No vas a tener que esperar hasta el final para conocer el resultado. He ganado. He cruzado la ciudad. Esto no es como esas carreras solidarias que hacen los humanos. Digamos que el aguante y la resistencia también forman parte de nuestra competición, pero no la velocidad.

Lo nuestro consiste en llegar a la otra punta de perro en perro. Nos agarramos muy fuerte a los pelillos de uno de esos bichos y, de ahí, nos impulsamos al siguiente. Las pulgas somos ágiles y saltarinas, pero no siempre es suficiente. En esa enorme bola de pelo pudimos agarrarnos ocho de nosotras, pero en el estúpido y escuálido chucho sólo había espacio para una… Reseñamos Brigada Pulga.

 

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Brigada Pulga es un juego de cartas de 2 a 4 participantes, indicado desde los 5 años. Ofrece competiciones de 15 a 20 minutos de duración, donde formar parte de la competición anual Brigada Pulga.

Como su propio nombre indica, nos convierte en intrépidas pulgas que intentarán cruzar la ciudad a lomos de los perros. El jugador que tenga más pulgas sobre la carta de meta al terminar la partida se hará con la victoria.

Creado por Eitel Saavedra e ilustrado por Buuilustraciones, lleva los sellos de Enpeudejoc Edicions y Caracol Juegos de Mesa. Actualmente, se encuentra en los últimos días de su campaña en Verkami, con el objetivo inicial ya superado. Gracias a ese apoyo de los mecenas, será una realidad este mismo otoño.

 

BRIGADA PULGA: UNA PARTIDA

Esta novedad arranca escogiendo un equipo de pulgas. Recibimos las fichas de ese color para dejarlas en nuestra zona. Barajamos el mazo de pruebas y repartimos tres por persona, para la mano. También mezclamos la pila de cartas de perro.

En la parte izquierda de la mesa situaremos la carta de meta; en la derecha la de pulgas descalificadas. Las de pelo se colocan a un lado. Estamos listos para empezar.

Cada ronda se inicia revelando una carta de perro. Indicará las fichas de pulga que puede albergar (si no hay espacio para todos los jugadores, tomaremos una carta de pelo al azar para guiarnos por su longitud). Tras la colocación de fichas, y siguiendo el orden de turno, bajamos una carta de prueba (o más, si somos menos de 4 jugadores).

La mostramos de forma simultánea, formando un camino hasta la carta de meta por encima del perro. Éste ocupa la primera carta de prueba, a revelar y a resolver. Quienes la hayan resuelto con éxito continúan en el perro, que avanza hasta la siguiente prueba. Al completar las cuatro, las pulgas que aún queden pasan a la carta de meta.

Aquellas pulgas que no superen el desafío se retiran hasta la carta de pulgas descalificadas, por su lado triste. Debemos saber que sólo perderemos, como máximo, una ficha de pulga por prueba.

¿En qué consisten las pruebas?

Las pruebas se dividen en las categorías Junior y Avanzado. Las primeras están recomendadas para niños entre 4 y 6 años. Entre los minijuegos, encontramos lanzamientos y atrapamientos de pulgas, adivinaciones y equilibrios. Los que fallen enviarán una de las pulgas que tuvieran en el perro a la carta de descalificadas.

Si alguien se queda solo en un perro tendrá que seguir sorteando desafíos igualmente. Los que ya no tengan pulgas sobre el animal seguirán participando en las pruebas.

La ronda finaliza robando cartas de prueba, hasta reponer la mano, y descartando al perro. Repetiremos la misma mecánica con uno nuevo. La partida termina cuando alguien ya no cuente con pulgas para jugar. Gana quien tenga más fichas sobre la carta de meta.

 

BRIGADA PULGA: CONCLUSIONES

¿Por dónde iba? Sí, por lo de los chuchos. Cuando me apunté a la competición anual imaginé que habrían elegido perros en condiciones. De esos grandotes, con mucho pelo. No tengo nada en contra de Poche, esa perrita diminuta, pero si no tienes pelo, mejor no te metas a esto. ¿Cómo pretenden que estemos bien sujetas?

Me da a mí que a los perros no les caemos demasiado bien. ¡Hay que ver lo mucho que les gusta rascarse cuando nos notan! ¿No podrían quedarse algo más quietecitos? Se ve que no. Para colmo, nos tratan como si fuésemos un simple frisbee. Nos esconden en agujeros de tierra.

Como ya te he contado el final, sabrás que he ganado. La pulga amarilla, la más valiente y la más… «Azul, gana el azul». No puedo escuchar nada más. Me he quedado paralizada. Completamente paralizada. ¿Qué es eso de que gana la azul? ¿Y yo?

