persona y en un corto espacio de tiempo. Si no los pintamos (algo que no entorpece la experiencia en absoluto), podremos prestarlos a amigos y familiares o, incluso, volver a sacarlos de la estantería en un par de años. Algunos dilemas se habrán quedado a vivir en la mente, pero otros se habrán olvidado.

Un buen plan es anotar el número de aciertos, sin trampas. ¿Podrá el listo de turno superar ese número? Los debates tras completar el libro tampoco tienen desperdicio. ¿Qué puzle te ha costado más? ¿Cuál es el que más te ha gustado?

Nada nos impide, tampoco, disfrutar de ¡Te reto! en compañía desde el primer momento. Preferiblemente entre dos personas para que todos puedan ver, sin problemas, el dilema. Algunos podrán leerse en voz alta, si somos más, levantando la vista de los móviles en una atractiva llamada de atención. Otros brillarán en una misma toalla, con el sonido de las olas como escenario.

Los debates no se producirán después, sino en el momento. Los razonamientos y la cooperación generarán un plan que nada tiene que envidiar a otro. Al incorporar la competición, la presión por resolver antes que el rival acrecentará los nervios. También es recomendable.

Lunwerg y Cocolisto hacen crecer su catálogo de juegos en formato libro con una colección destinada a tener un gran número de fans. Su formato, el económico precio y el diseño, con colores en sus páginas a juego con la portada y la contraportada, son algunos de los detalles que el lector y jugador valora. La mágica esencia de Ivan Tapia hace el resto.

 

No, el señor Molina no ha dado el título del libro. Pero da igual. La clave está en la tormenta. En el apagón. Las velas o la linterna del móvil permiten leer y echar cuentas, pero no ver la televisión. A menos que se tenga un generador para apagones, pero eso ya sería demasiado rebuscado, ¿verdad, mayordomo?