Pues bien, resulta que no sólo tengo que añadir a los perros a mi lista de seres odiosos (de verdad que no es por ti, Poche), sino a mis compis. Creía que esto era individual y ha resultado no serlo. Que teníamos que llegar todas. O, al menos, muchas.

Las inútiles pulgas amarillas no han cruzado la ciudad, por lo que de nada importa que yo sí. Gracias, equipo. Mi prestigio está por los suelos. Ahora sólo tengo que esperar otros 365 días para demostrar lo mucho que valgo. «Lo importante es participar». Li impirtinti is pirticipir. De eso nada. Cuando me busque otro equipo, ya veremos si lo importante es participar.

Brigada Pulga se presenta en una caja de pequeño tamaño, bajo una portada que recuerda a los clásicos dibujos animados. Recurre a un original argumento: cruzar la ciudad de perro en perro. A partir de ahí, todo el protagonismo recae en la jugabilidad.

Se enmarcaría como un ‘party’, puesto que esa jugabilidad consiste en resolver pruebas. Si bien hay ciertas dosis de estrategia y de gestión de riesgo, al elegir prueba y optimizar el envío de fichas de pulga al perro, la habilidad es la gran aliada.

Será la que nos lleve a resolver pruebas de puntería, deslizando y atrapando fichas. Retos de adivinación y engaño, donde la mirada puede resultar esclarecedora. Desafíos en los que activar el equilibrio.

En total, existen seis pruebas distintas que, si bien en un principio nos harán recurrir al manual para saber en qué consisten, tras un par de rondas nos habremos familiarizado con ellas. La iconografía ayuda al tratarse de un juego independiente del idioma.

El azar está muy presente, algo que debemos saber si somos alérgicos al factor suerte. Brigada Pulga premia el esfuerzo, pero también concede una gran importancia al azar. Ocurre, por ejemplo, cada vez que utilizamos las cartas de pelos. Elegimos una al azar y comprobamos cuál es más corto.

Esto tiene una ventaja: garantizar la rejugabilidad máxima. ¿La desventaja? Podrá frustrar a algunos jugadores, viendo como se quedan atrás por el simple hecho de tener «mala suerte».

Se controla, en cierta medida, con esa toma de decisiones que señalábamos antes. Si el perro de la ronda me va a permitir enviar dos fichas, quizás sea buena idea bajar la carta de prueba que mejor se me da. Si no va a haber espacio para todos, tal vez debería reservarla. Por si las moscas.

En todo momento, sabremos quién va ganando y quién va perdiendo. Echar un vistazo a la carta de meta será suficiente para trazar algún que otro plan. ¿El rojo gana? Vamos a intentar no jugar una prueba movida únicamente por el azar. O ésa en la que perdió hace un par de rondas. La observación puede ser útil.

Lo que está claro es que Brigada Pulga no esconde nada. Se define como un juego divertido y lo es, especialmente con 4 jugadores. No hay esperas entre turnos y las partidas son muy rápidas, invitando a organizar una nueva competición. Por suerte, en la vida real no hay que esperar un año más…

Uno de sus puntos fuertes es unir a pequeños y a mayores en una misma mesa. Hay cambios en las reglas de los minijuegos, pero no en las generales. Así, mientras los mayores se lanzan una pulga de mano en mano, los pequeños se colocarán una en la cabeza, cantando y moviendo las caderas.

Es una forma de equilibrar sin pausas innecesarias. De hecho, si empezamos con los desafíos Junior, tendremos otros nuevos para las siguientes partidas. Los Avanzados no son complicados de entender, por lo que los niños no tardarán en querer participar también en ellos.

Brigada Pulga es uno de esos juegos que merece la pena observar desde fuera. Nos encontraremos con un grupo riendo sin parar, levantándose de las sillas. Con fichas de vuelan por los aires y que pasan de mano en mano. Los minijuegos beben de los clásicos entretenimientos, lo que llamará la atención de personas de todas las edades.

En definitiva, se disfrutará al máximo con 4 personas, pero los pequeños cambios a 3 y a 2 harán que también funcione a este número. No hay que olvidar que la esencia ‘party’ brilla más en las reuniones de amigos que en pareja, algo que se capta en Brigada Pulga.

Del diseño nos quedamos con los graciosos perretes, arrastrando fichas de pulga con cada paso de una forma cómoda y práctica. Todas las pruebas las representa Stampy (el perro de la portada), en sus actividades diarias.

 

COMPONENTES DE BRIGADA PULGA

• 30 Cartas de Prueba
• 8 Cartas de Perro
• 4 Cartas de Pelo
• Carta de Pulgas Descalificadas
• Carta de Meta
• 20 Fichas de Pulga
• 4 Fichas de Acción
• Instrucciones (castellano, catalán)

 

Las fotografías tomadas para esta reseña corresponden a su prototipo, por lo que no reflejan un diseño final.